La Fiscalía pidió cinco años de prisión para integrantes del Grupo Albatros de Prefectura. Los defensores van por la absolución.
El Tribunal Oral Federal (TOF) de General Roca condenó a los cinco prefectos implicados en el crimen del joven mapuche Rafael Nahuel.
Fue al cierre del juicio por el asesinato ocurrido en 2017 durante un violento operativo en la zona de Villa Mascardi. El Tribunal le impuso a Sergio Cavia cinco años de prisión por homicidio agravado cometido en exceso de legítima defensa.
Además, los otros cuatro prefectos -Francisco Javier Pintos, Juan Ramón Obregón, Carlos Valentín Sosa y Sergio García- fueron condenados a cuatro años y medio como partícipes necesarios del mismo delito.
Las condenas llegaron seis años y cuatro días después de que fuera asesinado en la provincia de Río Negro el joven de 22 años. En el banquillo de los acusados estuvieron los cinco integrantes de la Prefectura Naval que participaron de un operativo en el marco de la disputa entre una comunidad originaria y la Dirección de Parques Nacionales en Villa Mascardi.
El juicio se llevó a cabo en los Tribunales Orales Federales de General Roca. El veredicto lo dieron a conocer los jueces este miércoles, después de las últimas palabras de los acusados.
Una vez que eso culmine, los magistrados estarán en condiciones de deliberar y leer el veredicto.
Hay cinco integrantes del Grupo Albatros de Prefectura en el banquillo de los acusados. Se trata de Sergio Cavia, Francisco Javier Pintos, Juan Ramón Obregón, Carlos Valentín Sosa y Sergio García, que participaron del operativo llevado a cabo el 25 de noviembre del 2017, cuando gobernaba Cambiemos y el ministerio de Seguridad estaba a cargo de Patricia Bullrich.
Sobre los acusados pesa un pedido de cinco años de prisión por parte de la Fiscalía para cada uno de ellos. Los representantes del Ministerio Público encuadraron el hecho en el marco del “exceso en legítima defensa” al sostener que quedó acreditada la existencia de un enfrentamiento con armas de fuego y que los uniformados accionaron en su protección por encima de lo que establecen los protocolos.
Por otro lado, las defensas pidieron al Tribunal integrado por su presidente, Alejandro Silva, y sus colegas Simón Bracco y Pablo Díaz Lacava, la absolución de los cinco procesados. Consideran que su actuación se enmarcó en legítima defensa sin considerar la posibilidad de excesos.
El caso, que se convirtió en uno de los emblemas de la violencia institucional durante el Gobierno anterior, tendrá su veredicto en un momento político clave. Será a días de la asunción de Javier Milei como presidente de la Nación y de la posibilidad de que Bullrich vuelva a ser ministra de Seguridad, como trascendió hasta el momento.
Una declaración clave en el juicio
El juicio arrancó el 15 de agosto pasado en San Carlos de Bariloche. Una de las que declaró fue Johana Colhuan, prima de la víctima, quien conmovida dijo: “Le disparan a mi primo, cae al piso y después me disparan a mí“, según diario Río Negro.
Según el testimonio de Colhuan, improvisaron una camilla con un tablón para descender al joven herido de la montaña, pero Nahuel “se resistía” porque no quería que el resto de los miembros de la comunidad Lafken Winkul Mapu perdiera la vida por él.
A pesar de que lo ataron a la camilla para que no se caiga, según los testigos, Rafael Nahuel falleció a los cinco minutos.
“Rafa me decía que corra, que corra. Yo le decía que se salve él. Me empezó a empujar para que yo pueda seguir corriendo”, detalló la prima de la víctima. “Rafa tenía su casita de madera. Hacía talleres, hacía herrería y vendía sus cosas (…) No tenía leña muchas veces, se le hacía difícil y él quería vivir mejor”, añadió Johana Colhuan.
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