El presidente ucraniano encara a un sorprendente rival en el ámbito interno: Valeri Zaluzhni, comandante de las Fuerzas Armadas nacionales, se posiciona como un posible rival de cara a las elecciones.
Después de casi dos años de conflicto y una contraofensiva que no superó las expectativas, la figura del presidente ucraniano Volodímir Zelenski empieza a resquebrajarse en Europa, mientras que EEUU ya detuvo su ayuda militar por la falta de acuerdo en el Congreso
Por otro lado, en el frente interno, Zelenski entra en la fase final de su mandato presidencial de cinco años y una de sus principales inquietudes radica en Valeri Zaluzhni, el actual comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas cuya popularidad ascendió en los últimos meses tras su aparición en portales internacionales, como The Economist y la revista Time.
Un militar con ambiciones
En julio de 2021, a sus 48 años, Zaluzhni asumió el liderazgo de las fuerzas militares de Ucrania. Su nombramiento fue decidido por el presidente Zelenski, quien le encomendó la tarea de modernizar las Fuerzas Armadas tras ocho años de conflicto en el Donbás y luego de la anexión de Crimea en la que los soldados rusos no debieron disparar un solo tiro.
Ya desde antes de su llegada al mando, y con vistas a una futura adhesión a la Alianza Atlántica, las Fuerzas Armadas de Ucrania se vieron en la necesidad de adecuar sus estándares a los de la OTAN. También comenzaron a participar en ejercicios conjuntos con sus nuevos socios euroatlánticos, en un claro desafío al Kremlin.
Curiosamente, tras la invasión rusa de febrero de 2022, habría sido el propio Zaluzhni quien convenció a Zelenski de la capacidad de resistencia de las fuerzas ucranianas. El abandono de las posiciones rusas al norte de Kiev, a poco más de un mes de iniciada la invasión, y la recuperación del 54 % del territorio que fue invadido por las tropas enemigas, en los últimos meses de 2022, encendieron en la capital ucraniana la esperanza de una ofensiva arrolladora.
Lejos de confirmar esa tendencia con nuevos avances en el terreno, la toma de la estratégica ciudad de Jersón y el avance en el frente oriental, en la región de Járkov, fueron las últimas buenas noticias para Ucrania en el frente de batalla.
Hoy la situación parece empantanada en una “guerra de posiciones, de fuego estático y de desgaste” y, según Zaluzhni, para cambiar este estancamiento, Ucrania necesita mejorar sus capacidades aéreas con la llegada de cazas F-16 estadounidenses y aumentar su poder de fuego, municiones y capacidades de guerra electrónica.
Una “guerra” de rumores
Mientras el frente bélico se empantana, en Ucrania, el presidente y el jefe de las Fuerzas Armadas compiten en popularidad, lo que ha generado especulaciones en distintos medios de prensa sobre las posibles ambiciones políticas del general. Y, aunque surgieron discrepancias públicas, como la crítica del general a la destitución por parte del mandatario de los responsables de los centros regionales de reclutamiento de tropas, ambos se necesitan y comprenden que no es el momento de romper filas.
Las polémicas son públicas. Sin mencionar directamente a Zaluzhni, el presidente Zelenski señaló el “gran error” que cometen los altos mandos militares que buscan incursionar en la política. Mientras desde el Ministerio de Defensa niegan la existencia de un conflicto entre ambos, circulan rumores sobre posibles destituciones y hasta un disparatado golpe de Estado orquestado por Zaluzhni, algo improbable dado que echaría por tierra las pretensiones del país de ingresar a la Unión Europea.
Por ahora, el presidente y el general parecen condenados a coexistir, principalmente porque su país no puede permitirse una disputa en la cúpula del poder. En medio del agotamiento provocado por la guerra, quedará por verse si la población ucraniana está dispuesta a cambiar de caballo en medio de la batalla.
DEF