Es el consultor político más prominente de los Estados Unidos, asesoró a Trump cuando llegó a la presidencia, y fue el responsable de la espectacular victoria de Bill Clinton en la reelección de 1996. Tiene un vasto recorrido en campañas electorales exitosas, en México a Vicente Fox, en Uruguay a Batlle, en Rusia a Yeltsin, y en Argentina a De la Rúa, a Macri en sus inicios en la política y a López Murphy cuando fue candidato a presidente. Su análisis del escenario actual.
—¿Cuál es su opinión sobre cómo los debates pueden transformar la intención de los votantes?
—En el primer debate Bullrich perdió. Un mal trabajo, podría decir que estuvo bien, pero fue malo. En el último debate se recuperó y creo que ella ganó. El efecto del debate es que ella será la candidata antikirchnerista, siempre lo fue. Pienso que Milei fue demasiado profesor de economía, y no era el mismo hombre en el escenario con la motosierra, fue más una enseñanza académica, por supuesto, sobre economía. Y de hecho, será reemplazado como el luchador contra el kirchnerismo.
—¿Puede comparar a Milei con Trump, existe algún tipo de similitud entre ambos?
—Hay una comparación superficial en el sentido de que ambos están fuera del sistema, ambos están muy en contra de eso, pero no se puede comparar a alguien que ha fundado un imperio en los negocios, con un político que acaba de llegar de la calle. Trump tiene un conocimiento detallado de economía, historia y todo, es un líder con mucha visión de futuro, y no creo que Milei lo sea. Creo que ambos, tienen algunas cosas en común, son impulsivos, se rebelan contra el establishment, ambos predican un mensaje de descontento, pero Trump sabe lo que está haciendo, Milei no.
—¿Usted cree que Milei intenta imitar a Trump, por ejemplo, en el último tiempo peleando con los medios?
—Hay dos candidatos que intentaron imitar a Trump y se quedaron cortos, Bolsonaro y Milei, ambos intentaron vencer a Trump, y solo hay un Trump.
—Usted también fue asesor de Fernando de la Rúa, entonces, a su juicio, ¿lo mismo que tendría éxito en Estados Unidos podría tener éxito en Argentina, o cree que la política es total o relativamente diferente?
—No creo que sea tanto la diferencia entre los países, sino la diferencia en los tiempos. De la Rúa realmente tomó el control en un momento, en el que era casi imposible ser un buen presidente, porque la herencia de Menem era muy difícil de seguir, creo que son muy diferentes, pero las personalidades cambian. Es muy difícil comparar un país con otro, especialmente un país de hace treinta años, y ahora es muy diferente. Creo que Trump es único, en inglés diríamos ‘sui generis’, no hay otra persona como él, sabe lo que quiere, es muy definitivo al respecto. Y creo que Milei todavía está buscando qué hacer. Cuando Trump tiene algo efectivo que decirle al público, ese es solo el comienzo de su viaje, con Milei es el final, son productos lo que está buscando. Pero con Trump tiene que ser una política, tiene que ser una idea completa, y sus ideas se han vuelto tan dominantes en los Estados Unidos… Trabajé en Francia, donde Charles de Gaulle era tan prominente que llamaban gaullistas a todos los demás, y creo que Trump está destinado a ese tipo de cosas.
—¿Como Perón?
—No.
—No su ideología, su personalidad.
—No. Perón era un demagogo, Trump no. A Perón, no le importaba cuál era la verdad, sólo le importaba ser popular. Trump sabía que tenía que producir una buena economía y reconstruir el prestigio estadounidense, y él está concentrado en eso, todo lo demás es una especie de medio para lograr un fin para él.
—¿Quépiensa de las ideas de Milei sobre la economía?
—Un desastre, si Argentina dolariza va a ser horrible. El precio de todo lo que hay en la tienda aumentará dos tercios y los ingresos bajarán dos tercios, porque es como saltar a una piscina vacía, allí no hay agua, aquí no hay dólares, no se puede dolarizar si no hay dólares. El Banco Central no los tiene y Argentina no puede imprimir su propia moneda. Entonces, creo que a primera vista la gente puede pensar, “seremos como Estados Unidos”, pero no lo serán, la inflación será enorme. Y creo que Milei, tiene que saber que el núcleo de lo que propone es algo falso, no va a funcionar, le va a explotar en la cara, y creo que ese es su problema. A veces, en política, hay alguien que tiene razón o alguien que está equivocado, hay alguien que está a la izquierda y alguien que está a la derecha, aquí tienes algo muy diferente. Tienes a alguien que tiene una idea que va a fracasar y a alguien que tiene una muy buena idea que va a tener éxito.
—¿Se puede decir que las ideas económicas de Trump son lo opuesto a las ideas económicas de Milei?
—Trump no quiere cambiar la moneda.
—Por eso, Trump quiere tener industrias en Estados Unidos, es totalmente lo contrario a Milei.
—Sí. creo que Milei es muy poco sofisticado en economía, él realmente no sabe lo que está haciendo y Trump sí. Hay una gran diferencia en sus antecedentes, en su comprensión. Es fácil mirar a Trump y decir que simplemente es un buen orador, una personalidad carismática. He trabajado con él muy íntimamente durante cinco años, él sabe todo sobre todo, y sus soluciones, se le ocurre una muy buena, muy específica y funcionará bien. No tenemos que adivinar qué clase de presidente será Trump, ha sido presidente, hará en los próximos cuatro años lo que hizo en los primeros cuatro años. Y creo que cuando se postuló para la reelección, la gente dijo, “tal vez Biden sea mejor”, pero ahora ven que Biden es mucho peor y que Trump luce bien en comparación. Donald Trump es un espejo atractivo para mirarse y ver lo malo que es Joe Biden.
