Se inició este 20 de febrero en Londres la primera de dos jornadas de audiencia de apelación final para determinar si el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, puede o no recurrir su extradición a Estados Unidos. Este es el último recurso jurídico que tiene el periodista australiano, que podría recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en caso de que la apelación no le favorezca. Assange, de 52 años, es solicitado por Estados Unidos que quiere juzgarlo por una filtración masiva de documentos que le acarreó cargos de espionaje. El periodista ha estado detenido en la prisión de Belmarsh, en Londres, desde 2019. ¿Qué está en juego?
Los abogados de Julian Assange lanzaron el martes el que podría ser su último desafío legal en Reino Unido para evitar que el fundador del portal WikiLeaks sea enviado a Estados Unidos para enfrentar cargos de espionaje. La extradición fue aprobada por las autoridades británicas en 2022.
Assange no compareció al Tribunal Superior de Londres este 20 de febrero por problemas de salud. Su esposa, Stella Assange, ya había advertido la semana pasada que su salud estaba “en deterioro, física y mentalmente”. Una información que fue confirmada por su abogado, Edward Fitzgerald, y por una de los jueces del caso que le permitió a Assange salir de la prisión de Belmarsh, donde ha estado recluido hace cinco años.
La audiencia durará dos días frente a dos jueces superiores. Si tiene éxito, su caso irá a apelación total. Si pierde, el único obstáculo que queda para su extradición reside en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), donde ya tiene una solicitud presentada y que podría detener o aplazar su extradición.
El equipo de defensa de Assange presume que si es extraditado podría ser recluido en una cárcel de alta seguridad de Estados Unidos y, si es declarado culpable, podría enfrentar una sentencia de prisión de 175 años.
Ante el riesgo de una gruesa condena, Stella Assange teme por un suicidio de su esposo y sus seguidores dicen que si es extraditado “moriría la libertad de expresión”.
La larga batalla legal de Assange
Las autoridades estadounidenses quieren juzgar al editor australiano por revelar a través de su portal Wikileaks secretos militares estadounidenses sobre las guerras de Irak y Afganistán, secretos que dejaron expuestos los excesos de la primera potencia, incluso contra civiles. Los datos están condensados en miles de documentos confidenciales relacionados también con actividades diplomáticas, a partir de 2010.
“Estados Unidos está intentando condenar a Julian Assange en virtud de la Ley de Espionaje de 1917”, declaró el fundador de la campaña Free Assange, John Rees. “Si se salen con la suya, habrán logrado redefinir el periodismo como espionaje”, agregó.
Assange fue arrestado por la Policía británica en la Embajada de Ecuador en Londres, en la que permanecía escondido desde 2012 para evitar ser capturado por las autoridades de Suecia, que pedían su entrega por supuestos abusos sexuales. Dichas acusaciones luego fueron retiradas.
Sin embargo, desde el arresto en la embajada ecuatoriana comenzó la etapa legal más tortuosa de Assange. El 11 de abril de 2019, el asilo político que inicialmente le había otorgado Ecuador a Assange, fue revocado y Assange fue arrestado.
En junio de 2019, el Departamento de Justicia de Estados Unidos pidió formalmente a Reino Unido que lo extraditara a su territorio para enfrentar 18 cargos de conspiración y por violar las leyes de espionaje del país norteamericano.
Assange ha permanecido, desde entonces, en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh en espera de las audiencias de extradición.
Estas fueron las palabras de la esposa de Assange, congregada junto a partidarios del australiano frente al Tribunal Superior de Londres.
¿Qué revelaron los documentos filtrados por Assange?
El escándalo comenzó en 2010, cuando Assange publicó en Wikileaks un vídeo clasificado que mostraba un ataque estadounidense en 2007 que mató a una docena de personas en Irak, incluidos dos empleados de la agencia de noticias Reuters.
Asimismo, Assange publicó alrededor de 400.000 archivos secretos estadounidenses sobre la guerra en Irak, que dejaron expuestos los métodos del Pentágono en suelo extranjero y que se tradujeron en una crisis de credibilidad.
La guerra de Estados Unidos en Afganistán también fue objeto de filtraciones. Más de 90.000 documentos militares estadounidenses clasificados fueron revelados.
Estas dos filtraciones demostraron la crudeza de dos de las guerras más polémicas y mortíferas de Estados Unidos en el extranjero y la responsabilidad de la primera potencia militar del mundo en el asesinato de población civil.
Para muchos, el caso Assange constituye una de las mayores violaciones de seguridad en la historia militar de Estados Unidos, pero a la vez una filtración periodística que puso en primera línea a los medios de comunicación independientes y su defensa de los Derechos Humanos.
Assange se juega sus últimas cartas.
Por Samuel Salgado- France24 con Reuters y medios locales