Misiones Para Todos

Programa de Juego Responsable: creció la asistencia y se fortaleció el equipo 

Al realizar un balance del año que se aleja, desde el Programa de Juego Responsable describieron las principales líneas de acción en las que pusieron énfasis durante el 2023. Así, se acentuaron las charlas sobre prevención de adicciones en establecimientos educativos, teniendo en cuenta que se trata de una población vulnerable, en desarrollo, de donde pueden surgir futuros jugadores. “Ese es el lugar donde más nos focalizamos. Sobre todo, porque este año se agregó un ingrediente que es el abuso de las pantallas y, a finales de año, empezó a aparecer una problemática más creciente de juego online de azar a través de mecanismos ilegales”, manifestó la licenciada Isabel Zilveti.

Insistió con que las charlas de prevención “son una de las líneas que más trabajamos. Nuestro eje son encuentros de una hora, con alrededor de 150 alumnos por vez, teniendo en cuenta que es interactivo y donde se busca indagar lo básico: ¿qué son las adicciones?, ¿por qué se desarrollan?, ¿qué elementos participan?”.

Esto, sin dejar de lado la parte emocional. “Se hace un manejo básico de lo que son las emociones, la importancia de identificarlas, de validarlas, de hablar. El silencio enferma y es necesario que podamos dialogar sobre los problemas. Son recursos básicos en materia de prevención de cualquier problemática de salud mental, que se trabajan durante la charla con los adolescentes”, apuntó.

Recordó que esta modalidad de charla la empezamos a implementar a mediados del año pasado y que tuvo muy buena repercusión. “Cuando finalizamos los encuentros es muy común que los chicos se contacten, que se acerquen personalmente porque no lo quieren hacer en grupo, a fin de comentar problemáticas que van desde violencia, abuso sexual y hasta las formas en las que ellos encaran sus problemas con sus pares”. Después de eso, en los casos que fueron necesarios, “se continuó por los canales correspondientes, se hicieron denuncias, y se dialogó con directivos de los establecimientos educativos, para facilitar ayuda”.

Expresó que se aprovechan esos espacios individuales privados para que los jóvenes evacuen todo tipo de dudas, propias de la edad. Es una forma un poquito más especializada de bajar información de la que ya se estaba hablando en las charlas.

La profesional celebró que, a pesar de las condiciones climáticas adversas, en 2023 lograron aumentar la cantidad de charlas en relación al año pasado, visitando más de 100 establecimientos educativos, trabajando con más de 6000 chicos, y logrando visitar casi todos los Departamentos de Misiones (lo último fue San Pedro y 25 de Mayo).

Concursos

Más allá de las charlas de prevención de adicciones -a la que califican como una actividad pasiva/activa porque escuchan e intervienen-, el Programa de Juego Responsable realiza los concursos que son 100% activos, porque los alumnos tienen que crear algo que busque concientizar o informar sobre una problemática. El tema propuesto durante este año fue “el exceso de pantallas en el uso de videojuegos. Trabajamos con más de 600 alumnos de ocho establecimientos educativos de Puerto Rico. Participaron 112 con obras de tipo cómics y a finales de noviembre se hizo entrega de premios”, confió Zilvetti, que en el área se desempeña junto a las colegas: María Belén Díaz Beltrán, Marisa Seewald y Gabriela Peralta.

Como otra línea de acción desarrolla un concurso virtual para mayores de edad, en febrero, que es el Mes del Juego Responsable. “Nos acercamos con información a más de 500 personas con preguntas puntuales sobre cómo jugar de manera saludable. Es una forma muy versátil de llevar el número del programa de Juego Responsable a los misioneros para que se contacten y a la vez, concientizar sobre las vías de ayuda para problemas con el juego, la autoexclusión, pautas para un juego saludable, que son las líneas con las que siempre trabajamos”, sostuvo Zilveti. De la mano, con los mayores de edad, efectuaron siete intervenciones urbanas donde, más allá de entregar folletería y dialogar con los transeúntes, organizaron juegos de preguntas y respuestas.