—¿Qué cree que pensaría Trump sobre Milei si lo conociera?
—A primera vista le gustará, porque está en contra del sistema y está en contra de los movimientos de izquierda que arrasan América Latina. Él no es un Lula, no es Petro, no es Chávez ni Maduro, creo que le gustaría eso. Pero cuando no se trata de eso, no espero que Trump respalde a Milei, se dará cuenta de que sus políticas son muy locas, y no creo que pueda contar con Trump.
—Usted ha hablado sobre la relación entre Trump y Macri, y dice que la ayuda que intentó darle Trump fue contra el kirchnerismo, ¿qué cree que piensa Trump, luego del colapso de la presidencia de Macri?
—La comparación superficial es muy cercana, ambos son industriales, ambos fundaron un imperio. Macri tuvo más ayuda de su padre y Trump no hizo eso. Mi padre fue abogado de Trump durante muchos, muchos años, así que sé cómo construyó eso. Pero creo que básicamente Macri nunca intentó rehacer a Argentina. Trump está tratando de rehacer a Estados Unidos. En los Estados Unidos de hoy, antes de Trump, tomemos por ejemplo, la huelga de los trabajadores de la industria automotriz en Estados Unidos, la United Auto Workers. Los demócratas, como Biden, dicen “necesitan más salarios”. Y lo que dice Trump es que no es necesario que tengamos coches eléctricos, “deshazte de los coches eléctricos, quédate con los motores de gasolina hasta que realmente se desarrolle una solución en los autos eléctricos y luego introdúzcanla”. Por eso habla de la necesidad de un cambio más fundamental en lugar de simplemente una curita.
—Tenemos una discusión en Argentina sobre la reindustrialización de América. Cristina Kirchner dice que es el peronismo, finalmente, el que quiere reindustrializar la Argentina y reconstruirla.
—Kirchner es fundamentalmente corrupta, la familia realmente existe para ganar dinero, lo hacen un poco como los Biden en ese sentido.
—Eso es sobre el comportamiento, pero sobre la ideología.
—No sé si Kirchner tenga ideas políticas, Cristina, desde luego, no. Creo que Néstor Kirchner tuvo una muy buena idea al decirle al mundo que se fuera y no le importaba lo que dijera el FMI, no le importaba lo que digan sobre la deuda del país, “somos un país fuerte y estaremos bien con nosotros mismos”. Algo así como Franco en España, quien habló de la idea del revanchismo, la idea de que un país se cuida a sí mismo, no necesita al resto del mundo, pero luego colapsa y nadie le prestará dinero a Argentina, muy poca gente invertirá en Argentina, y la consecuencia fue que la moneda se desmoronó, la economía se está desmoronando. Y creo que la gran diferencia es que las políticas de Trump funcionan y las de ella, no.
—¿Usted tiene una explicación acerca de por qué Macri, fundador de Juntos por el Cambio y el PRO, a veces, luce más cómodo con las ideas de Milei, que con las de Patricia Bullrich?
—A Macri le gusta la gente que se hace a sí misma y crea cosas así. Pero Macri, sabe de lo que habla en materia de economía y hay que ser muy estúpido para pensar en la dolarización, cuando no se tienen dólares. Si tienes muchos dólares, puedes dolarizar como lo hizo Menem, y eso está bien, pero Argentina no puede imprimir dólares, y como no puede tener suficiente para su economía, no habrá suficiente combustible para alimentar el motor y hacer que esto funcione. Como resultado, el valor del dólar subirá mucho, probablemente alrededor de 2 mil, incluso 3mil pesos, el costo de todo será muy alto, los ingresos de los argentinos bajarán mucho, porque les tendrán que pagar en dólares y los pesos no valdrán nada. Y no creo que Milei lo entienda.
—Usted conoció a Patricia Bullrich, cuando fue asesor de Fernando de la Rúa con la Alianza, ¿qué diferencia encuentra entre la actual Patricia Bullrich, y la que usted conoció hace veinte años?
—La que yo conocí estaba muy enfocada en su trabajo, la seguridad, el crimen, las prisiones. Esta Bullrich tiene que ser una experta en economía y otras cosas que no están dentro de su antigua área de especialización, entonces, ella está creciendo, es un trabajo en progreso. La persona que conocí hace treinta años no sabía, pero ahora Bullrich realmente llenó esos vacíos por sí misma.
—¿Cree que el problema político que tiene la Argentina es la grieta? En ese sentido, ¿cuál es su opinión respecto de los dos principales políticos que profundizaron esta grieta, Mauricio Macri y Cristina Kirchner?
—Creo que eso es exagerar el papel de Macri. Creo que Macri fue elegido por los errores del kirchnerismo, y no creo que realmente tuviera un programa para cambiar la Argentina. Y creo que pasará a la historia como una figura de transición entre el peronismo y Menem y luego entre Kirchner y la política del futuro. El tipo que creo que realmente entendió la economía argentina es López Murphy, para quien trabajé. Creo que es un globalista y entiende las necesidades de Argentina, y creo que entiende que debemos tomar eso en serio, y no simplemente pedir prestado dinero como locos y no gravar nuestras propias exportaciones. Son el único país en el que tienes que pagar un impuesto para vender a otros países, y creo que él lo entiende, y Bullrich aprendió mucho de él. Y creo que él sería muy bueno.
