El secretario de Comercio Pablo Lavigne se reunió con el titular de Copal, Daniel Funes de Rioja. La búsqueda de un consenso por los precios y el futuro del anuncio oficial.
El Gobierno volvió a meter presión a las empresas alimenticias para que comiencen a acomodar los precios de sus productos, una carrera que comenzó hace algunos días y que estalló el martes pasado, cuando se anunció la importación de alimentos para competir con los nacionales, y de ese modo apuntalar la baja de la inflación.
El encuentro fue protagonizado por el secretario de Comercio, Pablo Lavigne, y el titular de Copal (la cámara que agrupa a las alimenticias), y allí se pusieron sobre la mesa varias cuestiones.
La primera es justamente la iniciativa oficial de importar alimentos. En la industria sostienen que, más allá de las molestias que esto genera entre las empresas, no se ve que pueda tener un efecto real para atacar la inflación.
Incluso, en el sector ponen en duda que esta medida sea puesta en marcha, ya que la idea corrió durante la gestión de Mauricio Macri, sin grandes respuestas. Hasta este momento -y más allá de las palabras del vocero Manuel Adorni y el ministro de Economía, Luis Caputo– no hay una medida tomada oficialmente al respecto.
Pero desde el Gobierno insisten con que esta medida no solo no tiene vuelta atrás -más allá de que todavía no está oficializada por fuera de los anuncios-, e durante la reunión con Funes de Rioja, Lavigne dijo que la medida “va a ser eficiente para inducir la baja de precios”.
Según el argumento oficial, los alimentos en la Argentina “quedaron caros en dólares”, un escenario que pareciera actuar como un quiebre y que lleva al Gobierno a avanzar sobre la importación de productos.
Dentro de la visión oficial, hoy son los supermercados los que sí están “haciendo las cosas bien” para bajar la inflación, un traje que sin dudas no tienen las alimenticias.
De hecho, este miércoles Caputo publicó un llamativo mensaje en su cuenta de X. Allí destacó los cambios que realizaron dos cadenas de supermercados en la forma de presentar sus promociones, algo sobre lo que el ministro ya puso el foco en varias oportunidades, tanto en público como en reuniones particulares con los grandes comercios.
Caputo subió una imagen con las modificaciones que realizaron en sus ofertas, “que incluyen rebajas en porcentajes directos y no atados a la cantidad”.
El martes, incluso, el ministro volvió a quejarse en público por esta situación y adelantó que los precios “iban a bajar”, según se lo habían prometido los empresarios.
Por Matías Bonelli-El Cronista