Ararat Mirzoyan habló sobre el acercamiento armenio a Occidente y la nueva distribución de poder en el Cáucaso Sur. Las posibilidades de cooperación económica y el respaldo político de la Argentina.
La configuración de poderes en el Cáucaso Sur vive un proceso de fuertes cambios desde el inicio de la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania en febrero de 2022. Las alianzas existentes en lo que históricamente Moscú consideró el “patio trasero” empezaron a quedar atrás y nuevas potencias emergieron como fuente de cooperación en materia económica, política y militar.
De esta manera, jugadores como Estados Unidos, la Unión Europea y la India comenzaron a pisar más fuerte en una región bien influenciada no sólo por Rusia sino también por Turquía y hasta por Irán. Es en este contexto donde se mueve la siempre latente tensión entre Armenia y Azerbaiyán, dos pequeños países que formaron parte de la Unión Soviética y mantienen choques por el reconocimiento territorial y fronterizo.
Tras una guerra de poco más de un mes en 2020, el año pasado Azerbaiyán lanzó una ofensiva militar respaldada por Turquía y se hizo con el control del enclave de Nagorno Karabaj. Según las estimaciones de Ereván -la capital de Armenia-, más de 100.000 armenios tuvieron que huir de la región y ahora ambos países negocian un acuerdo delimitar fronteras y poner punto final a la histórica confrontación.
“Predecimos que Azerbaiyán está preparando un nuevo ataque contra Armenia”, advirtió Ararat Mirzoyan, el canciller armenio, en una entrevista con TN durante una visita oficial que realizó a la Argentina. En el país reside la comunidad armenia más grande de América Latina y durante la gestión de Alberto Fernández habían encontrado a un gran aliado en términos políticos. “Esperamos que el actual gobierno mantenga esta posición”, aseguró Mirzoyan.
– ¿Cuál es la importancia y el balance que hace de su visita a la Argentina?
– Tenemos históricas muy buenas relaciones con la Argentina. Como ejemplo le puedo contar que la primera embajada de Armenia en la región se abrió en Buenos Aires. Como un estado independiente tenemos históricas buenos vínculos, tenemos relaciones económicas, inversiones y, por supuesto, una gran comunidad armenia que nos hace valorar cada contacto. Existen muy buenos vínculos políticos, pero esperamos profundizar los económicos.
– ¿En qué sectores particularmente espera profundizar los vínculos económicos?
– En el viaje exploramos nuevas oportunidades y nuevos mecanismos que nos podrían ayudar a promover la relación de forma más profunda tanto en términos económicos como culturales y políticos. En cuanto a los sectores, nos gustaría compartir el gran conocimiento y experiencias en el área de la ingeniería, también de tecnología nuclear, donde Armenia tiene plantas nucleares y la Argentina una gran experiencia en el sector, entre otros. Hay que sentarse en la mesa y explorar nuevas oportunidades.
– Durante el último gobierno en distintas oportunidades Alberto Fernández se manifestó a favor de Armenia, ¿espera lo mismo del gobierno de Milei?
– La respuesta corta es que sí. Pero la respuesta más extensa es que la postura del presidente anterior estaba basada en los principios compartidos. Hoy también coincidimos en que la política exterior tiene que estar respaldada en principios. Entonces, por ejemplo, si uno de ellos es el de condenar el uso de la fuerza para la resolución de problemas, entonces tenemos los mismos principios con este gobierno también. Compartimos esta mirada, condenamos el uso de fuerza y apostamos a la negociación diplomática para resolver los conflictos. Eso es un punto, pero otro ejemplo es el del principio de integridad territorial y de frontera. Si hablamos de estos principios, el presidente anterior apoyaba la integridad territorial de armenia y ahora, espero, que el gobierno actual mantenga esta posición.
– ¿Cuál es la situación de las negociaciones en curso por el acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán?
– Estamos comprometidos en las negociaciones de paz desde inmediatamente después de la guerra en 2020. A pesar del reciente uso de la fuerza contra la población de Nagorno Karabaj por Azerbaiyán, a pesar de la limpieza étnica que hubo en la región porque la población nativa armenia de Nagorno Karabaj tuvo que huir con sus familias para salvar sus vidas y las de sus familias. A pesar de esta tragedia, estamos comprometido en una agenda de paz, en una agenda para instalar la paz en la región, en el Cáucaso Sur.
