En una audiencia llevada a cabo en el tribunal federal de apelaciones de Washington, los abogados de Donald Trump argumentaron a favor de la inmunidad presidencial del exmandatario republicano en relación con los eventos ocurridos durante el asalto al Capitolio en 2021.
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugirió que los demócratas buscarán ganar las próximas elecciones presidenciales a través de procesos judiciales. Estas declaraciones se produjeron después de que Trump asistiera a una audiencia en un tribunal de Washington.
“Creo que ellos sienten que esta es la forma en la que van a tratar de ganar”, afirmó Trump a periodistas al salir del tribunal. “Es algo muy triste lo que ha sucedido con toda esta situación. Cuando hablan de amenaza a la democracia, esto es una amenaza real a la democracia”, agregó.
Trump participó en la audiencia, programada a menos de una semana de los caucus de Iowa, que marca el inicio del calendario electoral en Estados Unidos. Aunque su presencia no era obligatoria y no tenía permiso para hablar. A la salida acusó falsamente al actual presidente Joe Biden de obligarlo a apartarse de su campaña para acudir al juzgado.
Aprovechando la asistencia de los medios, el exmandatario reiteró uno de los argumentos presentados por sus abogados: dijo que rechazar su solicitud de inmunidad y permitir la continuación del caso penal abriría una “caja de Pandora” contra los líderes en funciones.
Las juezas cuestionaron de manera continua a la defensa de Trump sobre sus afirmaciones de que el expresidente está exento de cargos penales por acciones que, según él, estaban amparadas por sus responsabilidades oficiales durante su mandato. Dentro de la sala, su defensa llegó a sostener la inmunidad presidencial incluso en hipotéticos casos de asesinatos políticos a opositores.
“Siento que, como presidente, hay que tener inmunidad. Muy simple”, comentó Trump a la salida.
El mes pasado, el juez del tribunal inferior que supervisa el caso consideró que el mandatario no puede ampararse en la inmunidad del cargo y las preguntas planteadas por las juezas de apelación este martes plantean qué tan convencidas pueden estar con las respuestas de la defensa.
“Creo que es paradójico decir que su deber constitucional de velar por que las leyes se ejecuten fielmente le permite violar el derecho penal”, afirmó la jueza Karen LeCraft Henderson, designada por el expresidente republicano George H. W. Bush.
Un decisión que macaría la historia política de EE. UU.
El desenlace de este caso podría tener consecuencias significativas tanto para el proceso penal en curso contra Trump como para la cuestión más amplia y aún no probada legalmente de si un expresidente puede enfrentar procesos judiciales por acciones realizadas durante su mandato en la Casa Blanca.
Además, es probable que siente las bases para futuras apelaciones ante la Corte Suprema de Estados Unidos, que, aunque rechazó recientemente la solicitud de intervenir, podría decidir involucrarse más adelante.
La rapidez con que se tome esta decisión es crucial para el fiscal especial Jack Smith y su equipo, quienes buscan llevar el caso a juicio antes de las elecciones de noviembre. Sin embargo, los abogados de Trump, además de buscar la desestimación del caso, aspiran a beneficiarse de un proceso de apelación prolongado que podría retrasar significativamente el inicio del juicio, inicialmente programado para inicios de marzo, incluso hasta después de las elecciones.
Evitar el juicio es la clave para la defensa de Trump, acusado de varios delitos, aunque el más grave es el de conspiración para obstruir un procedimiento oficial. En total, de ser declarado culpable, podría afrontar hasta 55 años de prisión.
Es la primera aparición de Trump ante un tribunal en Washington desde que se le imputaron cargos en agosto. El magnate se ubicó en la mesa de la defensa. Allí, observó detenidamente, tomó notas ocasionalmente y se comunicó con sus abogados durante la audiencia.
Los expresidentes disfrutan de amplia inmunidad ante demandas por acciones tomadas como parte de sus deberes oficiales en la Casa Blanca. Pero como ningún presidente anterior a Trump ha sido acusado, para los tribunales es todo un desafío legal.
“El presidente tiene un papel constitucional único pero no está por encima de la ley. Los principios de separación de poderes, el texto constitucional, la historia, los precedentes y las doctrinas de inmunidad apuntan a la conclusión de que un expresidente no disfruta de inmunidad procesal”, alegó el fiscal James Pearce.
Esta constituye una de las cuatro causas penales pendientes contra Trump, a tan solo diez meses de las elecciones presidenciales. El juicio está programado para comenzar el 4 de marzo, coincidiendo con el proceso de las elecciones primarias, en el cual Trump figura como el candidato favorito.
Por Jorge Hurtado-France24