El Loco fue reconocido por el público y la delegación albiceleste y respondió con mucho respeto en las conquistas que definieron el partido.
A los 40 minutos del primer tiempo, cuando Nahuel Molina se confió al cubrir la pelota y se le escurrió Matías Viña, quien mandó el centro y encontró la arremetida goleadora de Ronald Araujo, Marcelo Bielsa permaneció sentado en medio del fervor de su equipo, con la mirada en un punto indescifrable. Seguramente, fue una manera de expresar respeto ante su país y frente a una delegación que le dispensó varias muestras de cariño a lo largo de la noche. También hacia el público, que lo aplaudió cunado lo nombraron por los altoparlantes.
Fue una jornada especial para el orientador, de 65 años. Uruguay, que venía de superar como local a Brasil, dio el golpe y venció 2-0 a Argentina en La Bombonera por la quinta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas. Sí, al campeón del mundo y a domicilio. Antes, recibió una cálida bienvenida de parte de su ex pupilo Pablo Aimar (“Pablito, amigo mío, te veo triunfar, hermoso. Lo mejor”, le murmuró), también se abrazó con Walter Samuel y Scaloni. Y después, lo elogió ni más ni menos que Lionel Messi: “Se ve la mano suya en todas las selecciones y los clubes que estuvo, incluyendo la selección argentina”.
No obstante, a la hora del análisis, el ex Newell’s, Vélez, Leeds y Olympique de Marsella lejos estuvo de las definiciones grandilocuentes. Por el contrario, dejó una de sus sentencias más humildes a la hora de poner en valor la victoria: “Argentina es un campeón del mundo inolvidable. Ganarle no nos otorga nada de lo conseguido por ellos. Casi siempre se exageran esas valoraciones”.
Las claves del triunfo charrúa
“Defendimos con mucha intensidad. Después de recuperar la pelota tratamos de conservarla. Cuando un equipo defiende bien también ataca bien y se vieron esas coincidencias. Sumar pases después de haber defendido bien normalmente ofrece algunas situaciones de gol para poder desnivelar el partido”.
“No fue un partido táctico. Nosotros defendimos mucho y elaboramos situaciones para poder convertir. En esa clase de partidos tan friccionados y disputados conseguir un gol desequilibra el partido para el trámite del que convierte”.
El crecimiento que demuestra Uruguay
”El próximo partido va borrando los efectos del anterior y se renueva la exigencia y la demanda de triunfos. Se trata de respetar los tiempos de la competencia e ir sumando actuaciones que consoliden un estilo”.
Qué les dijo a sus futbolistas tras el golpe en La Bombonera
”Les agradecí mucho el triunfo que consiguieron y valoré mucho el esfuerzo que tuvieron que hacer para conseguirlo legítimamente. Por un escaso margen, pero fue un triunfo justo”.