Cómo se compone esa franja que entró en el tobogán descendente. El impacto del plan económico libertario, el ensanchamiento de la brecha y los pronósticos.
El salario bruto promedio de quienes tienen trabajo registrado es $555 mil; y comprar la canasta básica total, que marca el límite de la pobreza, cuesta $690 mil. Ahí comienza el tobogán social por el que caen centenares de miles de personas desde 2023 y que el programa económico de Javier Milei y Toto Caputo empina cada vez más.
Tienen un empleo regular, formal o en negro, no llegan a fin de mes y marcan la línea que comienza a consolidar la idea de un país de dos pisos: un tercio en planta baja y el resto en el subsuelo donde hace años ya está el 30% de la población del país.
“El fenómeno más llamativo es la caída a la pobreza de la clase media baja y no salen de ahí porque no encuentran reactivación, no les alcanza ni con el incremento de horas trabajadas. No es una pobreza estructural que está desde 2011. Son las mismas personas o los hijos de quienes cayeron en la pobreza en 2001, con la diferencia que ahora todavía tienen empleo”, dijo Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (ODSA UCA).
La pobreza de la clase trabajadora
“Por ahora estamos lejos de cualquier tipo de situación de desborde“, dijo Salvia a Letra P y puntualizó: “Quienes más sufren el empobrecimiento no son los que cuentan con un plan social, sino los que no lo tienen y cuentan con un trabajo relativamente regular, formal o informales, con un empleo pleno. Allí la pobreza llegó al 55% en enero y esa situación, según nuestra estimación, se habría agravado en febrero, aunque compensada con los bonos de los jubilados y las paritarias de los formales. Claramente no los formales”.
Para el investigador los factores que incidieron sobre esta conformación social fueron la devaluación fuerte y el fogonazo inflacionario de diciembre, que se dio cuando la gente había cobrado los sueldos, contribuciones y jubilaciones de noviembre.
“En enero impactaron positivamente el bono a los jubilados y la duplicación de la Asignación Universal por Hijo (AUH), que permitió que no explotara el número de indigentes, como pasó en diciembre, que subió del 10% al 15%. En enero la indigencia no creció y los beneficiarios de planes sociales se mantienen, incluso conservan changas todavía”, explicó Salvia.
El país de dos pisos
El salario bruto promedio, denominado RIPTE, es de $555.269 para enero y la canasta básica total de febrero marcó $690.902. Esa suma debe juntar una familia de cuatro integrantes: varón de 35 años, mujer de 31 años y dos hijos 6 y 8 años. El límite para no ser considerado indigente es de $322.851,20. Sólo en lo que va del año, la suba de la canasta básica fue de casi el 40%.
“Se va consolidando una Argentina de dos pisos claramente diferentes. La pobreza del 40%, que contiene 10% de indigencia a nivel nacional, arrastra bolsones como el del conurbano donde vive más de un tercio de la población del país, con 45% de pobres y 15% de indigentes. consolida una estructura social, donde la brecha que separa a los sectores de menores ingresos del resto de la sociedad es cada vez más profunda y difícil de revertir. Se instalan diferencias, no sólo de ingresos económicos, sino también en atención sanitaria, educación, recreación, bienes culturales, etcétera”, describió Isaac Rudnick, director del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci), consultado por Letra P.
Un informe de la consultora LCG reafirma la idea de integrantes de la clase media maximizando esfuerzo para llegar a fin de mes. “En un contexto inflacionario que lleva a la caída del poder adquisitivo, la oferta laboral (PEA) podría haberse incrementado ante la necesidad de complementar ingresos por parte de los hogares. Esperamos una tasa de desocupación cercana al 7%, 1,3 puntos más que el trimestre anterior y 0,7 puntos más que hace un año”.
El Salario Mínimo Vital y Móvil está en $202.800, por debajo de la canasta de pobreza e indigencia. El Gobierno ya adelantó que el monto que perciben las personas del Plan Potenciar Trabajo ya no será más el equivalente al 50% del SMVM. Son, aproximadamente, 1,3 millones de personas que percibieron en marzo un salario de $78.000, sin mecanismo de actualización y sin programa.
La brecha se va a ampliar
Ahora la ministra de Capital Humano, Sandra Pettobello anunció la creación de dos programas que reemplazarán al Potenciar Trabajo. El Volver al Trabajo, para personas de entre 18 y 49 años y el plan Acompañamiento Social, para mayores de 50 años y madres de cuatro o más hijos.
“La pobreza depende de tres variables: precios de la canasta básica, ingresos y empleo. Claramente en los últimos meses los precios han subido mucho más que el ingreso (incluye caída de salarios y planes sociales)”, describió Agustín Lodola, director del Laboratorio de Desarrollo Sectorial y Territorial de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y agregó: “Está influyendo la perdida de empleo. Creo que en los próximos meses esto va empeorar y va a afectar aún más la pobreza”.
Por Francisco Aristi-LP