Esta legión, compuesta por desertores del ejército ruso, se posiciona en favor de Ucrania y lucha en contra del presidente.
La guerra en Ucrania atraviesa uno de sus momentos críticos y cada vez hay más involucrados. Lejos de las presiones de la Tercera Guerra Mundial, un grupo de desertores rusos se unió al ejército ucraniano y formó su propia legión, Libertad de Rusia, para luchar contra Vladimir Putin.
En DEF te contamos lo que se sabe acerca de “Libertad de Rusia” y cuál es su rol en el conflicto armado.
De luchar por Rusia a luchar contra ella
A pocas semanas del comienzo de la invasión rusa en Ucrania, un grupo de soldados desertaron de las Fuerzas Armadas que responden a Moscú, disconformes con la guerra que se comenzó a librar.
Con ayuda del Servicio de Inteligencia de Ucrania, el 27 de febrero de 2022 alrededor de 100 soldados pasaron de bando, además de algunos civiles de Rusia y Bielorrusia. Los mismos se ofrecieron como voluntarios en el ejército ucraniano y, tras una etapa de cautiverio, recibieron entrenamiento y conformaron la Legión Libertad de Rusia.
Los principales argumentos que esgrimieron los desertores fueron que “era necesario proteger a los ucranianos de los verdaderos fascistas” y “salvar a su propio pueblo y al país de la humillación y la destrucción”.
Entre sus simbologías, Libertad de Rusia lleva la bandera blanca-azul-blanca que es utilizada por la oposición rusa al actual gobierno y sus principales referentes sostienen que llevan los valores del Hombre Libre de la Nueva Rusia: la libertad de expresión, la libertad de elección y la libertad de elegir su futuro.
El objetivo declarado de la legión es repeler la invasión rusa en Ucrania y, en última instancia, derrocar al régimen de Vladimir Putin. Se desconoce si responden al Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania, y a lo largo del tiempo se negaron a dar detalles sobre la relación con el ejército ucraniano.
La identidad de gran parte de sus integrantes es un secreto, pero según rumores, Igor Volobuyev, exvicepresidente de Gazprombank, se unió a la organización en 2022. Además, se conoce información sobre uno de sus portavoces, identificado bajo el alias “Caesar”.
Según se pudo conocer, Caesar se define como un nacionalista ruso y perteneció al Movimiento Imperial, una organización paramilitar rusa de extrema derecha, ultranacionalista y supremacista blanca.
Para julio de 2022 se estimaba que la unidad constaba de dos batallones y que había logrado duplicar el número de voluntarios. Ese mes, la legión decidió retirarse de la lucha activa en el Donbas para recuperar su capacidad de combate.
Al mes siguiente firmaron una declaración de cooperación con el Ejército Nacional Republicano y el Cuerpo de Voluntarios Rusos, agrupaciones enemistadas con Putin. A partir de este acuerdo, la zona de acción dejó de limitarse al este de Ucrania y comenzaron a atacar objetivos en su país de origen.
La Rusia europea, objetivo de los principales grupos disidentes
La legión Libertad de Rusia dejó el posicionamiento defensivo en el Donbas en 2023 y comenzó a incursionar en la Rusia europea. Los ataques más importantes ocurrieron en el óblast de Briansk y de Belgorod.
El objetivo era crear una zona desmilitarizada entre Rusia y Ucrania como una medida para contrarrestar los ataques aéreos rusos, destruir las fuerzas de seguridad que sirven al gobierno de Putin y demostrar a los pueblos de Rusia que es posible crear focos de resistencia.
En Belgorod los ataques se produjeron en dos oleadas sin un éxito duradero, más allá de la captura de equipamiento. Como contramedida, las autoridades del óblast decretaron la imposición del régimen de operación antiterrorista en la región y lograron repeler las incursiones.
La alianza de Libertad de Rusia y el Cuerpo de Voluntarios Rusos tuvo más de setenta bajas y sufrió la destrucción de cuatro vehículos blindados y cinco camionetas en la mayor operación. Este es el mayor ataque de este tipo realizado por tropas pro ucranianas desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania.
En septiembre de 2023, el portavoz de la organización defendió las operaciones: “Acosaremos constantemente a las tropas rusas, las tropas del agresor, para reducir la presión en el frente común, para permitir que nuestros hermanos de las Fuerzas Armadas de Ucrania cumplan con las tareas que les han sido asignadas”.
Y añadió: “Somos ciudadanos de Rusia con el derecho de regresar a nuestra patria con las armas en la mano. Hace tiempo que no existe la libertad de expresión y la posibilidad de cambiar el poder pacíficamente. Sabemos que tenemos muchos partidarios y su número aumenta cada día”.
Repercusiones de las ofensivas
En marzo de 2024, los grupos disidentes volvieron al ataque. Los oblasts de Bélgorod y Kursk se convirtieron en el objetivo de Libertad de Rusia y de otras facciones paramilitares como el Cuerpo de Voluntarios Rusos y el Batallón Siberia.
El grupo de ataque estaba compuesto por 50 personas y llegó a hacerse con el control del Tyotkino en el Óblast de Kursk y Lozovaya Rudka en el óblast de Bélgorod. El Ministerio de Defensa contradijo esta información y dijo que se había logrado rechazar a los atacantes y forzar su retirada.
Si bien todavía los ataques de los disidentes no logran desestabilizar la región, las incursiones en el territorio fronterizo son cada vez más frecuentes y evidencian una falta de control en medio de las operaciones rusas en Ucrania.
El 14 de julio de 2022 el presidente ruso Vladimir Putin se limitó a la promulgación de una nueva ley que pena la deserción de ciudadanos rusos en medio de conflictos armados y establece una pena de hasta 20 años de prisión.
Esta dura medida no logró contrarrestar la formación o la expansión de grupos paramilitares rusos en contra del gobierno, que hoy conforman un nuevo frente en la guerra en Ucrania y parece hacerla aún más imprevisible.
Por Nataniel Peirano-DEF