Una suba del dólar muy superior a la esperada aplacó las cotizaciones paralelas. La derrota para los salarios y la actividad. Qué esperan los traders.
La devaluación del ministro de Economía, Toto Caputo llevó a que la brecha cambiaria entre el dólar oficial y las cotizaciones paralelas cayeran al 27%; el valor más bajo en cuatro años. El salto del tipo de cambio fue más alto de lo que se presagiaba; después de que el ministro del Interior, Guillermo Francos, instalará un precio de $650. Para los operadores de los mercados, el sobreprecio tiene una lógica relacionada a la inflación reprimida y se interpreta como la primera “victoria pírrica” de la gestión de Javier Milei. La contracara es que un aumento tan fuerte de la moneda estadounidense tiene un costo mayor en los salarios y el nivel de actividad, por ahora sin paliativo en el primer paquete de medidas.
El 14 de agosto, cuando Sergio Massa hizo saltar el tipo de cambio un 22%, el entonces ministro tardó días en aplicar políticas de contención direccionadas a los ingresos como bonos y aumentos de suma fija. Pese a la decisión sobre el dólar, la diferencia cambiaria no se movió y aunque logró que el Banco Central compre divisas; en la primera semana el saldo cerró en negativo. En plena campaña electoral, el anterior gobierno pateó una segunda suba del precio de la divisa.
Esta vez, el shock devaluatorio está inmerso en un paquete de medidas con foco en anclas fiscales, cuyos resultados (si funcionan) recién se verán en el mediano o largo plazo; y sin políticas para el sector productivo o las personas asalariadas, más allá del refuerzo de programas de asistencia social. Como contó Letra P, estas medidas sólo alcanzan a un 40% de la población que ya es pobre y prevén una inflación interanual del 300% para febrero. La brecha cayó del 148% al 27% y al cierre de esta nota, la autoridad monetaria lleva adquiridos U$S 520 millones.
La dolarización agita más devaluación
Aún con logros en términos cambiarios, inversores de la City porteña y analistas financieros ven que una nueva devaluación se asoma por la combinación de tres factores: la corrección de precios relativos; el dólar importador más caro con suma de impuestos y traslado a precios seguro ($940); y una inercia que se mueve a tres dígitos anuales y que dispararán la inflación, mientras la estrategia del BCRA será mantener las microdevaluaciones diarias a un ritmo del 2% mensual.
En los próximos meses, si el recorte fiscal y la recesión de la actividad no ayudarán al objetivo de enfriar la economía, al punto de deprimir la demanda a niveles bajos o acumular reservas suficientes para mantener el tipo de cambio como ancla. Por lo que puede haber un nuevo fogonazo cambiario, ante la pérdida de competitividad.
El cofundador de la sociedad de Bolsa Adcap Grupo Financiero, Javier Timerman previó que al recorte en materia fiscal puede tardar entre “uno y cinco años” para funcionar como ancla. “Entonces, si la inflación no baja y mantener el dólar atrasado, en algún momento vas a tener que subir muy fuerte de vuelta”. “Mucho también va a depender de cuánto Milei va a hablar de dolarización, de que el BCRA compre divisas y se consigan del exterior, mediante acuerdos multilaterales para que la brecha no se te escape mientras monitoreas la inflación”, evaluó en diálogo con Letra P.
Para el jefe de Research de Ecolatina, Santiago Manoukian en el equipo económico “saben que se pasaron un poco con el tipo de cambio porque atrás se viene una ola de aumentos de precios reprimidos”. “Necesitaban un margen, limitar importaciones y acumular reservas. En la medida que se pierda competitividad sin una reforma adicional, convergencia cambiaria o quitar restricciones, el crawling peg (microdevaluaciones diarias) deberá subir”. El integrante de Romano Group, Salvador Vitelli, mostró el posible atraso cambiario en un gráfico:
La consultora Delphos Investment coincide en la posibilidad de un atraso cambiario. En un reporte a sus clientes, también plantea que como el titular del Palacio de Hacienda mantuvo como punto de llegada del plan económico la dolarización y el cierre del Central, dos banderas clave en la campaña electoral libertaria, “la vigencia de estos objetivos puede aparecer como un factor limitante para la recuperación de la demanda de pesos en el mediano y largo plazo”.
En el mercado de dólar futuro los inversores cierran contratos para febrero con un incremento en el tipo de cambio oficial del 21% ($970) y del 34% para marzo ($1075).
Por Eugenia Muzio-Letra P