Valentino Troncoso fue asesinado en noviembre de 2021, días antes que Lucio Dupuy. El acusado enfrenta una condena a perpetua. “Nunca voy a entender por qué lo hizo”, sostuvo Sara, mamá de la víctima.
Pasadas las 9.30 del 16 de noviembre de 2021, a Sara le sonó el teléfono. “Vení rápido que Valen entró en la guardia. Parece que se ahogó con la mamadera”, fueron las palabras que escuchó desde la otra línea. Su jefa la llevó desde Villa Adelina al Hospital de Trauma, en Pablo Nogués, mientras la mujer de 36 años no entendía qué pasaba con su hijo. Sabía que era algo grave, pero no conocía la dimensión del cuadro. Al llegar, se encontró con la noticia de que Benicio Valentino Troncoso (2) había sufrido un paro cardíaco y que los médicos no pudieron salvarle la vida.
“Me dijeron eso y nada más. Quedé en shock y durante todo el viaje fui pensando que no podía ser. Valen tenía 2 años y 7 meses, ¿cómo se iba a ahogar con la mamadera? Eso fue lo que este sujeto le dijo a mi hermano, pero rápidamente quedó claro que no había sido así”, dice Sara a TN en la previa del juicio contra su ex, Marcelo Javier Fernández (26), que se desarrollará del 5 al 9 de marzo en los Tribunales de San Martín. El hombre es el único imputado por el homicidio agravado por ensañamiento y alevosía del nene. Está preso en la Unidad N°31 de Florencio Varela y enfrenta una prisión perpetua.
El caso
La fiscal Roxana Tornet, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 10 y a cargo de la investigación, acreditó que Valentino fue asesinado a golpes. La autopsia corroboró que tenía signos de estrangulamiento y heridas en la cara, cabeza, espalda, piernas y brazos. “Le pegó una patada en la espalda que le provocó a mi hijo un desprendimiento en el intestino. El médico forense me dijo que en 20 años de carrera no había visto nada igual”, cuenta la mamá.
Fernández, que mintió al principio de la investigación y siempre negó la autoría del ataque, ahora deberá responder. Hasta el día del crimen, Sara nunca imaginó que la persona de la cual ella se había enamorado sería capaz de algo semejante.
“Aquella mañana, cerca de las 7, me fui trabajar. Thiago (17), mi primer hijo, había ido a una excursión con el colegio y dejé a Valentino al cuidado de esta persona. Ya lo había hecho otras veces, y siempre le decía lo mismo ‘te dejo mi tesoro más preciado. Cuidalo, por favor’”, recuerda, y sigue: “Yo me separé del padre biológico y en agosto de 2021 había comenzado una relación con este hombre. Nunca tuvimos una discusión, una pelea, nada”.
Tiempo después, y a pesar de que probablemente nunca entenderá el motivo de semejante ataque contra un nene indefenso, Sara tuvo una charla con la ex de Fernández que -dice- le reveló algunas señales. “Me contó que él era amable, detallista, compañero. Igual que como era conmigo al principio. Me dijo que ellos habían tenido una nena que se llamaba Umma y, hasta entonces, era el mejor papá”, evoca.
Y continúa: “Cuando ella quedó embarazada por segunda vez y se enteraron de que el bebé por llegar era varón, ahí cambió todo. De entrada, la molió a palos y le dijo que él quería otra nena. No soportaba la idea de tener un varón. No quería que alguien de su mismo sexo interfiriera en la relación con su mujer, me dijo. Y ahí empecé a ver algunas cosas”.
Sara estuvo demorada durante 48 horas en la Comisaría 1era de Grand Bourg, localidad donde ella vivía junto a sus dos hijos. Fue desvinculada del caso al comprobarse que estaba trabajando al momento del crimen, y que las lesiones eran de reciente data. Es decir, Valentino no sufrió maltratos previos que pudieran incriminar a la madre, sea por acción o encubrimiento.
“En la comisaría, donde me trataron muy mal pensando que yo había tenido algo que ver con la muerte de mi hijo, me crucé con este este tipo (Fernández). Me decía ‘amor’ y me preguntaba cómo estaba mi hijo. ‘Lo mataste’, le contesté. Me negó todo y me decía que aunque pasaran 20 o 30 años, él me iba a volver a buscar. No tengo palabras para describirlo”, retrata.
“Todos los días espero despertar de esta pesadilla y reencontrarme con mi hijo”
Cuando Sara llegó al hospital, había decenas de policías y Fernández ya estaba detenido. Valentino agonizaba en la terapia intensiva del área de pediatría. “Yo no entendía nada. No me entraba en la cabeza lo que me estaban diciendo. Es hoy que no puedo entender cómo alguien puede hacer algo así con una criatura de 2 años”, sitúa.
En esa misma semana, la autopsia desmintió algunos detalles del primer informe médico. “No hubo quemaduras de cigarrillos ni signos de abuso sexual como habían señalado en el hospital”, menciona Sara, y sigue: “Lo molió a palos mientras mi hijo dormía. Valen se durmió en un sueño profundo, me dijo la fiscal. Nunca se enteró de lo que había pasado”.
Diez días después del crimen de Valentino, Lucio Dupuy fue asesinado en Santa Rosa, La Pampa. “Yo no quería saber nada con las redes ni con la televisión, pero no pude evitar cruzarme con la noticia. Cuando me enteré lo de Lucio, me puse a llorar desconsoladamente. Me golpearon muy fuerte las similitudes. Es hoy que tengo comunicación con su familia y fui a las marchas en reclamo de justicia por él”, cuenta.
Sara recuerda a Valentino como “un nene que vivía alegre, era criado con mucho amor y eso se le notaba en la cara”. Y espera que la Justicia haga su parte. “Todos los días espero despertar de esta pesadilla y reencontrarme con mi hijo. Quiero que Fernández reciba una condena justa y ejemplar. Que no salga nunca más. Necesito empezar mi duelo en paz”.
Por Mariano López Blasco-TN