El hecho se produjo a unos 60 kilómetros de la ciudad en el Manso, un espejo de agua que se caracteriza por su fuerte correntada
Un joven oriundo de esta ciudad permaneció sumergido durante dos minutos en el río Manso, unos 60 km al sur del Centro Cívico, y se encuentra internado en grave estado.
Tal como informaron hoy desde la Intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi, el hombre –que no sabía nadar– se encontraba este lunes en el camping Viejo Manzano, en la zona del lago Steffen, e intentó cruzar el río. Fue arrastrado por la correntada unos 50 metros y se hundió en un remolino sin poder salir.
El administrador del camping dio aviso de la situación al jefe de la Zona Sur del parque nacional, mientras dos turistas presentes en el lugar ingresaron al río para rescatar al accidentado, que estuvo alrededor de dos minutos sumergido. Una médica traumatóloga que también estaba en el sitio de visita comenzó luego a practicarle las primeras maniobras de RCP.
A su vez, el jefe de Zona Sur del área protegida dio aviso al guardaparques de la seccional Steffen, que activó el protocolo de emergencia con Gendarmería Nacional. El más cercano es el el puesto Río Villegas, a 18 km del camping. Los gendarmes avisaron, como parte del protocolo, a la sala de atención primaria de Villegas, que despachó una ambulancia.
Cuando el guardaparques llegó al lugar del accidente se sumó a las maniobras de RCP durante unos 15 minutos, hasta que llegó el Jefe de la Zona Sur del parque. Como el joven estaba inconsciente, decidieron trasladarlo en una de las camionetas al encuentro de la ambulancia. Durante el trayecto, los acompañantes continuaron practicando las maniobras de resucitación.
Las dos camionetas se encontraron minutos después con un tercer vehículo de Parques Nacionales, que transportaba un desfibrilador automático desde Mascardi. Finalmente, a medio camino entre la salida del lago Steffen y la Ruta 40 se cruzaron con la ambulancia, que trasladó al paciente al Hospital Zonal de Bariloche. Desde el lunes, permanece internado en la Unidad de Terapia Intensiva y su estado es grave, tal como indicaron hoy desde el hospital.
“Cabe destacar que desde la denuncia inicial hasta el encuentro de los guardaparques y la ambulancia transcurrieron alrededor de 30 minutos, y que, tras recibir RCP tan solo dos minutos desde su accidente, el paciente logró ser trasladado con signos vitales”, indicaron desde el área protegida.
Medidas
Además, desde el Parque Nacional Nahuel Huapi recordaron que, aun sabiendo nadar bien o usando salvavidas, las bajas temperaturas de los lagos y ríos pueden generar alteraciones fisiológicas que pueden llegar a ser mortales. Otra de las recomendaciones clave es que no se debe ingresar súbitamente al agua teniendo el cuerpo caliente, ni hacerlo inmediatamente después de haber ingerido alimentos.
En el caso de encontrarse en ríos, arroyos y zonas de desembocadura, no pueden utilizarse colchones inflables, colchonetas de agua o cualquier elemento inflable, ya que las corrientes son peligrosas. Además, es obligatorio el uso del chaleco salvavidas para cualquier tipo de actividad náutica.
En enero de este año, también en el río Manso aunque algo más al sur, un joven de 23 años, oriundo de la provincia de Buenos Aires, fue encontrado muerto luego de haber ingresado al agua.
El hombre fue intensamente buscado por equipos de rescatistas durante varias horas y fue hallado a unos 800 metros del lugar donde se lo vio por última vez. La víctima había ingresado al agua y sus padres, con quien estaba de paseo, notaron que la corriente lo llevaba. Tras perderlo de vista, pidieron auxilio a las autoridades del parque.
Un río no tan “manso”
En el límite sur del Parque Nacional Nahuel Huapi, el río Manso es un destino clásico para practicar rafting, especialmente en verano. En los últimos años, distintas personas han sufrido accidentes en ese curso de agua.
“El Manso no tiene tanto de manso. Desde su nacimiento en el Tronador hasta su desembocadura en el Puelo tiene varias secciones con rápidos y cascadas. El río tiene una corriente constante y un volumen de agua importante todo el año. Nadar en el río no tiene nada que ver con nadar en una pileta”, señaló el mes pasado a LA NACION Alexander Gowda, profesor de kayak y kayakista de seguridad en el Manso.
Y agregó: “Los kayakistas y guías de rafting leemos las corrientes como un libro. El agua del río viene del deshielo que se va almacenando en los lagos que cruza el Manso. Si bien el agua se calienta considerablemente a lo largo del verano, siempre hay riesgo de hipotermia, hasta para el más patagónico”.
Gowda indicó que, entre los peligros más grandes en el río, están los llamados “coladores”, que se forman con los troncos o con los sauces en el río. Se trata de lugares donde las personas pueden engancharse: el agua pasa con toda su fuerza por allí pero los cuerpos no caben. “El río Manso es cada vez más y más popular. Es importante ir a campings y lugares con remansos designados para el recreo. Además, es clave destacar el equipo y la ropa técnica que se usa en las actividades, como cascos, chalecos, buen calzado y ropa térmica”, advirtió.
Paz García Pastormerlo-LN