Cursos de capacitación gratuitos

Este año desde el Programa se trabajó con 47 profesionales, en diversos cursos de capacitación, de dos meses de duración, con el objetivo de profundizar en información que ya habían impartido los Dres. Alfredo Cía y Julia Brizuela y el licenciado Manuel Tomé, y brindar más casos clínicos. “Tenemos cursos en prevención de adicciones que tienen como objetivo prevenir, para que el personal del Servicio Penitenciario y del Centro Modelo de Asistencia y Seguimiento de Niños, Niñas y Adolescentes (CeMoAS) tenga información suficiente para prevenir en su vida cotidiana y en su quehacer profesional, en lo que son las adicciones conductuales. Son cursos virtuales de cuatro módulos y tres horas de duración. Si bien siempre se habla del trastorno por el juego apuestas, se busca hacer foco en lo que son la línea de las conductuales”.

La orientación siempre está activa. En el año el Programa fue visitado por 25 personas que refirieron problemas sobre juego o que llegaron en busca de asesoramiento. Por WhatsApp, en tanto, se contactaron 37 personas. Según Zilveti, la adicción al juego siempre es una manifestación de otro problema. “Si bien es una enfermedad propiamente dicha, surge porque hay otros elementos que alimentan la enfermedad, como cualquier otra adicción.

En lo que refiere a prevención primaria, secundaria, el programa es un excelente canal para incentivar lo que a veces cuesta en adicción al juego, que es la necesidad de reconocer un tratamiento, que el jugador realice tratamiento. En la provincia existen diferentes puntos públicos y gratuitos para hacer tratamiento, pero también hay espacios privados. Siempre decimos que, sí tuvimos dinero para jugar e, incluso, endeudarnos, por qué no usar ese dinero para iniciar un proceso terapéutico, que en muchos casos es necesario”

La autoexclusión sigue activa. La cifra de este año se mantiene en 130, algo muy parecido a la del año pasado. “No solo recibimos autoexclusiones, sino que desde fines de 2022 empezamos a comunicarnos con todos los autoexcluidos. Lo hacemos primero por WhatsApp, para coordinar una comunicación telefónica, pero, si la persona se siente más a gusto, continuamos por el mismo canal. Lo positivo de esas intervenciones es que la mayoría responde positivamente, informando que la autoexclusión le fue útil, y muy poca se enoja. Sirve porque nos enteramos que fueron a un casino y no los detectaron, porque les está costando mucho, entonces incentivamos y volvemos a reafirmar la necesidad de tratamiento. Es una ayuda psicológica de seguimiento para aquellas personas que refirieron tener un problema con el juego”.

Años de permanencia

En el transcurso de los años de vigencia del Programa de Juego Responsable “modificamos las charlas de prevención de adicciones para girar más en torno a la problemática que alimenta una adicción o que alimenta un consumo problemático. Apuntamos a introducir más elementos psicológicos en todo lo que refiere a la prevención. Por esa razón también modificamos la estadística que tenemos de autoexcluidos, sumando este elemento de seguimiento y de incentivo a que realicen un tratamiento. La adicción o los problemas de consumo, cuando están más instaurados, requieren ese tipo de seguimiento, información a la familia -es clave-. Si la persona no habla de su problema, es muy difícil que pueda salir sola. Entonces, como equipo, sumamos más elementos para mejorar las líneas de acción y hacer un asesoramiento más efectivo desde la parte psicológica”.

Las profesionales “notamos que los jóvenes hablan, buscan contar lo que les pasa, buscan acercarse a los adultos que cumplimos la función de protegerlos, cuidarlos y guiarlos. Desde nuestra tarea, vemos un cambio en los jóvenes. Cuando dejan de hablar es porque notan que no hay cambios. Tienen que insistir en buscar canales de diálogo, con sus pares, con sus familiares, con sus amigos, con la iglesia, con aquello en lo que crean, con personas que sean de confianza, pero no elegir el camino del silencio porque es donde se empiezan a instaurar conductas que no le van a favorecer en su calidad de vida”.