Aunque el Gobierno apunta al “cartel del Patrón del Norte”, liderado por Delfín Castedo, por la droga secuestrada en diferentes operativos, otra hipótesis surge entre los investigadores a raíz de hallazgos similares en diferentes países de la región
Agentes especializados de la Dirección General de Aduanas-AFIP, apostados en el Paso Fronterizo Internacional Posadas-Encarnación, encontraron más de 16 kilos de cocaína ocultos en un auto que intentaba ingresar al país desde Paraguay. La droga estaba distribuida en 15 ladrillos de cocaína embalados en cinta amarilla. Llevaban, además, un relieve en forma de delfín, supuesto código del grupo narco liderado por el capo salteño Delfín Reinaldo Castedo, más conocido como, el “Patrón del Norte”.
Ese sello característico del delfín fue hallado en, al menos, cuatro operativos realizados anteriormente por las fuerzas federales en distintas zonas, por ello desde el Gobierno se lo endilgan al clan Castedo. Aunque otra hipótesis surge entre los investigadores a raíz de hallazgos similares en diferentes países de la región.
El último procedimiento de Aduanas comenzó cuando una camioneta con patente paraguaya se presentó de noche en la cabecera argentina del Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz con intenciones de ingresar al país. El conductor declaró ser oriundo de la ciudad de Encarnación, indicaron fuentes oficiales.
Cuando los agentes aduaneros comenzaron a hacerle las preguntas de rigor, el hombre de nacionalidad paraguaya se puso nervioso y evasivo. “Incluso, se contradijo respecto del destino de su viaje”, ampliaron los investigadores. Fue entonces donde el personal comenzó a revisar el vehículo y notó una serie de irregularidades en el tanque de combustible.
Aduana encontró los ladrillos dentro de un vehículo
“La camioneta fue pasada por el escáner, que ratificó que el sector del baúl, en donde estaba ubicado el tanque de combustible, arrojaba imágenes no habituales”, explicaron. Y contaron que estaba lleno de bultos rectangulares, envueltos en cinta amarilla. “Fue un total de 15 ladrillos, con un peso combinado de 16,698 kilos y un valor estimado de $202 millones”, subrayaron.
La causa quedó en manos del Juzgado Federal de Posadas, en un expediente por contrabando agravado de estupefacientes en grado de tentativa y dispuso la detención del conductor. El juez ordenó el secuestro de la droga y del vehículo.
Cinta amarilla y un delfín
Cada pan de droga hallado en el tanque de combustible de la camioneta paraguaya estaba envuelto en cinta amarilla y con el logo de un delfín estampado en bajorrelieve.
Lo ladrillos amarillos hallados
“Ese color en los paquetes suelen marcar el grado de pureza de la droga: son de alta calidad, arriba del 90% y de producción peruana, de mayor concentración y firmeza. Ese código lo comenzó a usar un clan en Perú y otro lo llevó a Bolivia”, había descrito un investigador de vasta experiencia en el campo a Infobae. “La diferencia de tamaño es claro indicio de que provienen de dos laboratorios diferentes”, aclara. Sin embargo, está la posibilidad que el dueño de la droga sea el mismo.
Por otro lado, varias fuentes dicen que el dibujo del delfín no está necesariamente ligado a Castedo, el capo condenado a 16 años de cárcel, uno de los mayores traficantes del NOA, al que la ministra Patricia Bullrich mencionó en su cuenta de la red social X tras uno de los hallazgos.
“Los logos se usan para distinguir al proveedor de la cocaína, es decir, del laboratorio en el que se produce. Hay algunos indicios que indican que, además de distribuidor, Castedo podría ser dueño de un laboratorio, pero no pudo ser comprobado. Él distribuía a España, Bélgica e Italia, no abastecía el mercado local”, indican. Tanto la corona como el delfín son garantía de calidad de origen.
La droga acondicionada en el tanque de combustible de la camioneta con patente paraguaya
“La cuña la pone el productor, no el intermediario. Y el que pone la cuña está pensando en otro negocio, no en abastecer Argentina”, agrega otro detective en ese sentido. Sin embargo, otras fuentes en la Justicia federal aseguran que el hallazgo de un cuño en un pan de droga no es una verdad definitiva. Podría ser un caso de robo de marcas, o una pista falsa plantada por los narcotraficantes para confundir las autoridades.
Una tercera fuente suma sobre la temática: “En realidad todo suma: el packaging y los logos. Pero el nivel superior es tener el análisis que te permita determinar la firma química de la cocaína. Con esto tendrías nivel de certeza para comparar con otras cargas y establecer hipótesis de mayor nivel. La concentración y pureza se determina con cromatógrafo y con espectrometría”.
“Parece como si se tratara de distribución random que nunca llega a destino. Si se trata del mismo distribuidor, la está perdiendo por todos lados”, aporta otro ávido conocedor de la materia. “Es muy llamativo, ¿ quién tiene hoy la capacidad de comercializar tanto y, a la vez, tener tanta espalda para continuar con el tráfico pese a las pérdidas?”, se pregunta.
Fuente: Infobae