—Javier Milei niega el cambio climático, y ya confirmó que no continuaría con la adhesión a la Agenda 2030, ¿usted comparte la idea de que no existe el cambio climático?
—No sé si es la opinión de Milei, pero mi opinión y la opinión de Trump es que sí existe, es real, está sucediendo y es necesario cambiarlo. Pero no lo estamos cambiando a través del gobierno, ni del socialismo, sino a través de la industria. Por ejemplo, en el 2000, China emitió alrededor del 15% del carbono del mundo y Estados Unidos emitió alrededor del 50%. Ahora cambió, Estados Unidos emite un 20% y China 50%, y eso no se debe al gobierno. En Estados Unidos tenemos gas natural que ha sustituido por completo al carbón y ya nadie trae carbón. Ese es el resultado de que Estados Unidos añadió menos carbono a la atmósfera durante los cuatro años de Trump, que Japón y Europa juntos. China dice que son un país grande, con una gran economía, pero India, que es un país del mismo tamaño, ha contribuido sólo el 7% de la emisión de carbono del mundo, China emite un 40%. Entonces, creo que tiene solución, pero lo clave es que tenemos que persuadir a China de que vive en el planeta Tierra, y que todo lo que afecta a una parte realmente afecta a la otra, la cuestión aquí es disciplinar a China, hacer que respete las reglas. Si China no aumentara sus emisiones de carbono, las emisiones globales de carbono, que ya hubieran disminuido muchísimo, el problema es que cada semana traen una nueva planta de carbono. Así que realmente la cuestión del cambio climático es hacer que China actúe de manera responsable.
—Usted señaló en una conferencia en la Universidad Católica Argentina que el peronismo es el problema de la política argentina, ¿cuál es su visión sobre el peronismo?
—Creo que el peronismo tenía una solución fácil, y tenía sentido cuando había una economía que producía enormes cantidades de cosas. Tomemos, por ejemplo Venezuela, es más fácil de entender. Cuando el mundo necesitaba desesperadamente petróleo y Venezuela era el lugar que lo producía, se convirtió en dinero muy poderoso, el dinero de Rockefeller y todo eso. Pero ya ningún país puede hacer eso, ningún país es lo suficientemente fuerte para hacer eso. Estados Unidos podría serlo, pero en realidad no lo es. Y creo que el mundo se ha vuelto demasiado complicado para Perón. Su idea era simplemente repartir dinero, pero después de un tiempo te quedas sin dinero y el valor del dinero que estás dando es cada vez menor, entonces es básicamente inútil. Por cierto, estudié mucho sobre Argentina gracias a mi amigo Luis Salazar, somos muy cercanos desde hace veinte años y él me mantiene bien informado sobre lo que sucede en Argentina.
“Trump perderá cada vez más casos judiciales, por ganar puntos con los votantes”
—¿Cuál cree que será el futuro del peronismo en Argentina?
—Creo que van a tener cada vez menos poder, esta crisis los va a matar porque el pueblo argentino no se dejará engañar otra vez. No se dejarán engañar como los engañó Menem diciendo: “ay, bueno, te voy a robar un millón de dólares y te los voy a dar y voy a tener un gobierno corrupto y te vas a beneficiar”. Y creo que el pueblo argentino ahora lo sabe mejor. Argentina tendrá que pasar por un cambio fundamental para tener éxito. López Murphy, siempre me decía: “no se puede hacer que alguien en Argentina pague sus deudas, no importa lo que deben”, tarjeta de crédito, deuda hipotecaria, simplemente no. El resultado es que nadie tiene crédito, nadie tiene tarjetas de crédito, ahora son pocas las personas que las tienen. No hay dinero para el gobierno, porque el IVA no genera dinero, porque todo el mundo usa efectivo. Se necesita un cambio fundamental a ese nivel para que esto funcione. Y esa es realmente una gran diferencia entre Trump y Biden. Biden, simplemente, cree que se puede imprimir más dinero, pedir prestado más dinero como parte del déficit y dárselo a la gente y todo estará bien. Creo que en Estados Unidos cada vez nos damos más cuenta de que eso no va a suceder. Nos llevó tres años acumular diez trillones de dólares de deuda. Antes nos llevó diez años obtener los diez trillones de deuda anteriores. Y antes de eso fueron necesarios unos cien años para pedir prestado el primer conjunto de diez trillones. Y creo que la gente se está dando cuenta de que esto es una tontería. En Argentina se están dando cuenta de que si su salario realmente está bajando, su capacidad para comprar cosas es cada vez menor. Creo que es una lección muy práctica que está aprendiendo la gente. Creo que si Argentina no hubiera tenido la experiencia de la falsa prosperidad de Perón y la falsa prosperidad de Menem, ahora comprendería la falsa prosperidad que propone Milei.
“Donald Trump es un espejo atractivo, para mirarse, y ver lo malo que es Joe Biden”
—Recientemente se desató la guerra entre Palestina e Israel en la Franja de Gaza; un año antes Rusia desató la guerra invadiendo Ucrania, ¿estamos en un mundo con policrisis, muchas crisis simultáneas, éste es el futuro del mundo?
