Después de este descubrimiento, Araceli Torrado se tuvo que mudar de la casa que compartían para que el extenista no supiera sus movimientos.
Araceli Torrado, expareja de David Nalbandian, lo denunció por acoso y hostigamiento: él instaló una cámara para espiarla en la casa que habían compartido. La modelo tuvo que mudarse para que él no supiera sus movimientos.
En sus redes sociales, Torrado escribió este miércoles: “Ante las consultas que estoy recibiendo por los hechos de los que resulté víctima y que tienen como autor a David Nalbandian, quiero informarles que estoy llevando adelante las acciones judiciales penales y civiles correspondientes. Gracias por preocuparse y brindarme su apoyo en este momento”.
En un audio que es parte de la causa, Nalbandian reconoció que le colocó una cámara en el ventiluz de un departamento que compartían. Ella había decidido separarse en abril de este año y por motivos económicos siguieron compartiendo el departamento; sin embargo, él la llamaba constantemente.
En junio, junto con su hermano, descubrieron la cámara controlada por wifi que enviaba imágenes: el dispositivo apuntaba directamente a la cama. Aún no se pudo determinar si transmitió imágenes o no, aunque Nalbandian asegura que no la pudo ver por un problema con internet.
Martín Olari Ugrotte, abogado denunciante, explicó: “Tenemos elementos para sostener que Nalbandian usó esa cámara para ver imágenes de forma remota. Tal es así que en alguna oportunidad le preguntó a Araceli si no se pensaba levantar en todo el día”.
El defensor de la víctima, en diálogo con C5N, profundizó: “Solicitamos una serie de medidas para intentar obtener las grabaciones, si es que las hay, porque principalmente emite transmisiones en vivo. Viola el derecho a la privacidad, ella lo manifiesta en los audios. Su única justificación es que quería tratar de entenderla. Hay elementos para avanzar en medidas probatorias. Si se difundieran esas imágenes, lo cual sería peor, Nalbandian sería el único responsable”.
La desesperación de Torrado es grande y Olari Ugrotte comentó: “Nosotros solicitamos la restricción de acercamiento porque es evidente que esta persona no reconoce límites. La Justicia, por el momento, basada en las cuestiones técnicas entendió que no están dados los requisitos para dictar una medida, cuando todos sabemos que deben hacerlo inmediatamente creyéndole a la víctima. Ella se está escondiendo, se mudó porque no tiene la protección que debería garantizar la ley. Quizás esto sea una oportunidad para que suceda”.
La Fiscalía 18 de la Ciudad de Buenos Aires archivó el caso porque los mensajes de Nalbandian y la cámara, según su lectura de la ley, no constituían un delito. Sin embargo, abrió la puerta a que la causa continúe si se presentan nuevas pruebas.