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Ampliarán la licencia al gendarme esposo de Graciela Soto y se retirará de la fuerza

El sargento primero del Escuadrón 11 habría iniciado los trámites para retiro. El asesinato por ahorcamiento se produjo en el horario que finalizó su guardia el viernes 12 de enero y en su casa no se registraron evidencias de robo, ataque sexual y tampoco un suicidio como se intentó ocultar el delito.

La investigación por el femicidio de Graciela Beatriz Soto continúa en manos del juez de Jardín América, Roberto Sena, y hasta el momento no hay detenidos por el ataque que intentó ser ocultado como un suicidio, durante la mañana del viernes 12 de enero a pocos metros del Escuadrón 11 “San Ignacio” de Gendarmería Nacional donde presta servicio el esposo de la víctima fatal.

Las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN y vinculadas a la fuerza federal y a la Justicia provincial, adelantaron durante las últimas horas que el sargento primero de 55 años y pareja de la mujer de 49 estrangulada con un cable en el patio de su casa a las 6.25 del día mencionado, inició las trámites para su adelantar su retiro de GN, lo que incluiría en los próximos días la ampliación de su licencia y su mudanza a Córdoba, entre las posibilidades que baraja. Vale agregar al respecto que un hijo de este matrimonio es también gendarme y afincado en la localidad de Sinsacate, a 90 kilómetros de la capital cordobesa.

Hasta el momento el suboficial de escalafón complementario solo prestó declaración ante investigadores policiales como testigo y no fue citado al Juzgado de Instrucción de Jardín América, jurisdicción que comprende a San Ignacio.

De acuerdo a los datos recolectados por este Diario, el sargento salió de su guardia pocos minutos después de las 6 del 12 de enero y fue quien asegura halló a su pareja sin vida y señaló que se trató de un suicidio.

Las primeras pericias, sin embargo, no tardaron en rectificar su postura ya que la víctima fatal presuntamente ahorcada y colgando en el living de la vivienda de calle Pellegrini, entre Güemes y Bolívar, a corta distancia del Escuadrón 11 (avenidas San Martín y Sargento Cabral), tenía marcas de un estrangulamiento completo, es decir, un cable le habría rodeado el cuello por detrás y por una persona con la fuerza suficiente.

La autopsia señaló golpes y lesiones de arrastre, lo que coincidiría con las evidencias halladas en el patio del inmueble, donde Soto habría sido sorprendida por su victimario mientras colgaba ropa para secar.

A Graciela Soto no se le hallaron lesiones de abuso sexual y en la vivienda tampoco quedaron señales de un robo o episodio violento vinculado a un suicidio.

De los relevamientos y labores de investigación que ya habrían pasado por las manos del juez Sena, no aparecen terceras personas relacionadas por fuera del nexo matrimonial.

ESCENARIO. Calle Pellegrini, entre Bolívar y Güemes, la vivienda en San Ignacio donde fue asesinada Graciela Soto a las 6.25 del 12 de enero y a pocos metros del Escuadrón 11.

ESCENARIO. Calle Pellegrini, entre Bolívar y Güemes, la vivienda en San Ignacio donde fue asesinada Graciela Soto a las 6.25 del 12 de enero y a pocos metros del Escuadrón 11.

Horarios

Otro de los detalles que debería ampliar y aclarar el gendarme y esposo de Soto, remite a que señaló un horario de muerte de cuatro horas previas.

Este detalle quedó enmarañado o contrapuesto con los registros periciales de la Policía, donde se sostiene que el cuerpo aún estaba tibio cuando llegaron al lugar los encargados del procedimiento de criminalística.

Al día siguiente, el sábado 13 de enero y con el adelanto de autopsia en la Morgue Judicial de Posadas, se descartó el suicidio y se abrió la investigación por femicidio.

Resiliente

Voces contactadas entre vecinos y allegados a Graciela Soto, la describieron como una mujer fuerte, ama de casa que se recuperó de una grave enfermedad y siempre dispuesta a colaborar en San Ignacio, sin contrapuntos o enemigos.

Se descartaron además hipótesis vinculadas a la labor como integrante de GN de su pareja. Es decir, el asesinato de Soto no fue un ajuste de cuentas por alguna investigación a algún delincuente u organización criminal que haya desplegado el Escuadrón 11 “San Ignacio”.

Según información confiada a este medio por fuentes indiscutibles, el análisis a los últimos movimientos del teléfono de la víctima, registraron un horario posterior a la salida de las guardia de su pareja, pasadas las 6.

Apuntarían, casi con certeza, que Graciela Soto utilizó su celular instantes previos a ser estrangulada con un cable.

Fuente: Primera Edición