En mayo de 2005 estalló uno de los problemas internos más graves en la historia del fútbol argentino luego de una infidelidad con dos integrantes del plantel de River como protagonistas.
En mayo de 2005 una noticia que debía quedar en la intimidad resquebrajó al fútbol argentino.Eduardo Tuzzio y Horacio Ameli, amigos hasta ese momento y compañeros en River, rompieron su relación para siempre por una infidelidad.
“Cuando se supo, todos nos quedamos helados”, dice, a la distancia, Federico Domínguez, integrante de ese plantel. Tuzzio reunió al plantel antes de un entrenamiento y reveló todo: “Les quiero contar lo que hizo este hijo de p… El malparido se está acostando con mi mujer hace dos meses”.
Los testigos de ese momento reconstruyen esas palabras como si no hubiera pasado el tiempo. Tuvieron que separarlos porque estuvieron a punto de golpearse. El entrenamiento se suspendió. Ameli y Tuzzio, una dupla central sólida tanto en River como en San Lorenzo, sufrió una ruptura irreparable. El fin.
La historia es conocida y forma parte de uno de los escándalos más grandes de la historia del fútbol argentino. El plantel de River decidió en aquel momento apoyar a Tuzzio y dejar a un lado a Ameli, que empezó a entrenarse de manera separada y luego se tuvo que ir a Colón, donde se retiró de manera prematura.
Ameli, alejado del fútbol, inauguró un nuevo proyecto el año pasado
Mientras que Tuzzio continuó con una buena carrera, donde incluso fue campeón de la Copa Sudamericana con Independiente, el Coco Ameli salió del radar del fútbol. De alguna manera fue expulsado del sistema por lo que hizo. Ahora, con 49 años, sus proyectos están muy lejos de las canchas.
Desde que se retiró, Ameli desapareció de los medios. No hay -no había- fotos suyas desde 2006. En sus redes sociales no tiene publicaciones y lo rodea un gran misterio. Pero TN logró acceder a una serie de imágenes del exdefensor en su nuevo rol como dueño de un hogar de adultos.
“Diseñamos y desarrollamos un servicio único para nuestros adultos mayores que desean disfrutar de su tiempo con personas de su edad, compartir actividades sintiéndose acompañados y cuidados”, es el lema de Nuevo Andar, la residencia exclusiva que inauguró en Funes, Santa Fe, sobre la Ruta 9, a pocos metros del barrio en el que vive Messi. Ameli es uno de los dueños. Los que lo conocen aseguran que está pendiente de todos los detalles.
Tras dejar el fútbol, Ameli desembarcó en el mercado inmobiliario, donde registró la firma Cash Construcciones S.R.L., con domicilio en Rosario, donde nació y vive junto a su familia. Pero sus proyectos lo llevan a viajar de manera constante, muchas veces a Villa Pehuenia, una localidad de Neuquén, donde es propietario de Amarras, un complejo hotelero y de cabañas a orillas del Lago Aluminé.
En una nota publicada en 2021, Carlos Koopmann, el intendente de Zapala, localidad de paso rumbo a la Villa, reconocía que Ameli es muy querido en la zona: “Horacio es muy amigable, he compartido con él distintos acontecimientos. Le ha dado trabajo a mucha gente, construyó la mejor hostería de Villa Pehuenia y para eso contrató a una empresa de acá, Pehuenia Construcciones, con lo cual movilizó muchísimo la zona”.
El silencio de Ameli
Hay algo de lo que Ameli nunca habla: el conflicto con Tuzzio. Es una tema cerrado para él, por lo menos puertas para afuera. Nunca se refirió a esa cuestión de manera pública y nunca lo hará, afirman desde su círculo cercano. Incluso son pocos los integrantes de aquel plantel de River los que quieren hablar del tema. La indicación, por ese entonces, fue esa: ni una palabra a nadie.
Gastón ”La Gata” Fernández así lo reconocía: “Nos dijeron que no podíamos decir nada de lo que pasó esa mañana en el club. Yo llegué a mi casa y estuve tres horas con dolor de cabeza porque sabía lo que había pasado y no lo quería transmitir en mi casa. Hasta que empezó a salir en los noticieros, en todos lados”.
La palabra de Tuzzio: “Nunca más volví a hablar con Ameli”
En abril de 2010, y tras varios años de silencio sobre el tema, Tuzzio se animó a hablar y se refirió a la infidelidad entre quien era su esposa y su excompañero.
“Ahí me fui a Mallorca, que fue muy importante para mí. En ese momento yo sentía que me tenía que ir del país sí o sí, estaba muy mal, necesitaba salir, cambiar de aire. Mirá que dejaba a mis hijos y todo, eh, porque me fui solo, pero era una decisión que debía tomar, no tenía alternativas”, detalló en una entrevista con la mítica revista El Gráfico. “Todos miraban, fue un momento difícil”, continuó.
Luego reconoció: “Irme del país fue una decisión durísima, pero me hizo muy bien, me hizo crecer como persona. Fui solo, después tuve a mis hijos unos 20 días. Mi mujer fue, pero ya nos habíamos separado. Me hizo muy bien estar allá. Obviamente me ayudaron muchos mis compañeros, sobre todo los argentinos. Estaban Guille Pereyra, Maciel, el Kily Peralta, Jonás Gutiérrez, que es un personaje muy divertido, chistoso, las familias de todos me ofrecieron sus hogares para que me alojara”.
A Tuzzio nunca más le volvió a importar nada de la carrera de Ameli, que se apagó rápidamente tras el caso de infidelidad. El daño que le causó no se borrará jamás. Y el fútbol pareció haber tomado la decisión de apartarlo. “Es un tema de él, no es un tema mío”. Las palabras son de Tuzzio, alguien quien logró superar semejante situación y construir una nueva familia.