—Sé que no lo es. Todos ellos tienen una cosa en común. Donald Trump no está en el cargo, si él estuviera en el cargo, Rusia nunca se habría atrevido a invadir Ucrania y Hamás no habría atacado. Mientras Trump estaba en el cargo, no hubo ataques de Hamás. Los talibanes no mataron a ningún soldado. Rusia no invadió Ucrania. China no se atrevió a invadir Rusia. Pero con unos Estados Unidos fuertes y poderosos, va a hacer uso de su poder, esa gente tiene que comportarse bien. Cuando Trump se reunió con Kim Jong-un, el jefe de Corea del Norte, Kim dijo antes de la reunión: “tengo un botón que puedo presionar y que hará estallar a Estados Unidos”. Entonces, Trump se reunió con Kim y le dijo: “tengo un botón más grande que tú”, y eso hizo que Kim dejara de ser agresivo e imperialista. Nadie jode a Donald Trump, saben que se mantiene firme y que habla en serio, que respaldará lo que haga con fuerza militar y económica. Y sin un policía vigilando, puede haber caos.
—En la mayoría de los países del mundo hay un ascenso de las derechas, incluso ultraderechas, como el caso de la Argentina con Milei, también ocurrió en Italia con Giorgia Meloni, el ascenso de VOX en España, ¿cree que hay un corrimiento hacia la derecha de las sociedades a nivel mundial? Si es así, ¿a qué lo atribuye?
—En América Latina es más complicado, si te mueves hacia la izquierda con Petro, Lula, Maduro y los de izquierda, entonces eso no funciona. La gente se da cada vez más cuenta de que se trata de una solución falsa. Entonces la reacción es ir hacia la derecha, y creo que Bullrich será el primer ejemplo de ello. Quiero decir, todos los demás países de América Latina se han movido hacia la izquierda, pero Bullrich se moverá hacia la derecha, y creo que esa será la mejor solución, tendrá éxito a nivel mundial, porque Trump está a la derecha e Italia a la derecha, y Gran Bretaña a favor del Brexit, eso es de derechas. Y creo que las fuerzas conservadoras están explotando el fracaso de la izquierda a la hora de cumplir sus promesas.
—Usted fue quien introdujo el concepto de triangulación o la Tercera Vía, cuando asesoraba a Bill Clinton, que hablaba con demócratas y republicanos quienes no se hablaban entre ellos, aquí diríamos “saltar la grieta”, ¿fue usted el impulsor de esa política?
—Cada lado en Estados Unidos tenía su propio punto de vista y no hablaban con el otro. Cuando los pobres reciben asistencia social, el Partido Republicano dijo que recortaran sus beneficios y no les dieran dinero para el cuidado de los niños, no les des dinero para atención médica. Los izquierdistas dijeron, dales más dinero, no los hagas trabajar, no establezcas límites de tiempo para el bienestar. Clinton dijo que ambos tenían razón y ambos estaban equivocados. Necesitamos dar dinero a los niños, necesitamos dar dinero para la atención médica, necesitamos hacerlos trabajar para conseguir el dinero, nadie debería recibir una comida gratis. Y deberíamos tener un límite de tiempo para la asistencia social de seis meses o seis años, y luego, eso es todo, estás solo en esto. Y ¿cómo combinó esas ideas?, fue muy eficaz. Tomemos como ejemplo la inseguridad y el crimen. La izquierda dijo: no encarcelen a la gente con sentencias largas, sentencias cortas, libertad condicional o rehabilitación. La izquierda también dijo: deshagámonos de las armas de fuego. Lo que Clinton dijo fue: Me aseguraré de que limitemos las sentencias, pero me aseguraré de que realmente tengamos sentencias para las buenas personas, sentencias obligatorias, aumentaré drásticamente el número de agentes de policía. Una vez que lo haga, podré abordar el problema de la delincuencia. Y creo que puede tener mucho sentido combinar esos dos puntos de vista. Así que no se trataba tanto de saltar la grieta sino de reunirlos y entender que no son una grieta, son simplemente cosas que la gente apoya y que pueden funcionar en conjunto y ser efectivas.
—¿Esta grieta es mayor hoy que hace veinte años?
—Sí. Pero eso se debe a que los conservadores y los liberales se niegan a aceptar a Donald Trump. Creo que cuando Trump dejó el cargo, la grieta se estaba estrechando, la gente se estaba uniendo. Luego, Biden ganó las elecciones, probablemente de manera deshonesta, y ahora creo que la gente ve lo malo que es Biden y lo bueno que fue Trump. Y esa grieta ahora se está reduciendo hasta un punto en el que, si Trump gana otro mandato, es posible que ya no exista. Por ejemplo, Trump sólo obtuvo el 12% del voto negro, ahora está ganando 25%. Ganó sólo el 30% del voto hispano, ahora está ganando 40%. En las encuestas, perdió entre los menores de 30 años por 20 puntos, ahora tiene una ventaja de 20 puntos entre las personas menores de 30 años. Cuando Trump se postuló contra Biden en 2020, Biden lo venció en el voto popular por cuatro puntos. Ahora Trump tiene cinco de ventaja, está nueve puntos mejor que antes. Creo que eso refleja un consenso de los estadounidenses de que hemos visto lo que Biden tenía para ofrecer, hemos visto lo que Trump tenía para ofrecer. Los ponemos uno al lado del otro y decimos: ¿qué quiero, 10% de inflación o 2%?
