La fuerte recesión que atraviesa la economía está marcada por un desplome del consumo y de la producción. Los supermercados apelan a diversas acciones para para estimular las ventas pero que no impactan necesariamente en la inflación. Caputo destacó rebajas en productos de marca propia de Jumbo, Disco y Vea pero no es la situación general sino más bien una excepción.
La caída en el consumo privado y público registrada desde la asunción de Javier Milei como Presidente evidencia un panorama alarmante que comienza a generar dificultades en la producción y la actividad económica mismas.
El salto de 120% del dólar oficial le agregó nafta al fuego inflacionario que dejó la administración de Alberto Fernández con Sergio Massa como ministro de Economía. Frente a esta dinámica, la devaluación generó un impacto inmediato en la suba de precios arrojando una inflación de 25,5% para diciembre del año pasado, 20,6% para enero y 13,2% para febrero. Estos niveles de inflación profundizaron fuertemente el deterioro en el poder adquisitivo de los ingresos de los consumidores generando una fuerte recesión con caída en las ventas y la producción general.
Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas durante enero y febrero acumulan un declive del 27% con respecto al mismo período del año pasado. Para entender la magnitud de la caída es importante aclarar que las ventas venían cayendo desde julio de 2022 a un ritmo interanual promedio del 2,3% —sin tener en cuenta diciembre 2023, mes en el cual el descenso fue de 13,7%—.
Alimentos y bebidas es uno de los rubros que mayores caídas registra. Durante los primeros dos meses del año la disminución en las ventas alcanzó el 35,2% interanual, sólo superado por perfumería y farmacia —36,7% y 42,4% respectivamente—.
Desde el segundo trimestre de 2023 la tendencia que refleja el consumo viene atravesando un proceso de estancamiento y durante el último trimestre del año pasado comenzó un período de caída que se profundizó a partir del último diciembre.
En su último informe de prensa, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) describe para enero y febrero una caída interanual en el consumo de los hogares del orden del 2,7% respecto del mismo período del año anterior.
La encuesta de supermercados publicada por el INDEC arroja datos significativos. En enero las ventas en supermercados cayeron 13,8% interanual —la mayor caída desde marzo de 2019— y 3,4% desestacionalizado respecto al mes anterior.
¿Qué hacen los comercios para estimular las ventas en plena recesión?
Si bien esta recesión parece ser la receta que tiene el gobierno de Javier Milei para bajar la inflación, los comercios comenzaron a implementar viejas estrategias para intentar reflotar las ventas. En este aspecto, los 2×1, los descuentos en la segunda unidad o, directamente X% off en productos que tienen una menor tasa de salida son algunas de las herramientas elegidas.
Frente a diversas consultas, fuentes ligadas al sector de los supermercados aseguraron que “todas esas promociones son algo que se venía haciendo, incluso el año pasado cuando la venta volaba” pero que “ahora lo que se ve es una intensidad mayor en el volumen de ofertas y promociones: más promos, más días, más amplitud de las categorías en oferta”.
Otra de las estrategias utilizadas en el pasado pero que ahora se ve con más frecuencia es congelar productos de marca propia por días. Sin embargo, esta no es una estrategia generalizada ya que para algunos súpers ese esquema no es sostenible. Es más que nada para posicionar su marca propia al no tener volumen de ventas o consideración por parte de los consumidores.
“Desde el 10 de diciembre las fábricas que son oligopolios y las 20 o 25 empresas que dominan el 85% del consumo masivo en argentina metieron violentos aumentos en las listas de precios presionando con no realizar entregas si no convalidábamos esas listas, pero ahora muchas ven que se pasaron de rosca con los aumentos”, dijo un supermercadista consultado por este medio.
Frente a esta situación de “pasarse de rosca con los aumentos”, algunas compañías comenzaron un proceso de reducción de precios pero no es una situación generalizada. El mismo ministro de Economía, Luis Caputo, lo confirmó al destacar la rebaja de precios de productos de marca propia de los supermercados de Cencosud: Jumbo, Disco y Vea. No hubo, al cierre de esta nota, una decisión similar de otras cadenas de supermercados que operan en el país.
Caputo también había expresado en Twitter, ya hace un mes, que “a muchas empresas les pasó que pricearon sus productos esperando un escenario catástrofe que no se materializó” y que “hoy (entonces, 7 de marzo) tienen precios de lista muy altos que la gente no convalida mayormente, y que ya han empezado a bajarlos, pero vía promociones”.
Ese comienzo de las rebajas no se comprueba hoy por hoy, a un mes de ese comentario de Caputo.
En adición a la brutal caída del consumo y las ventas, la industria manufacturera PyME sufrió una baja de producción del 27%, 30% y 9,9% interanual en diciembre, enero y febrero, respectivamente, mientras que la producción general cayó 12,4% en enero. Cabe preguntarse si las cifras de disminución en consumo, ventas y producción deben o no considerarse catástrofe. La inflación es sólo uno de los tantos males que puede aquejar a una economía.
Por Ivo Cortazzo-ElDiarioAR