Como una mezcla de “Her” (la película de Spike Jonze) y las series “Westworld” y “Black Mirror”, la tendencia de las “modelos virtuales” está en alza. Prácticamente es imposible distinguir a la “inventada” de una humana. Para éstas últimas, una competencia desleal… y mucho más económica.
Aunque para muchos los resultados creativos de la inteligencia artificial carecen de alma y exponen su naturaleza robótica, si sirve para achicar costos, para varias empresas, productoras y agencias del mundo del entretenimiento es bienvenida.
La IA no solo puso en la primera línea de fuego el trabajo de diseñadores gráficos, doblajistas, periodistas, y creativos publicitarios, con millones de puestos de trabajo amenazados, sino que también está llegando a nuevas fronteras lindantes a este universo.
Como una mezcla de “Her” (la película de Spike Jonze) y las series “Westworld” y “Black Mirror”, la tendencia de las “modelos virtuales” está en alza en el mundo fashion haciendo que, prácticamente, sea imposible distinguir a la “inventada” de la humana de carne y hueso.
Pero, a los fines prácticos de la marca, ¿acaso eso importa? Todas se parecen a alguien, pero a la vez, no son nadie. Pieles perfectas, cuerpos delgados, saludables, sonrisas blancas, siempre jóvenes… ¡y no facturan!
“Las personas que te pagan por tu arte preferirían no pagarte. Están buscando activamente una forma de evitarte, porque los artistas, por ejemplo, son irregulares”, dice Keanu Reeves sobre los actores, en un ejemplo que bien podría trasladarse al mundo de las modelos y quienes trabajan con ellas: fotógrafos, equipos de producción, maquilladores, iluministas, montajistas, productores, etc.
Este año, la firma norteamericana Levi Strauss anunció que se asoció con la agencia de IA Lalaland.ai, que se especializa en hacer avatares hiperrealistas de modelos. Para prevenirse de las críticas que podría recibir, alegó que esta movida perseguía el objetivo de mostrar cuerpos “más diversos”. Sin embargo y, para sorpresa de nadie, la firma de jeans no pudo evitar quedar en el ojo de la tormenta y tuvo que explicar que no pensaba reemplazar la virtualidad por las modelos humanas. Sin embargo, la Start Up con la que se asoció quizás no piensa lo mismo.
Esta empresa, creada por dos holandeses en 2019, invita a “crear modelos” en tan solo 5 minutos. “90% más barato que cualquier photoshoot” y con “0 muestras físicas”. Su propuesta: hacer un impacto “social” y “sustentable” en el mundo de la moda a través de la IA. “Gasta menos, innova más”, “Ahorre mucho tiempo eliminando la necesidad de sesiones de fotos”, “Elija entre avatares digitales preexistentes y cargue sus diseños al instante para poder salir al mercado”, “Presente sus prendas en una amplia gama de modelos. Posicionarse como una marca inclusiva, aumentar su compromiso e impulsar más ventas”, son algunas de las insignias de esta agencia, donde define su ethos.
Esta reacción abrió en las redes un debate acerca del “tokenismo”, el término que designa el uso de una persona que representa a una minoría para que las marcas eviten ser acusadas de racistas. Sin embargo, en este caso, la acción de Levi’s pareciera solo profundizar esta práctica. “Creo que es una tontería, especialmente porque hay tantas modelos diversas”, dijo Jasmine Rutledge, una modelo afroamericana de 28 años que vive en Los Ángeles, a Business Insider, “hablan de diversidad pero no están dispuestos a hacer todo lo posible para contratar a esas personas”, reflexionó.
¿Influencers virtuales?
Más allá del mundo de la moda, en el universo de las redes sociales, las modelos hiperrealistas creada con Inteligencia Artificial puEden ser verdaderas influencers, como @sofia.artif, por ejemplo, que cosecha halagos como si fuese de carne y hueso (o como si ella fuese a leerlos).
En Barcelona, la agencia The Clueless se propone crear influencers hiperrealistas que representen “maravillosamente diversas personalidades, arrasando en el mundo virtual con su auténtico encanto e impacto duradero”. A pesar de que estas empresas buscan mostrar cierta faceta “diversa”, en la actualidad la fascinación por las modelo virtuales traduce, generalmente, en una fantasía de mujeres jóvenes e idealizadas que viven vidas aspiracionales.
@emilypellegrini tiene 23 años y en su perfil de IG, donde tiene 119 mil seguidores, se define como una chica divertida que ama la vida. En esta red baila coreografías de TikTok , modela, viaja, posa con sus amigas en ropa interior. Emily no solo arrasa en Instagram, sino también en las plataformas de contenido erótico, donde también están en alza otros avatares virtuales, como ella. “Desde los inicios de esta cuenta hasta donde estamos ahora, su presencia, sus ‘me gusta, comentarios y momentos compartidos han sido el corazón de este espacio. No es sólo un número; es un reflejo de las conexiones genuinas que hemos construido y la energía positiva que hemos cultivado juntos”, “escribió la modelo” en el posteo con el que celebró sus 100 mil seguidores.
“Eres una mujer increíble y tan hermosa también”, le contestó un segudor; “¿Lo soy?”, le preguntó ella. Él reafirmó: “Eres una hermosa mujer totalmente natural”.
En el confuso escenario actual, donde el breve límite entre lo real y lo verdadero se enmascara con filtros de Instagram, y las emociones y opiniones pesan más que los hechos objetivos, las nuevas mujeres del “elijo creer” podrían ser la próxima frontera de una educación sentimental patriarcal y complaciente. Como dice Borges: “La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única”, en este caso, quizás, podríamos decir: “Como siempre, es la misma”.
POR CAMILA ALFIE-TELAM