—¿Cree que Trump será presidente nuevamente?
—Sí.
—Usted fue el primero que habló del voto joven y de ir a buscarlo en las redes sociales, como una herramienta de apoyo por fuera de los instrumentos de la política tradicional, ¿eso está creciendo y en el caso de Milei, la explicación es por las redes sociales?
—Las redes sociales permiten una comunicación mucho más profunda. También es más fácil hacerlo, hay algo más superficial. El problema con las redes sociales es: ¿pueden transmitir lassoluciones complejas que necesita Argentina o serán sólo una solución simple, y se hará la dolarización? Y tenemos que ver sobre eso. La gente siempre adoró a dioses falsos y la dolarización es uno de esos.
—¿Cree que la Justicia estadounidense va a terminar condenando a Donald Trump, y cree que tenemos leyes que interpelan a los políticos?
—En Estados Unidos la ley es muy diferente de un estado a otro, hay ciertos estados que son muy de izquierda, están controlados en gran medida por personas minoritarias, son muy de izquierda. Y Donald Trump iría a la cárcel, pero creo que los votantes entienden lo falso que es eso. Entienden que estos no son crímenes reales, que él no es culpable de nada, de lo único que es culpable es de ganar. Y creo que a medida que avance este año, Trump perderá cada vez más casos en los tribunales por ganar cada vez más puntos con los votantes. Por ejemplo, en enero de este año, Trump estaba unos cinco puntos por delante de DeSantis, su gran rival, y nadie lo acusó. Ahora Trump tiene cuatro acusaciones y dos arrestos, y está 50 puntos por delante. Creo que eso es lo que está pasando aquí.
“Quien se presente contra Milei ganará, porque toda su candidatura se basa en un fraude”
—Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, parecía que iba a ser el ganador de la interna, porque es quien tiene mayor exposición, experiencia y trayectoria, también tiene el “aparato político” para la campaña, difusión y comunicación del partido en la Ciudad, ¿cómo explica que haya sacado solo el 11%, la mitad de lo que obtuvo Patricia?
—Demasiado tibio o demasiado tímido, demasiado burócrata, demasiado inseguro, para que todas las piezas estuvieran estampadas correctamente. Le faltó coraje y visión, Bullrich tiene coraje y visión. Necesitas ser un líder, no puedes ser simplemente un burócrata.
—¿Cree que hay un tema con las encuestas, que todos los encuestadores tienen problemas en todos los países y no pueden predecir el futuro?
—A veces lo hacen, hay buenos y malos encuestadores. Sé que las encuestas que he hecho siempre han sido muy, muy precisas. Predije que Lula ganaría por medio punto y así fue. Predije que Petro ganaría por un punto y así fue. Y creo que estoy bastante seguro de lo que está pasando ahora en Argentina.
—No sé si sabe que en Argentina dicen que Milei está loco, y creo que en el caso de Donald Trump, también mucha gente dice que está loco, ¿estar loco, para la política, es bueno o malo?
—Es malo si realmente estás loco.
—¿Pero si pareces loco?
—En Estados Unidos tenemos una frase, “loco como un zorro”. El zorro es muy astuto, muy inteligente, entonces finges estar loco, pero realmente eres como un zorro.
—¿Cómo comenzó su carrera asesorando a políticos y dirigiendo campañas electorales?
—Mi padre estuvo activo en política y luego fue el abogado personal de Donald Trump, por eso me crié en torno a la política toda mi vida. Y fui muy activo en la política local en la ciudad de Nueva York cuando era niño. Me convertí en consultor político en 1978, mi primer cliente fue Bill Clinton, quien entonces era fiscal general de Arkansas, y me pidió que lo ayudara a ser elegido gobernador, lo hice y eso impulsó mi carrera.
“Cuando Trump dejó el cargo, la grieta se estaba estrechando, la gente se estaba uniendo”
—Usted asesoró a Bill Clinton que gobernó los Estados Unidos entre 1993 y el 2001, y también fue asesor de Boris Yeltsin, expresidente ruso que gobernó prácticamente en el mismo período, entre 1991 y 1999, ¿cómo fue que terminó asesorando a Yeltsin casi en el mismo momento que a Clinton?, ¿encuentra una paradoja en asesorar a estos dos países enfrentados desde que terminó la Segunda Guerra Mundial?
—El presidente Clinton me llamó después de reunirse con el presidente Yeltsin de Rusia en enero de 1996. Recordé la Cumbre de Hyde Park, la casa de Franklin Roosevelt en Hyde Park, y Clinton me dijo que le preocupaba que Yeltsin fuera derrotado por los comunistas y los fascistas que estaban compitiendo contra él. Estaba en una carrera a tres bandas con un excomunista y un exfascista, y estaba tercero. Entonces, Clinton me pidió que intentara ayudar a Yeltsin a ser elegido, y le recomendé que contratara a mi exsocio comercial, un tipo llamado Dick Dresner del MDR de Estados Unidos, y que hiciera sus encuestas, y Yeltsin lo hizo. Luego, el presidente me enviaba los resultados de las encuestas cada semana, yo iba a la Casa Blanca y hablaba con el presidente Clinton. A veces, contestaba la línea directa, el enlace telefónico directo con el Kremlin, y le daba a Yeltsin consejos políticos sobre qué decir y dónde hacer campaña. El gran avance de la campaña, sin embargo, tuvo lugar en abril de 1996, cuando el ministro de Petróleo de Arabia Saudita me llamó y me pidió que volara a Ginebra para reunirme con él, me dijo que los soviéticos estaban muy preocupados por la posible pérdida de Yeltsin, que habían acordado renunciar a un pago de deuda de quinientos millones de dólares que Rusia le debía a Arabia Saudita, el 1° de mayo de 1996. Me dijeron que me decían esto porque querían asegurarse de que el presidente Clinton lo supiera. Entonces llamé al presidente Clinton esa tarde, él estaba en Japón camino a Moscú, y me dijo: Yeltsin, tiene un regalo, puedes darle quinientos millones de dólares. Yeltsin estaba muy feliz por eso, y utilizó el dinero para pagar los salarios atrasados de sus mineros del carbón, los trabajadores siderúrgicos y otros sindicatos, eso le hizo muy posible ganar.
