En este gran salar la exploración del “oro blanco” está judicializada y un bloque de comunidades indígenas se resiste al desembarco de las mineras. Sin embargo, el pueblo de Lipán decidió abrirse de la mayoría y autorizó a operar a la empresa de los Bulgheroni. El caso demuestra cómo el Estado abre el camino a las mineras.
Lipán es un pueblo artesano aislado de la Puna jujeña. Llegar a esta comunidad originaria, en la zona de Salinas Grandes, requiere recorrer al menos 30 minutos de caminos de ripio, luego de desviarse de la ruta 79. Esta aldea de casas de adobe tiene apenas unos 50 habitantes, una escuela, una sala de atención para la salud y paneles solares, montañas y clima seco.
Una parte de la comunidad de Lipán le ha dicho sí al litio, a contramano de la mayoría en la zona de la Salinas Grandes y la Laguna de Guayatayoc. Lipán quebró así la unidad que conformaban 38 comunidades de los pueblos originarios que habitan esta cuenca, que comparten Jujuy y Salta. Se lo considera el tercer salar más grande del mundo.
Lipán está a su vez dividida por la decisión de dejar entrar a la minera Lithos (actualmente denominada Lition Energy), del grupo Pan American Energy (PAE), propiedad de la familia Bulgheroni, la británica BP y la china CNOOC.
La compañía y el entonces gobierno de Gerardo Morales lograron en marzo de 2023 que una asamblea aprobara de manera extraordinaria el ingreso de la empresa a una zona de las Salinas Grandes que pertenece a la comunidad, la mina Agonic, a cambio de promesas de trabajo y servicios básicos para los habitantes que el Estado jujeño no ha garantizado hasta el momento pero que la minera otorgará a la comunidad.
En las próximas semanas, Lithos (ahora Lition Energy) estará presentando los resultados de la prospección inicial y geofísica, informó el gobierno de Jujuy a elDiarioAR. En base a esos resultados, la minera presentará una planificación para la próxima etapa: debe informar las ubicaciones de las perforaciones que quiere realizar en las Salinas Grandes, declarada una de las Siete Maravillas de la Argentina. Una vez informadas las ubicaciones, estás deben ser aprobadas por la comunidad y el Ejecutivo jujeño.
El litio, también conocido como “oro blanco”, es un mineral codiciado por la industria minera que busca abastecer la producción de baterías para los autos eléctricos. El objetivo de los países ricos de Europa es cumplir con sus metas de reducir el cambio climático disminuyendo la emisión de gases de efecto invernadero.
Argentina forma parte del Triángulo del Litio, junto a Chile y Bolivia. Entre Salta, Jujuy y Catamarca, el país tiene decenas de proyectos para extraer litio de los salares. Sin embargo, en Salinas Grandes, un bloque de 38 comunidades indígenas frenaron en 2010 el avance de las mineras en el gran salar, advertidos por científicos y organizaciones ambientalistas sobre los impactos medioambientales de la extracción de litio, es especial, la amenaza a la provisión de agua dulce para los habitantes y sus animales y cultivos, el turismo y la extracción de sal, principales fuentes económicas de las comunidades.
La minera de PAE no es la única que ha logrado avanzar sobre las Salinas Grandes. En el mercado aseguran que Litica, de la petrolera Pluspetrol, también se encuentra avanzando en la porción del salar que corresponde a otras dos comunidades: Sausalito y Quera y Agua Caliente. elDiarioAR se comunicó con la minera Litica y Pluspetrol para consultar sobre el estado de los proyectos pero hasta el momento no ha recibido respuesta. En la Puna, fuentes directas de las asambleas confirmaron a este medio que ambas comunidades dejaron de asistir a las reuniones del bloque anti litio.
A la espera de la Justicia
El conflicto en la región está judicializado a nivel local, nacional e internacional. En 2013, el caso se presentó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Mientras se acumulan amparos y presentaciones ante la Justicia provincial, las comunidades de Salinas Grandes de Jujuy y Salta llegaron con su reclamo contra los gobiernos provinciales ante la Corte Suprema de la Nación a finales de 2019. En 2023, el máximo tribunal ordenó a ambas provincias y a la Nación información económica y ambiental sobre el caso, que todavía está bajo análisis.
