A los 34 años, Javier Pastore posee una lesión en la cadera que lo obligó a poner en pausa su carrera: “Tengo que parar esto, no es agradable”
Javier Pastore edificó una carrera de ensueño. Surgido de Talleres de Córdoba, fue pieza clave en el Huracán de Cappa que deslumbró en 2009 y resultó su catapulta. De allí saltó a Europa: Palermo, PSG, Roma. Y se convirtió en habitué de la selección argentina. Diego Maradona lo llevó al Mundial de Sudáfrica 2010, cuando la Albiceleste se quedó en cuartos de final. Y luego, con el Tata Martino en el banco, sumó acción en los subcampeonatos en las Copas América 2015 y 2016.
Sin embargo, los problemas físicos comenzaron a cobrarle peaje. Sus últimos pasos en el fútbol fueron en el Elche de España (16 partidos) y en el Qatar SC (ocho). A los 34 años, incluso sonó en Boca y en el Globo en este mercado de pases, pero su realidad es otra. Una lesión en la cadera lo forzó a poner su carrera en pausa. Y darle prioridad a su salud. De hecho, definió someterse a una operación para “tener una vida mejor”.
“Siento dolor todos los días. También en la vida normal. Tengo que parar esto, no es agradable”, confesó en una entrevista con Prime Video Sport France. En el país galo dejó una gran imagen por su paso por el París Saint Germain, casaca con la que disputó 269 partidos y cosechó 45 goles, además de celebrar 19 títulos. En ese rol de embajador, incluso, hace unos meses respaldó a Messi tras el maltrato que sufrió en el Parque de los Príncipes. “No me gusta cómo trataron a Messi, como si le pasara a cualquier otro compañero. Pero el fútbol y la afición son así, ellos deciden a quién quieren o no. La victoria en el Mundial contra Francia tuvo un impacto enorme en Leo”, lo respaldó entonces.
Con la casaca del Elche, en su último paso por Europa (EFE/ Morell)
“Sería un milagro si retomara, volver al fútbol sería un verdadero milagro. Ya se me ha ido un poco de la cabeza, pero nunca se sabe”, sorprendió el Flaco con la revelación sobre su mal trance. Sus últimos encuentros se dieron en el club asiático en julio de 2023. Desde entonces busca la mejor solución para su lesión. Más allá del coqueteo con el Xeneize, el mediocampista ofensivo mantiene un lazo intenso con Huracán, donde alcanzó su mejor nivel, y con la T, la institución de su corazón, más allá de que con el Matador sólo disputó cinco partidos en la élite.
“Uno siempre soñó con retirarse en Talleres, es lo que siempre soñé de chico. Eso lo va a decir el tiempo, pero mi deseo siempre está”, había remarcado hace algunos años. Pues bien, habrá que ver si tras la rehabilitación de la cirugía su cuerpo le da una nueva oportunidad. Y si le permitirá volver a regar con su talento los estadios argentinos al menos por un par de años más.