—También asesoró y llevó a la presidencia a Vicente Fox en México, quien era el directivo de la Coca-Cola en aquel país, ¿puede ser que haya inaugurado allí la era de los empresarios irrumpiendo en la política?
—Fox era más conocido por su defensa de la democracia. El PRI había estado gobernando el país desde 1917, había tenido elecciones arregladas y amañadas, había ganado todo el tiempo. Era un país de partido único y Fox fue el primer hombre en desafiar eso. Él se acercó a mí y volé a México para aconsejarlo en la carrera, finalmente pudo ganar. Y creo que éste fue realmente el comienzo mismo del cambio en América Latina, de gobiernos autoritarios, generalmente de izquierda, a gobiernos democráticos, y muchos otros países hicieron lo mismo después de México. Así que es algo de lo que estoy muy orgulloso. Hay una historia muy divertida, hubo un anuncio en televisión, y lo que básicamente dijimos fue que con el PRI, van a intentar sobornarte para que votes por su candidato, está bien aceptar el dinero, pero vota por nosotros. Entonces, el anuncio mostraba a un hombre y una mujer de familia, en un hogar pobre en México, se oye un golpe en la puerta, mujer va hacia allí y pregunta quién es. El tipo dice, “señora, soy del PRI, ¿por quién va votar usted?” y la señora contesta que ella siempre votó por el PRI. Entonces, el hombre mete la mano en su camioneta y le da una gran canasta de comida, mientras él se aleja, ella lo saluda desde la puerta. Y una vez que él se fue, ella regresa a la casa y dice “les dije que votaría al PRI, pero en realidad apoyo a Vicente Fox”, y su esposo grita: “¿Por qué les dijiste que votamos por ellos si nosotros votamos por Fox?” Pero al final, ella está sentada comiendo la comida y dice, “por los 71 años que me engañaron, ahora los estoy engañando a ellos”.
—Usted asesoró a Mauricio Macri en sus comienzos en la política en 2003, ¿se imaginaba en aquel entonces que iba a llegar a la presidencia?
—Sí, yo había trabajado para Fernando de la Rúa cuando era alcalde de Buenos Aires, y para Macri cuando se postuló para ser el alcalde de la Ciudad, y sabía que ese sería un paso importante para convertirse en presidente del país.
—Sobre Mauricio Macri dijo: “Es un niño rico que nunca hace su tarea”. ¿Qué análisis hace de aquel Macri en sus comienzos y el actual expresidente?
—Él apoya a Bullrich y se opone a Milei, no creo que haya ninguna duda al respecto. Pero lo que dije sobre él es cierto, cuando creces con un padre muy rico, particularmente uno que es muy poderoso políticamente y te dedicas a la política, existe la tentación de sentarte y simplemente vivir de su poder. Macri empezó a hacer eso, y cuando llegó a la presidencia se volvió mucho más responsable, pero en última instancia su administración fue un fracaso y creo que probablemente esa sea parte de la razón.
—Usted asesoró también a Viktor Yushchenko en Ucrania, que es banquero y político, ¿en qué época lo asesoró, fue cuando lo envenenaron para intentar matarlo, y luego ganó las elecciones presidenciales en 2005?
—Ucrania, después de independizarse de Rusia, nunca pudo gobernarse a sí misma porque los excomunistas tomaron el control y dirigieron el gobierno, eran muy corruptos y no había una democracia real. En 2005, hubo unas elecciones amañadas y arregladas, decían que Yanukóvich sería el ganador, el candidato comunista. La gente en Ucrania se amotinó, durante tres meses ocupó la plaza en Kiev y no dejó entrar a nadie, bloquearon el tráfico y no dejaba funcionar al país. Yo estaba en Kiev en ese momento y trabajé con ellos para tratar de promover la causa de la democracia, estoy muy satisfecho y muy feliz por eso. Tuve la oportunidad de hablar con Yushchenko el otro día, y él lo está haciendo bien. El incidente que mencionas sobre el intento de asesinato fue terrible. La KGB lo llamó y le dijo: ¿Por qué no nos reunimos, almorzamos, nos reconciliamos y somos amigos? Él aceptó, se sentó a almorzar y pidió borsch, la sopa, y estaba envenenada con dioxina, enfermó gravemente, casi muere, pero se recuperó a tiempo para ser elegido presidente de Ucrania y ponerlo en el camino hacia la democracia, y ahí está hoy. Creo que la frustración de Rusia con eso, es uno de los elementos de su decisión de invadir Ucrania y tratar de lograr a través de su ejército, lo que los votantes no les darían en las urnas.
