La Ley de Mercados Digitales es una acción regulatoria diseñada para frenar a las llamadas “grandes tecnológicas” de posibles actos de abuso de su posición dominante y se espera que remodele la industria tecnológica global después de décadas de crecimiento desenfrenado.
Los europeos que naveguen en sus teléfonos y computadores tendrán, a partir de este jueves 7 de marzo de 2024, nuevas opciones de navegadores y motores de búsqueda predeterminados, que van desde nuevas formas de descargar aplicaciones para iPhone, hasta más transparencia en el manejo de sus datos personales en línea.
Estos cambios hacen parte de la nueva Ley de Mercados Digitales, un conjunto de regulaciones de la Unión Europea que Google, Apple, Amazon, Microsoft, Meta y ByteDance, propietario de TikTok, clasificadas como “guardianes” tecnológicos, entre otros, tendrán que comenzar a seguir.
El objetivo: frenar el dominio de los grandes titanes tecnológicos en los mercados digitales para que estos sean más “justos”.
Los primeros cambios
La supervisión más estricta incluye servicios de Google como Maps, YouTube, el navegador Chrome y el sistema operativo Android, así como Marketplace de Amazon y el navegador Safari y el sistema iOS de Apple.
Los gigantes tecnológicos han respondido a la regulación, algunos a regañadientes, cambiando algunas de sus formas tradicionales de manejar su negocio. Por ejemplo, Apple ha dicho que permitirá a los usuarios europeos de iPhone descargar aplicaciones fuera de su App Store, que ya viene instalada de manera predeterminada.
La multinacional se ha resistido a la medida, ya que gran parte de sus ingresos proviene de la tarifa del 30% que cobra por los pagos (como las suscripciones a Disney+) realizados a través de aplicaciones de iOS.
En otro de los cambios más significativos, los usuarios de Android podrán elegir qué motor de búsqueda desean usar de forma predeterminada –no sólo Google– y los de iPhone podrán elegir su navegador de confianza –no sólo Safari–, mientras que Microsoft dejará de obligar a las personas a utilizar Edge por defecto.
Las empresas que no cumplan con la normativa enfrentan la amenaza de fuertes castigos que van desde multas proporcionales a sus ingresos globales anuales –en caso de infracciones repetidas–, hasta la ruptura de sus negocios por “infracciones sistemáticas”.
Otros territorios como Japón, Reino Unido, México, Corea del Sur, Australia, Brasil e India están elaborando sus propias versiones de reglas similares a las europeas destinadas a impedir que las empresas tecnológicas dominen los mercados digitales.