El arquero uruguayo quedó libre luego de abonar una caución de 50 millones de pesos impuesta por la jueza.
Sebastián Sosa pagó los 50 millones de pesos de caución que impuso la jueza y recuperó la libertad después de permanecer detenido desde el lunes 18 de marzo. Ese día la joven que denunció al arquero ya sus tres compañeros de Vélez, José Florentín, Braian Cufré y Abiel Osorio, por abuso sexual declaró en Cámara Gesell y la Justicia dispuso la inmediata aprehensión de los acusados en Tucumán.
El arquero uruguayo habló con la prensa tras abandonar el edificio de la ex-Brigada de Investigaciones, donde estuvo cumpliendo la detención junto a los otros jugadores, que permanecerán allí hasta que consigan casa para continuar con el arresto domiciliario en la provincia donde se sucedieron los hechos.
“Lo único que tengo para decir es que confío plenamente en la Justicia de Tucumán. Soy inocente y lo único que quiero es que se sepa la verdad de todo esto”, afirmó Sosa y agregó: “Estoy conforme con la defensa de mi abogado”.
En lo que respecta a la causa, el futbolista nacido en Uruguay prefirió no profundizar: “No quiero entrar en detalles”. Luego repitió lo que había expresado en sus redes sociales cuando se conoció la denuncia de la periodista. “Repudio todo acto de violencia, lo dije desde el primer día y desde el primer momento, me puse en esa postura y es lo que sostengo hasta el día de hoy”, expresó.
Respecto a cómo vivió su detención estos diez días, detalló: “La verdad que como cualquier persona privada de la libertad, se vivió lo que se vivió, pero gracias a Dios nos podemos ir a casa”.
Al ser consultado sobre qué le diría a la mujer que hizo la denuncia de abuso sexual, fue contundente: “No tengo nada para decirle”.
Por último, dejó un mensaje para su esposa, Stephani Correa, y sus familiares, quienes lo acompañaron en Tucumán. “La familia es impagable y ellos estuvieron desde el minuto uno”, cerró.
Sosa viajará a Buenos Aires, donde declaró su domicilio legal, y si bien continuará con el proceso en libertad, al menos por los próximos 90 días no podrá salir del país y deberá presentarse cada dos semanas en la Unidad que investiga el caso. Además, tampoco podrá acercarse a menos de 400 metros de la denunciante y sus familiares.
El arquero está imputado como partícipe secundario del abuso sexual agravado y se enfrenta a penas que van desde los ocho hasta los 20 años de cárcel aunque, por su participación, el castigo podría ser mucho menor que el de sus compañeros.