El desembarco de la minera en Lipán también está judicializado. Un grupo de vecinos de la comunidad presentó un amparo en la Justicia de Jujuy para intentar frenar la búsqueda de litio. Consideran que la asamblea extraordinaria en la que se votó a favor del litio fue fraudulenta y sostienen que la cuenca funciona como un todo y que la explotación minera en un sector de las Salinas Grandes puede afectar a todas las comunidades en cuanto a la provisión de agua.
elDiarioAR recorrió la zona para dialogar con las comunidades que se enfrentan al dilema del litio, en un viaje financiado por la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), que patrocina a las comunidades que se oponen a la explotación minera en las Salinas Grandes. Este medio se trasladó a la comunidad de Lipán para dialogar con quienes apoyan el proyecto de Lithos pero las autoridades de la asamblea del pueblo prefirieron no hacer declaraciones por el momento.
La integrante de la asamblea Adriana Castillo dijo a elDiarioAR que la comunidad no tiene por qué dar información sobre las decisiones que ha tomado. El presidente de la asamblea, Raúl Calpanchay, respondió que el próximo mes, cuando se reúna la asamblea de Lipán, comentará a la comunidad el pedido de elDiarioAR y entonces se decidirá si la comunidad quiere o no responder las consultas.
elDiarioAR también intentó comunicarse durante días con Angélica Castillo, actualmente diputada provincial por Frente Cambia Jujuy -que también integra el exgobernador Morales- y excomisionada de El Moreno, cuya jurisdicción incluye a Lipán, pero no obtuvo respuesta.
No al litio
Una habitante de Lipán dijo a este medio que “cuando la empresa vino en noviembre de 2022 a presentar su propuesta, la asamblea dijo que no estaba de acuerdo con la explotación del litio”. “Teníamos un acuerdo con más de 33 comunidades”, ahora ampliadas a 38, según los representantes del bloque.
Lipán tiene una característica que se repite en pueblos de la zona: muchos de sus habitantes trabajan en San Salvador de Jujuy, Purmamarca y otras zonas de la provincia, van y vienen los fines de semana, o cada 15 días. La comunidad se reúne en asamblea el cuarto fin de semana de cada mes, pero las autoridades de la asamblea de Lipán decidieron apurar los trámites de imprevisto y convocaron a una asamblea extraordinaria con 48 horas de anticipación, lo que impidió a algunos integrantes de la comunidad que se oponen llegar a la reunión para manifestarse en contra de la iniciativa minera, explicó la integrante de la comunidad.
Sí al litio
Los pueblos indígenas cuentan con un derecho que el Estado debe garantizar para modificar el territorio en el que habitan las comunidades. Este derecho se denomina “consulta previa, libre e informada” y garantiza el acceso a la información, la participación y el diálogo entre el Estado y los pueblos originarios. En general, las comunidades toman las decisiones en asambleas ordinarias, explicaron a elDiarioAR en diferentes pueblos de la Puna. Las decisiones no suelen someterse a votación sino que tratan de llegar a un consenso.
Sin embargo, la llegada de Lithos no sólo se aprobó en una asamblea extraordinaria celebrada el 10 de marzo de 2023. La decisión, además, se tomó por votación. Entonces, se reunió casi la mitad de la comunidad. De los 50 integrantes de Lipán, participaron 24: 20 personas votaron por el sí y cuatro por el no, habilitando así el desembarco de la empresa minera en el territorio de la comunidad.
“Varios familiares de las autoridades de la asamblea que viven fuera de la comunidad sí llegaron a tiempo. Durante la asamblea aparecieron representantes de Jemse -la empresa minera de la provincia de Jujuy- y de Lithos. Luego, se recurrió a algo que no es usual. En lugar de intentar llegar a un consenso, se sometió el tema a votación, pero nunca antes habíamos votado”, aseguró la integrante de la comunidad que se opone al litio y pidió reserva de su identidad.
“Cuando nos quejamos por lo sucedido, la señora Angélica (Castillo) -entonces comisionada de El Moreno- nos dijo que había que negociar con el litio para que no nos ganaran otras comunidades. Le dijimos que no podíamos decidir solos, que somos una cuenca, y que en 2022 habíamos decidido lo contrario. Nos respondió que un acta se tapa con otra acta”, contó la vecina de Lipán.
El presidente de la asamblea de Lipán reconoció a los disidentes que “había sido un error no convocar a toda la comunidad pero que ya no se podía volver atrás”, afirmó la testigo. “También nos dijo que éramos bienvenidos si queríamos sumarnos, y si no, nos quedábamos afuera” de los beneficios.
“El presidente nos dijo que las otras comunidades de la cuenca no quieren que Lipán crezca” y por eso se oponen al litio, contó la mujer.
Clemente Flores, referente de El Moreno, cuya jurisdicción política incluye a Lipán, es uno de los voceros de las comunidades que se oponen al litio. “Nos preocupa el caso de Lipán. Allí se hicieron tres intentos de aprobación del proyecto. Desde 2010 venimos decidiendo sobre el futuro de la cuenca de Salinas Grandes y la Laguna de Guayatayoc en unidad porque lo que suceda en una comunidad afecta al resto”, dijo a elDiarioAR.
