La supermodelo canadiense, que se destacó como una de las más prominentes en la década de los 90, ha revelado los esfuerzos que realizó para mantener la imagen física que se esperaba de ella.
La canadiense Linda Evangelista fue uno de los rostros más destacados y deseados de las décadas de los 80 y 90. Lideró la generación conocida como las supermodelos, compartiendo escenario con figuras como Cindy Crawford, Claudia Schiffer, Naomi Campbell y Christy Turlington, entre otras.
La fama de estas modelos trascendió más allá del ámbito de la moda y las pasarelas. Como expresó Evangelista en una entrevista con la revista Vogue en 1990, en una de sus declaraciones más célebres: “Nosotras no nos levantamos de la cama por menos de 10.000 dólares al día”. Una frase que resume el éxito y el nivel al que estaban acostumbradas.
No obstante, permanecer en la cima durante tanto tiempo tuvo consecuencias para ella, según lo que reveló la modelo en una entrevista en el podcast ‘Ruth’s Table 4’. En la conversación, confesó que siguió diversas dietas perjudiciales para su salud y que, incluso, dos veces al año ingresaba a un centro en Palm Beach (Florida) para someterse a una ‘dieta de hambre’.
Linda Evangelista reconoció que no empezó a cuidarse hasta estar cerca de los 30. “En aquel entonces podía comer cualquier cosa, pero mi metabolismo empezó a ralentizarse al llegar a los 30. Empecé a hacer ejercicio a los 27 porque empezaba a costarme mantenerme tan delgada”, comentaba la modelo.
Además de la actividad física, se desintoxicaba internamente mediante tratamientos en los que solo consumía agua salada, té laxante de hierbas y tés medicinales durante un período de diez días. Posteriormente, en los días subsiguientes, se limitaba a ingerir un vaso de jugo y una verdura diluida en agua diariamente. “Empecé a hacer estas purgas todo el tiempo y me encantaba hacerlas, pero creo que eran muy perjudiciales para mí”, admitía.
Desde el cáncer a la mala praxis que dejó “desfigurada” a Linda Evangelista
A sus 58 años, la modelo enfrentó graves problemas de salud en los últimos años. Por un lado, superó dos casos de cáncer de mama en un lapso de cinco años, lo que la llevó finalmente a someterse a una doble mastectomía.
Por otro lado, un procedimiento estético malogrado la dejó, en sus propias palabras, con una desfiguración brutal y permanente, causándole una hiperplasia adiposa paradójica, es decir, un aumento en el tamaño de las células de grasa en su cuerpo. A pesar de ello, logró superar estos desafíos tras un período de aislamiento del mundo.
En la actualidad, Linda Evangelista recuperó su felicidad con su cuerpo y su rostro. Se convirtió en la musa de la colección cápsula de Steven Meisel para Zara y Fendi. En una entrevista publicada en ‘El País’ en octubre de este año, afirmó que su objetivo actual es “envejecer. Eso es lo que quiero hacer. Quiero hacerme vieja. Muy, muy vieja”.