La exmodelo, ícono del Swinging London de los 60, subasta una serie de objetos y cartas de sus romances con el beatle y el guitar hero; la historia de dos amores
ue, sin dudas, uno de los triángulos amorosos más escandalosos y comentados de su momento. En él estaban involucrados nada más y nada menos que dos de los músicos más legendarios e importantes de la historia del rock. De un lado, el beatle George Harrison; del otro, su amigo Eric Clapton (que volverá a tocar en la Argentina este año). En el medio de ellos, la bella y atractiva modelo Pattie Boyd.
Aquella historia ocurrida entre la segunda mitad de los sesenta y gran parte de los setenta vuelve a ocupar en estos días un destacado y sorpresivo espacio en los medios. Y esto es así desde que trascendió que Pattie Boyd, entre otros artículos, planea colocar al mejor postor varias de las cartas que confirman dicho explosivo y apasionado romance y, en particular, la obsesión de Clapton por ella.
Una de las modelos más reconocidas de la década del sesenta y musa inspiradora para ambos talentosos músicos, decidió dar a conocer públicamente el contenido de aquella incenciadia correspondencia debido al sentimiento “desgarrador” que le provocó su relectura, afirmando además que cuenta con el permiso de Clapton para llevar adelante la subasta.
Cabe recordar que Boyd conquistó los corazones de ambas estrellas de rock de un modo fulminante, inspirando a Harrison en la composición de “If I Needed Someone”, “I Need You”, “For Your Blue” y en nada menos que “Something”, uno de los grandes clásicos del repertorio beatle, mientras que Clapton hizo lo propio a través de “Wonderful Tonight”, “Layla” y “Bell Bottom Blues”.
Si bien Harrison afirmó que compuso “Something” pensando en Ray Charles, fue la propia Boyd quien más tarde señaló que la canción era para ella: “Me dijo, con total naturalidad, que la había escrito para mí. Pensé que era hermosa y resultó ser su canción más exitosa”.
En dicho tema quedan reflejados la admiración y el amor profundo hacia una mujer, destacando la manera en que ella se mueve y sonríe como fuentes de atracción y fascinación. En cuanto a “I Need You”, se trata de una melodía melancólica cuya letra se refiere al enamoramiento, quizás no correspondido, así como el deseo de que sea parte de su vida. Posee una lírica de tono confesional y está relacionada con Pattie, a quien George conoció poco tiempo antes, durante el rodaje del film beatle A Hard Day’s Night.
Por su parte, “Layla” (nombre utilizado por Clapton para referirse a Boyd) retrata también el amor no correspondido y doloroso que el músico sentía por ella mientras estaba casada con Harrison. En ella expresa: “Layla, me tienes de rodillas/ Layla, suplicando cariño, por favor Layla/ Querida ¿no aliviarás mi mente preocupada?”.
“Wonderful Tonigh” describe una escena cotidiana de una pareja preparándose para asistir a una fiesta. A través de la narrativa, Clapton expresa su admiración y amor por Pattie, enfatizando que en esa noche en particular la ve maravillosa. En tanto, el título “Bell Bottom Blues” se refiere a unos pantalones acampanados, muy de moda en aquellos años, que Clapton le trajo a Boyd desde Estados Unidos luego de sus insistentes pedidos. Dicha situación simple y de la vida diaria de una pareja motivó al guitarrista a componer el tema.
Boyd, hija de un piloto retirado de la Fuerza Aérea Británica (RAF), contrajo matrimonio con Harrison en 1966. La pareja permaneció unida durante poco más de una década. Pero, al mismo tiempo, ella fue seducida por Clapton, gran amigo de George, quien, tal cual expresó en varias cartas, estaba perdidamente enamorado por ella.
Ya separada de Harrison, en 1979 la modelo finalmente se casó con el guitarrista. Nueve años más tarde, en 1988, llegaría el divorcio. Lo curioso fue que mientras ella estuvo casada con Clapton, ambos mantuvieron una relación muy estrecha y amistosa con el autor de “Here Comes the Sun”.
Cartas de amor
En recientes declaraciones para el periódico británico Daily Mail, Boyd, de 79 años, reveló al respecto: “Los tuve a ambos durante tantos años. Ha pasado ya demasiado tiempo”.
La primera misiva escrita por Clapton data de 1970, cuando Boyd aún permanecía casada con Harrison. En ella no sólo le preguntaba si aún continuaba enamorada de su esposo sino también si tenía un amante. Y además de reconocer que sus palabras podrían resultarle impertinentes, le confesó: “Si aún persiste algo para mi en tu corazón, debes hacérmelo saber”.
En un primer momento, ella creyó que se trataba de la carta de un fanático, ya que al final de la misma firmaba sólo con un “todo mi amor, E”. Sin embargo, esa misma tarde su admirador “secreto” se comunicó telefónicamente con Boyd para revelarle su verdadera identidad.
Redactada apenas unos meses después, una segunda carta expresaba la pena que Clapton sentía al saber que ella permanecía junto a su esposo, además de señalarle todo lo que él estaba dispuesto a sacrificar para estar a su lado, finalizando la carta con el dibujo de un corazón. Boyd describió dicha correspondencia como “desesperada y apasionada” y que el hecho de volverlas a leer la sumergió en una “profunda tristeza” que la opinión pública merecía conocer. Fue por ese motivo entonces que tomó la decisión de subastarlas.
De todos modos, entre todo ese intercambio epistolar también figura una escrita por el propio George Harrison, fechada en 1971 y enviada desde el Plaza Hotel de Nueva York. En ella, él le pide a Pattie que lo llame por teléfono, hace referencia a unas compras y a unos sandwiches de queso fundido y finalmente le confiesa que la extraña.
Según algunos cálculos realizados, se estima que cada una de esas cartas puede llegar a alcanzar un valor de venta que oscila entre las 10.000 y las 15.000 libras esterlinas (equivalentes a unos 13.000 y 20.000 dólares, respectivamente).
Más allá de la correspondencia señalada, también se subastarán una fotografía de Pattie y George posando en el jardín de su casa en Surrey, un dibujo de Harrison en el que aparece él mismo bajo un manzano y la obra de arte La chica del ramo que ilustró la portada de Layla and Other Assorted Love Songs, álbum lanzado en 1970 por Derek and the Dominos, un supergrupo de blues con Clapton a la cabeza.
Se dice que el propio Clapton le compró dicha pintura al hijo del artista Émile Théodore Frandsen, en Francia, ya que la mujer retratada en la misma tenía un gran parecido físico con Boyd. Y que después de la separación de Pattie y George, el creador de “Tears in Heaven” se la obsequió a Harrison. No obstante, la historia continuó: cuando la relación entre Boyd y Clapton también llegó a su fin, Harrison le devolvió el cuadro a ella.
Por último, trascendió que la llamada The Pattie Boyd Collection estará a la venta de manera online del 8 al 22 de marzo y que desde el 15 hasta el 21 del mismo mes el público podrá disfrutar de dichos objetos y recuerdos en el local que la casa Christie’s posee en Londres.
Por Gabriel Hernando-LN