– ¿Es posible alcanzar un acuerdo?
– Creemos que es posible. Hay complicaciones, hay desafíos por supuesto, pero es posible. De nuestro lado estamos haciendo esfuerzos sinceros y constructivos para negociar con buena fe para encontrar soluciones para encontrar la paz. Cuando hablamos de la firma final para ratificar el acuerdo de paz entendemos que hay algunos puntos cruciales en los que tenemos que ponernos de acuerdo. Uno de ellos es el mutuo reconocimiento de la integridad territorial y delimitación de las fronteras.
– ¿Qué falta?
– Entendemos que hay cuestiones cruciales para llegar a la firma final. Una de ellas es el reconocimiento mutuo de la integridad territorial y la limitación de las fronteras. Acá estamos viendo que hay una base histórica clara desde donde podemos construir. Desde que empezaron las últimas negociaciones entre el primer ministro armenio – Nikol Pashinián- y el presidente de Azerbaiyán -Ilham Alíyev-, en alguna de estos encuentros reconfirmaron el principio de mutuo reconocimiento del territorio, establecidos en la declaración de los países soviéticos en 1991.
– ¿Están en alerta o temen el inicio de un nuevo conflicto?
– Bueno, teniendo en cuenta que de forma escrita no quieren reconfirmar el reconocimiento de fronteras y nuestro territorio como se arregló entre el presidente y el primer ministro para reestablecer la frontera que existía en 1991, sí. Los próximos planes son tangibles y predecimos que pueden estar iniciando o preparando otro ataque, otra agresión, contra la República Armenia a diario.
– En estos últimos años pareciera ser que Armenia tomó un giro hacia Occidente, ¿temen una represalia por parte de Rusia? Quien fue un aliado.
– Nosotros somos una democracia y queremos fortalecer las instituciones democráticas. Vemos que, por ejemplo, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) son socios principales. También vimos que la UE estuvo dispuesta a enviar a una misión civil y mejoró mucho la situación en la frontera, la presencia de ellos colabora mucho en la paz de la región y en parte de la estructura de Armenia. Rusia envió garantes de paz en 2020 para monitorear la seguridad en Nagorno Karabaj, pero hemos visto múltiples ataques contra la frontera de Armenia.
– Se alejarán de Rusia entonces…
– No podemos decir que hemos encontrado una respuesta satisfactoria y respetable de nuestros aliados. Entonces los mecanismos de seguridad que tuvimos por varias décadas no funcionaron. Esa es la situación por la que tuvimos que pedirle a la Unión Europea que venga y observe la situación. Ahora estamos profundizando la relación económica y política con Bruselas y con Washington. No lo llamaría un giro, estamos tratando de asegurar nuestra seguridad y desarrollo en el camino democrático y de las instituciones, y para eso vemos que hay buenos socios en Occidente.
– En este contexto, ¿cómo describiría la relación con Rusia?
– Tenemos relaciones económicas, comercio bilateral, distintos sectores de cooperación y mantenemos los buenos vínculos en términos de seguridad. Pero es cierto también que hoy no tenemos los mismos pensamientos y, para decirlo llanamente, no hablamos el mismo idioma. Los problemas que existen en la relación con Rusia son imposibles de esconder.
– ¿Hay alguna posibilidad de que se rompan las relaciones diplomáticas con Rusia?
– No puedo predecir el futuro, pero sé que Armenia tiene expectativas justas para que en un documento escrito quedé plasmado el compromiso de integridad territorial asumidos por ambos países. Nuestra expectativa es que lo que fue arreglado sea ratificado. Que esas obligaciones de Armenia y de Rusia sean implementadas.
– ¿Piensan acercarse más a la OTAN?
– Ya tenemos cooperación con la OTAN, participamos en operaciones para mantener la paz en Afganistán, aumentamos la presencia en Kosovo, es una forma de cooperación. Si se refiere a una intención de incorporarnos a la OTAN, no. No es un punto que esté hoy en la agenda de Armenia.
– ¿Y con la Unión Europea?
– En el caso de la UE puedo decir que los armenios sí tienen la aspiración europea y me gustaría citar lo que el primer ministro dijo recientemente durante un discurso en el parlamento europeo. Tal como dijo “Armenia está lista para acercarse a la UE tanto como la UE piense que sea posible” y esté dispuesta a acercarse a Armenia”.
Por Gonzalo Bañez-TN