—¿Cree que fue Putin quien intentó asesinar a Yushchenko?
—Sí, absolutamente. Putin ha querido constantemente apoderarse de Ucrania. Vea, la población de Rusia es de unos 145 millones, lo cual no es una cifra enorme, fue casi el doble. Y con Ucrania, son más de doscientos millones y es principalmente la agricultura que Rusia necesitaría. Por eso Putin, siempre ha estado ansioso por derrocar al gobierno allí y reemplazarlo con un satélite comunista que él pudiera controlar.
—Usted también asesoró al Partido de la Independencia del Reino Unido en la campaña por el Brexit, ¿por qué cree que triunfó el Brexit en el Reino Unido?
—Ahí nació la Unión Europea, como una asociación comercial sin aranceles, una zona de libre comercio, como el Mercosur en América del Sur. Y creó mucho más que eso, la Unión Europea le estaba diciendo a Gran Bretaña dónde podía llevar inmigrantes y cuáles debían ser sus políticas sociales, cuánto tenía que gastar en agricultura, dónde podía pescar, todo tipo de cuestiones que iban mucho más allá de las cuestiones comerciales. Y al pueblo de Gran Bretaña le molestó eso, querían recuperar su propio gobierno. Entonces, los miembros del Partido de la Independencia del Reino Unido, UKIP, que fundó la iniciativa Brexit, me llamaron y me pidieron que fuera a darles consejos, lo hice, y eso llevó a aprobar el Brexit, lo que le ha servido muy bien a Gran Bretaña.
—Las encuestas vienen mostrando desaciertos en cuanto a sus mediciones electorales, ocurrió en Brasil en las últimas elecciones donde Lula ganó por apenas dos puntos de diferencia a Bolsonaro, cuando las encuestas mostraban una diferencia mucho mayor de Lula, en Colombia con Petro sucedió algo similar, y lo mismo en las PASO aquí en Argentina donde a Milei le otorgaban un máximo de 20 puntos y terminó sacando 30, ¿a qué atribuye que fallen las encuestas?
—De los ejemplos que nombras, hice encuestas en los dos y en ambos países tuve exactamente razón de lo que iba a pasar. Encuesté para Bolsonaro en Brasil, y predije que perdería por un punto y medio, ese era el margen exacto. Encuesté para Hernández en Colombia y predije que perdería por dos puntos, que es exactamente lo que pasó. Entonces, si se realizan encuestas con precisión y no intenta hacer trampa, no intenta que salga a su manera, puede obtener una lectura precisa. Y creo que probablemente esa sea la razón por la que tantas encuestas estaban sesgadas en contra de Milei.
—Desde que Donald Trump fue imputado por la Justicia norteamericana, su popularidad se disparó, por ejemplo en julio una encuesta de Ipsos/Reuters le daba un 44%, frente al 29% de su rival republicano más cercano, el gobernador de Florida DeSantis, y luego de la primera imputación de la Justicia pasó a tener 47% de apoyo, frente al 19% que le otorgaban a DeSantis, ¿cómo explica explica la popularidad de Trump, aún con las imputaciones judiciales?
—Necesitas actualizar tus datos, ahora está en 59%. Y tienes razón, ha ganado más de diez puntos desde que fue acusado, y es que el pueblo se da cuenta de que esta acusación no es genuina, es un intento de Biden de impedir que Trump interfiera con el presidente. Es algo mucho más típico de lo que sucedería en países como Venezuela que en Estados Unidos, y la gente se da cuenta de que este sistema está manipulado, que está diseñado para mantener a Trump alejado de la presidencia. Y cuanto más intenta la administración detenerlo por medios opuestos a la democracia, más fuerte se vuelve su apoyo.
—En una entrevista reciente que dio a Luis Rosales, usted habló de un gobierno global dirigido por el poder económico financiero, los pocos que tienen todo el dinero en el mundo, y que ese gobierno no se preocupa por lo que ocurre en los países, intenta gobernar en todo el mundo en función de sus intereses financieros, ¿usted cree que hay una dictadura financiera dirigida por los ricos del mundo?
—Sí, creo que esa es una buena manera de describirlo. Los países del mundo, las economías del mundo, los ricos del mundo y la economía en su conjunto, los que están cerca del G7, el G20, el FMI, el Banco Mundial, ellos, cuando no están de acuerdo, discuten entre ellos y llegan a una conclusión. Pero los gobiernos del mundo no tienen esa oportunidad. No coordinan sus políticas, pueden pelear entre sí todo el tiempo. Y cuando las potencias económicas hablan con una sola voz, eso tiende a dominar lo que hace el mundo. Y creo que muchos de los problemas que estamos viendo en países de todo el mundo, de personas que se rebelan contra el poder de los oligarcas económicos, se debe al hecho de que los oligarcas no dieron voz a la gente, intentan anular esa voz. Así que en Gran Bretaña, en Italia se tenía eso y en muchos de los países se tiene eso. Y creo que eso se debe a que existe un sistema económico global, pero no un sistema político global.
—¿Ve que el propio sistema democrático está en peligro?