En marzo de 2023, en una nota publicada en el sitio oficial de la gobernación de Jujuy, varios vecinos de Lipán hablaron tras una visita de Morales a la comunidad para brindar informacion sobre el ingreso de la minera. El integrante de la comunidad Angel Lamas aseguró que “la gente sentía miedo por algunas personas que están en contra (de la minería del litio) por mala información que tienen. Con esta visita del gobernador y de otras autoridades la gente se quedó más contenta y más tranquila”. “Yo creo que hemos quedado más firmes con la decisión que habíamos tomado de avanzar con la minería. Hay gente que pensó en las fuentes de trabajo, porque hay muchos que se van del pueblo porque no hay trabajo, para que los chicos no se vayan a estudiar lejos y se queden en la zona”, declaró Lamas.
Inversiones en Lipán
La comunidad tiene muchas necesidades: se encuentra muy aislada y no quiere desaparecer. El aislamiento no es sólo geográfico y ante la ausencia del Estado, la minera ofreció a los habitantes de Lipán las inversiones que nunca tuvieron: desde potabilización del agua que consumen hasta la posibilidad de vender sus artesanías en la capital de la provincia.
“Las mineras terminan actuando como un paraestado, solucionando problemas de las comunidades, proveyendo servicios y bienes que debía proveerles el Estado”, afirmó Silvina Ramírez, doctora en Derecho y profesora de posgrado de la Universidad de Buenos Aires, miembro de la Asociación de Abogadxs de Derecho Indígena (AADI).
Lition Energy aseguró a elDiarioAR que ya lleva invertidos más de $20 millones en diez becas para estudiantes del secundario, a los que este año se sumarán otros diez alumnos. También dará 15 becas universitarias e implementó una plataforma digital en la escuela primaria y secundaria de la comunidad. Además, donó 150 computadoras y facilitó la conectividad en las escuelas, que pasó de 5 a 30 megas, sin costo.
“Vamos a priorizar la mano de obra local. Ya hemos contratado a doce personas de Lipán: ocho para la construcción del nuevo sistema de agua potable para la comunidad y cuatro para el inicio de la etapa de exploración”, informó la minera ante la consulta.
Lition Energy (Lithos) donó además 16 kilos de hilo para que las artesanas de Lipán puedan tejer sus artesanías y capacitó a 17 mujeres del pueblo para que constituyeran su marca (“Lipán Manta”, que significa “de Lipán”). La minera hizo algo muy simple pero trascendental para los habitantes de la comunidad: puso sus artesanías a la venta en las estaciones de servicio Axion Energy (propiedad de PAE) en San Salvador de Jujuy.
El Estado jujeño ha dejado todavía más espacios sin ocupar que la minera no ha dejado de aprovechar para lograr el consentimiento de la comunidad: la empresa invirtió $42 millones en un nuevo sistema de potabilización de agua e instaló 5.630 metros de cañería nueva, seis cisternas y cinco tanques de agua. “Inclusive estamos llevando el tendido de los nuevos caños de agua hacia el paraje Chilcayito, donde vive una sola persona”, explicó la minera.
Lipán y la autonomía
La comunidad sostiene que tiene autonomía y que esta la habilita a tomar una decisión por fuera del resto de las comunidades de la cuenca. “El derecho a la autonomía y a la libre determinación engloba la gestión de los bienes comunes naturales y la propiedad de sus tierras”, explicó Ramírez ante la consulta. La abogada, sin embargo, no coincide con el criterio de las autoridades de Lipán: “La autonomía se pensó en un contexto de las comunidades frente a un Estado que no respeta estos derechos de los pueblos indígenas. Hay un uso tergiversado de la autonomía en el caso de Lipán porque la usan para apartarse del acuerdo con el bloque de las comunidades”, aseguró la abogada.
Ramírez afirmó que “en América Latina, las mineras y los Estados actúan fragmentando a las comunidades y realizando consultas pour la galerie, distorsionadas. Se montan consultas rápidas, en las que ni las comunidades ni nosotros podemos procesar toda la información técnica del caso”, sostuvo.
“El derecho a la consulta libre e informada no implica decidir en una tarde o un día, a las apuradas un tema tan complejo como el litio, eso es una distorsión del derecho. Deben cumplirse etapas, acceso y análisis a información técnicas para poder dimensionar los impactos, tiempo para debatir y dialogar, puede llevar semanas o más”, aseguró la abogada.
Por Emilia Delfino-ElDiarioAR