La modelo y conductora se muestra enamorada de su marido. Se aman y se pelean por igual, pero juntos cierran contratos publicitarios multimillonarios. Pasión y conveniencia.
Luego de un 2023 movido, el cual despidió en las paradisíacas playas de Dubai junto a su familia y tras consagrarse campeona del programa italiano “Bailando con las estrellas”, Wanda Nara volvió al país para pasar unos días de descanso en su casa de Nordelta.
El objetivo es hacer un parate estratégico, mostrarse amorosa junto a Mauro Icardi, tomar distancia de L-Gante estando en el mismo territorio, ver a todos sus hijos, continuar su tratamiento junto a su médico de cabecera Miguel Pavlovsky, eminencia de Fundaleu; y planificar los pasos a seguir. En lo inmediato, lanzó su nuevo programa de la plataforma Netflix junto a Darío Barassi “Love Is Blind” y ya planea viajar a Brasil para filmar el segundo videoclip de su ascendente carrera de cantante. Con “Bad Bitch” sonando en todas las historias de Instagram cuando los usuarios alardean de sus conquistas, es inminente el lanzamiento de su segundo sencillo, el cual irá acompañado de un corto cinematográfico con ella de protagonista. ¿El ritmo? Pop fusión, con dejos de trap y música electrónica.
Amor en custodia. Alejada por unos días de la televisión pero contando su presente a través de sus redes sociales, Wanda aprovecha su estadía en la mansión de Tigre para mostrarse enamorada de su marido Mauro Icardi. Luego de muchos rumores de separación, desmentidas de ambas partes y un corralito anti infidelidad impuesto por el estudio de abogados de la propia Nara que si Icardi desea saltear, le costaría unos 100 millones de dólares; en las fotos parecieran estar de luna de miel. Claro, el parque que tiene la pareja en su casa de Nordelta no tiene nada que envidiarle a un hotel cinco estrellas de Cancún o de cualquier playa del Caribe. Ellos destilan pasión y el público los aplaude y los apoya, como en la publicidad de una importante joyería turca que realizaron en noviembre pasado para el mercado europeo por la que cobraron millones de euros todos juntos.
Esta versión terrenal de Wanda e Icardi de intimidad estival, los muestra despojados del lujo y del marketing, sin maquillajes y menos de indumentaria ostentosa. Ella con una gorrita negra y una biquini a tono, él solo luciendo su reloj importado y una cintita roja contra la envidia. Cariñosos, besadores y pegados piel con piel, lucen así ante los más de 16 millones de seguidores que tiene en su Instagram la modelo y conductora.
En los próximos días, Nara rumbeará hacia tierras cariocas e Icardi regresará a Estambul, Turquía, donde tiene que volver a ponerse la camiseta número 9 de su actual equipo el Galatasaray para continuar con la recuperación del golpe que sufrió en el rostro luego de un empujón de un jugador del equipo contrario.
La distancia demostrará si la luna de miel se extiende en la lejanía o volverán los secretos a voces de una futura separación. Mientras tanto habrá que confiar en el amor que se prometen a diario cuando se muestran juntos.