La diputada nacional de Encuentro Federal criticó a Mauricio Macri por haber elogiado al candidato libertario “mientras Milei insultaba a Larreta”.
Margarita Stolbizer, diputada nacional (Encuentro Federal), llamó al oficialismo y a la oposición a reflexionar, ya que considera que el debate político en Argentina está en un nivel de mediocridad . “Argentina está atravesando una situación tremendamente crítica”, resaltó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Dijiste que tanto oficialistas como opositores deberían tomarse un tiempo para reflexionar sobre el futuro. Quisiera escuchar tu reflexión sobre la situación luego de las elecciones.
Mi declaración no tiene que ver solamente con quién salió primero o segundo en la elección. Yo vengo siendo bastante crítica, autocrítica si se quiere, porque pertenezco a la política, respecto a la mediocridad que tiene el debate político en la Argentina.
Hemos participado de una campaña electoral que no era otra cosa que una guerra de consignas y frases hechas para los slogans de campaña y muy poca profundidad.
Vimos que, en los debates por televisión, los candidatos tampoco se salían de los libertos y las frases-slogan.
Argentina está atravesando una situación tremendamente crítica, aún reconociendo en nuestro país un enorme potencial para salir de esta situación, si tuviéramos la capacidad de dialogar, construir acuerdos y pensar hacia el futuro.
Yo he insistido durante muchos años que el problema de la Argentina era que le faltaban ámbitos de diálogo, de construcción de consensos y miradas de largo plazo, porque todo es cortoplacismo.
Entonces, la política se agota en lo electoral, en ver qué puedo hacer para ganar, y de esa manera banalizamos la política y desperdiciamos la potencialidad de la Argentina sin una discusión de fondo.
Un poco mi idea era ver si podíamos promover un debate más profundo sobre lo que la Argentina necesita y un buen diagnóstico sobre los problemas.
Vos tenés una experiencia que poca gente tiene. Estás siendo parte de Juntos por el Cambio, partido fundado por Macri, pero también fuiste aliada de Sergio Massa cuando enfrentó al kirchnerismo en su momento.
¿Cuánto creés que hay de superficialidad en las discusiones ideológicas entre ellos? ¿Cuán más pro-mercado es Macri que Massa? ¿No estaremos, en verdad, más bien ante un choque de egos?
Puede haber algo de eso. Yo señalé la superficialidad que tiene el debate, no creo que tengamos posicionamientos ideológicos.
Hemos conversado en otras oportunidades. Yo pertenezco a un partido socialdemócrata, progresista, humanista, que ha tenido que optar por uno de los dos ejes de polarización que había, hoy rotos por la irrupción de la ultraderecha.
Lo hemos hecho casi como un acto de necesidad frente a la asfixia que significa para nosotros, como sector que desde la racionalidad intenta abrir los ojos a la sociedad sobre la necesidad de no quedarnos con un voto negativo, que es lo que venía ocurriendo.
Yo veía la campaña de Schiaretti en esta oportunidad y me pareció bastante parecida a la campaña que yo hice en 2015, tratando de ir hacia ese lugar.
Ni siquiera la irrupción de la ultraderecha con Milei está planteada en términos ideológicos. Javier Milei gana porque tuvo el acierto de encontrar dos palabras con las que representa el hartazgo, la angustia y la bronca: la dolarización y la casta.
Termina ganando más por eso que por sus ideas de ultraderecha, no hay una discusión ideológica.
Al no haber claridad en ese debate ideológico, la gente termina votando mucho más motivada por otras emocionalidades que realmente por aquel que representa sus ideas. Eso no es culpa de la gente, se genera porque no hay una clara explicitación de cuáles son las ideas de cada uno, entonces se confunden demasiado.
Yo creo que la alternancia es un gran valor de la democracia, y que lo peor que nos puede pasar son los que se instalan y piensan en su propia perpetuación en el poder.
La alternancia revela cómo cambian los posicionamientos según quién está en el poder y en la oposición. Entonces, las cosas son buenas o malas según dónde me paro y no según la esencia misma de las cosas. Eso nos ha ocurrido incluso en las últimas votaciones que tuvimos este año.
Tenemos otra forma de recibir mensajes, me refiero a lo que en filosofía se denomina estética, lo que Pierre Bourdieu menciona cuando habla de los habitus, un lenguaje, una manera de comunicarse. Creo que, tras la experiencia de los ‘70, los argentinos habíamos logrado un consenso en los últimos cuarenta años, de que la violencia no era la forma de resolver nuestras diferencias.
¿Hay en Milei algo que, independientemente de la ideología, expresa una suerte de regreso a la violencia, más no sea gestual o verbal, para resolver los problemas?
Sí, lo vengo planteando incluso antes de la campaña electoral, que me preocupa más la violencia de Javier Milei que sus ideas. Esa descalificación del otro que hace de manera muy violenta.
Hemos visto en la campaña a Macri elogiando a Javier Milei mientras Milei insultaba a Larreta. Esto ya lo habíamos visto en la campaña anterior, con Macri elogiando a Milei mientras él descalificaba brutalmente a María Eugenia Vidal.
Ese tipo de comportamientos son los que hacen a la falta de convivencia en las relaciones que tiene que tener la política.
Creo que Milei incorpora un elemento muy complejo en lo que son las reglas del juego del funcionamiento de la democracia.
La otra cuestión, que aparece con su candidata a vicepresidenta, es el riesgo de la ruptura de esos consensos básicos de nuestros cuarenta años de democracia, que van incluso más allá del acuerdo de la no violencia, que para mí es inconcebible.
Ayer cumplimos 40 años desde aquella elección del año ‘83 en la que consolidamos la defensa de los derechos humanos como un valor.
Alfonsín eligió asumir el 10 de diciembre, el día mundial de los derechos humanos, para marcar justamente lo que tenía que ser uno de los grandes consensos de nuestra democracia: el respeto irrestricto por los derechos humanos.
Hay cuestiones que están permanentemente en riesgo en el discurso de los candidatos de La Libertad Avanza, y creo que tienen que ver con cuestiones de forma y también de fondo.
Alejandro Gomel: ¿Cómo creés que se va a conformar el nuevo Congreso? ¿Cómo serán los bloques?
La conformación futura del Congreso es algo que me alienta en sentido positivo, porque creo que un equilibrio de fuerzas obliga a dialogar, a construir consensos y acuerdos.
Hemos manifestado que estamos siempre dispuestos a dialogar, acompañar las cosas que estén bien, y rechazar las que no lo estén.
Me pareció bien, muy atinada, la declaración que hicieron los gobernadores de Juntos por el Cambio.
Allí fijaron una cantidad de cuestiones, tanto en el plano de la economía como de la educación, el federalismo y demás, que son las que tienen que regir la búsqueda de esos acuerdos, porque tampoco es la búsqueda de consensos sin contenido, o los acuerdos con intercambio de favores debajo de la mesa.
Lo importante es tener una agenda de prioridades sobre la cual se trabaje en esos acuerdos. Creo que vamos a un Congreso más equilibrado, sin mayorías absolutas, pero tampoco con minorías que puedan obstruir la gestión de gobierno.
Espero que podamos tener un Congreso que nos devuelva un sistema institucional y un funcionamiento de nuestro sistema republicano mucho más ordenado que el que hemos visto en los últimos años.