Polonia está rearmando masivamente a su ejército, desde la invasión rusa a Ucrania. También los ciudadanos polacos temen que la guerra se extienda a su país. Por ello, cada vez más civiles se entrenan en el uso de armas.
Polonia se considera un Estado de primera línea de la OTAN y se está rearmando. El país quiere convertirse en una de las potencias militares más fuertes de Europa y, para conseguirlo, está movilizando a la sociedad. En todo el país, tanto organizaciones estatales como privadas ofrecen programas de formación militar para civiles. Bajo el nombre “Entrena con el Ejército”, las fuerzas armadas polacas ofrecen cursos de prueba de un día por todo el país: desde las grandes ciudades hasta las provincias más recónditas. La demanda es enorme. Agnieszka Wojas y Magda Radomska, dos amigas de Varsovia, también se han apuntado. Los entrenamientos incluyen aprender a disparar con un fusil de asalto AK47. Al mismo tiempo, también están aumentando los grupos paramilitares. Kamil Mazur es miembro de Strzelec, una de las mayores organizaciones del país, cuyo principal objetivo es preparar a los jóvenes para el servicio militar. Es natural de Rzeszów, una ciudad situada al pie de los Cárpatos, en el extremo sureste de Polonia. La frontera ucraniana está a sólo 90 kilómetros. Con su aeropuerto, la ciudad se ha convertido en una de las localidades más importantes de la línea del frente y en un centro de ayuda a Ucrania. Aquí aterrizan a diario aviones militares que transportan sistemas de defensa antiaérea, municiones y vehículos blindados.