—No, creo que está en aumento. Creo que los poderes financieros se están dando cuenta cada vez más de que no pueden hacer simplemente lo que quieran, que tienen que esperar que la gente les diga lo que piensan. En muchas elecciones hemos tenido situaciones en las que los financistas van en un sentido y los votantes en el otro. Y el más importante de ellos es Estados Unidos, donde la comunidad financiera y la gente rica apoyaron a Joe Biden. Incluso los republicanos suelen quedarse con los ricos y los demócratas con los pobres, en los Estados Unidos se revirtió y Trump obtuvo los votos de la mayoría de la gente promedio y la mayoría de los ricos respaldaron a Biden. Sin embargo, la última vez el electorado votó por Trump y creo que lo volverá a hacer ahora.
—¿Se imagina un nuevo sistema de gobernanza global diferente a la democracia?
—Debemos darnos cuenta de que la gran mayoría del mundo está gobernada por dictadores. China con 1.400 millones de habitantes, Rusia con doscientos millones, gran parte de África, gran parte de Asia, están gobernados por dictaduras. El número de países libres en el mundo es muy limitado. Y si alguna vez tenemos un gobierno global en el que cada país tenga un voto, el voto de China, tal vez un voto lo emitirá una sola persona. Rusia, un voto, será lo que Putin decida. Entonces, no pueden decir, “está bien, Putin obtiene un voto, la burocracia china de Beijing obtiene un voto y Estados Unidos obtiene trescientos millones de votos”. No puedes hacer eso, así que hasta que seamos un mundo de democracias, el gobierno global es en realidad, un mecanismo para dar poder a unos pocos ricos, no al votante promedio.
—Usted describe el sistema político argentino como una anomalía porque, enfatiza con que es el único país del mundo donde la gente vota por un candidato que no le agrada, ¿podría ampliar esta idea y compartirla con nuestra audiencia, por favor?
—No tienen que votar por alguien que no les agrada, las personas que están en la boleta suelen ser personas que no les agradan. El centro de la política argentina es, por supuesto, el Partido Justicialista, el Partido Peronista, que inicialmente gozaba de gran popularidad. Entonces, la gente empezó a aprender que en realidad, no era la persona promedio, como el PRI en México, un partido pequeño destinado a perpetuar el poder de unas pocas personas y la oligarquía económica transformada en un partido político. El problema, sin embargo, es que el partido, normalmente sólo tiene un candidato y el resto de los partidos tiene más de uno, así que la mayoría acaba seleccionando al PRI, aunque no le guste.
—Permítame hacer una pregunta hipotética. Creo que usted cree que el año que viene Donald Trump será elegido nuevamente presidente de los Estados Unidos, ¿cómo imagina que será el mundo en 2025, cómo cambiará el mundo con Donald Trump nuevamente presidente?
—Trump es un firme defensor de la libertad y la democracia, y creo que será muy contundente al respecto. China no invadirá Taiwán si Trump resulta elegido, tendrán miedo de hacerlo. Rusia se retirará rápidamente de Ucrania, le tendría miedo a Trump. Creo que la masacre en Israel no hubiera ocurrido si Trump fuera presidente. Un líder fuerte como ese podría evitar estas cosas como lo hizo cuando era presidente. También creo que sus políticas en Estados Unidos provocarán un gran cambio en la economía estadounidense y habrá muy poca inflación, un buen crecimiento económico, y eso ayudará al resto del mundo. Estados Unidos es una especie de locomotora que puede sacar al resto del mundo de la pobreza. Y creo que si Trump es elegido, eso es lo que seguirá haciendo, básicamente continuar donde lo dejó cuando dejó el cargo.
—Me imagino que esto es posible, pero la guerra en Israel continuará en 2025, ¿cómo cree que podría ser la solución a este conflicto si Donald Trump resulta elegido el 1° de enero de 2025?
—Creo que Trump lo resolverá porque entiende que la clave para esto es asegurarse de que Irán no tenga suficiente dinero para continuar estas guerras en todo el mundo. Cuando Trump era presidente, Irán ganaba nueve mil millones de dólares al año con el petróleo, ahora gana 70 mil millones de dólares al año con el petróleo, y está utilizando ese dinero para financiar a Hamás, Hezbolá y otros grupos terroristas en todo el mundo. Creo que Trump entiende que si se impide que Irán venda petróleo, y se vuelve a imponer el embargo que Trump impuso cuando estaba en el cargo, se desconecta a estos grupos terroristas, se les niega financiación y creo que colapsarán muy rápidamente.
Un ejercicio con ChatGPT
Le planteamos a ChatGPT: ¿Qué le preguntarías a Dick Morris si pudieras entrevistarlo?
La inteligencia artificial elaboró un modelo de cuestionario de diez preguntas. Se interesó por el momento más destacado de su carrera como asesor político; cuál es la habilidad más importante que debe tener un asesor político para tener éxito; la evolución de la política en los Estados Unidos, desde que comenzó su carrera; cómo ha evolucionado el papel de las encuestas en las campañas políticas a lo largo de los años; alguna anécdota o experiencia de su experiencia de trabajo con Bill Clinton; cómo ha cambiado la forma en que se desarrollan las campañas políticas; sus sugerencias para reducir la división partidista en la política estadounidense, y cuáles son los mayores desafíos que enfrenta la política estadounidense en la actualidad, y en el futuro, entre otras cuestiones.
Luego le preguntamos a la IA cómo cree que respondería Morris a cada una de las preguntas.
También lo hizo.
En este enlace QR, el resultado de este ejercicio con inteligencia artificial.
Producción: Melody Acosta Rizza y Sol Bacigalupo.
Por Jorge Fontevecchia-Perfil