El sociólogo subrayó la expansión de la presencia militar de Estados Unidos en América Latina y la posible influencia en la política exterior argentina: “La búsqueda del acercamiento a EE. UU. tiene que ver con condiciones materiales”, explicó.
El experto en Política Exterior, Juan Tokatlian, se refirió al ingreso de la policía ecuatoriana a la embajada de México en Quito. “Lo que pasó en Ecuador refleja el estado lamentable de Latinoamérica, hay un riesgo de que no solo nos fragmentamos sino que nos fracturemos como región”. Por otra parte, sostuvo que el viaje de Laura Richardson fue desmesurado: “Recibió un trato que parecía más propio de un jefe de Estado que de un comandante en jefe”, comparó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Juan Tokatlian es sociólogo, profesor plenario de la Universidad Torcuato Di Tella, cofundador y director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de los Andes en Bogotá y profesor asociado de la Universidad Nacional de Colombia.
Todavía quedó un inmenso revuelo que aún resuenan, a partir de la visita de la general en jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson. ¿Qué balance hace al respecto? ¿Qué significó?
A la visita de Richardson la llamaría la visita de la desmesura, tanto de Estados Unidos como del lado argentino. Esto quiere decir que quien estudie con evidencia puede observar que en la última década Estados Unidos ha robustecido su capacidad de proyección militar en América Latina, a tal punto que ha evitado una proyección similar en China, en términos de la presencia estadounidense en bases de la región.
Además, aumentó la cantidad inmensa de entrenamientos que se llevan a cabo con las Fuerzas Armadas de la región, los despliegues navales y terrestres, el fortalecimiento de lazos políticos, etc. No se encuentra un avance que signifique una amenaza china en esta parte de la región.
A su vez, previo al viaje, y si uno entraba a la página del Comando Sur, encontraba una referencia interesante en el anuncio de este periplo, donde se decía que Richardson iba a hacer una donación de un Hércules por 30 millones de dólares. De todas maneras, sabemos que el Hércules siempre estuvo acá desde el 2023 y que ahora, finalmente, pase a ser repertorio de la FFAA vía una acción de Estados Unidos, no significa que nos dieron 30 millones de dólares en asistencia militar.
En tercer lugar, del lado de Estados Unidos, está el comunicado oficial de su embajada que dice en unos de los apartados que “este año Argentina será receptora en materia de seguridad de 625 millones de dólares”.
Y quien vaya a ver el presupuesto que se debate en el Congreso presentado por el Ejecutivo, encontrará que para el 2024 para toda América Latina hay solicitados 2500 millones de dólares en materia de seguridad. De ese total hay 658 millones de dólares, o sea, el 26% del presupuesto destinado en asistencia para Latinoamérica es en materia de Seguridad y Defensa. Y los países que más recibirán son Colombia con 444 millones, Haití con 291 mil y México 114 mil dólares. Por su parte Argentina, tiene 800 mil dólares. Aquí hubo un equívoco porque históricamente Argentina no ha sido receptora masiva de asistencia militar por parte de EE.UU. Además, la entrevista del embajador Marc Stanley anunciando tropas chinas en la estación espacial neuquina le daba al viaje una dimensión enorme.
Vale recordar que Richardson comanda uno de los 11 Comandos que tiene EE.UU, 7 geográficos y 4 funcionales. Ella estuvo con el titular de la AFI, con el secretario de Estrategia Nacional, con el jefe del Estado Mayor Conjunto, con el viceministro de Defensa, con el ministro de Defensa, con la canciller, con el jefe de gabinete, con el presidente, con la vicepresidenta, y en el día de su partida estuvo presente el ministro del Interior y el ministro de Seguridad. Es decir, la comandante recibió un trato que parecía más propio de un jefe de Estado que de un jefe de comando.
Lo otro que añadiría a la desproporción del lado argentino es el preanuncio no muy claro de parte del Presidente de esta base naval integral en Tierra del Fuego, que de hecho había comenzado las obras en el año 2022. Y el propósito general, consensuado con amplios sectores de la oposición en aquel momento y aún hoy, era que nada de esa base naval integral iba a tener un papel ni de China ni de Estados Unidos, porque es esencial para la Argentina en términos de temas como el Atlántico Sur, la Antártida y Malvinas.
Sin embargo, Milei insinuó la posibilidad de convertir esa base naval en Tierra del Fuego en una base conjunta con Estados Unidos, lo cual podría tener implicaciones significativas para la política exterior de Argentina. Aunque el Presidente habló de una nueva doctrina de política exterior basada en la libertad y la democracia, algunas de las acciones del gobierno contradicen estos principios, lo que genera incertidumbre sobre la coherencia de su enfoque.
Por caso, a finales de marzo terminó la reunión de la Comisión de la Naciones Unidas sobre el status de la mujer, pero hubo muchos cuestionamientos para el documento final aprobado y muy importante para las cuestiones de género. Entre los países que lo cuestionaron estaban Irán, Nigeria, Rusia, Libia, Irak, Mali, Tanzania, el Vaticano, Nicaragua y Argentina.
Entonces, esto de que hay una postura homogénea frente a derechos humanos, libertad y democracia, es un error plantearlo como una doctrina. Aunque, por supuesto que puede ser que sea una convicción personal del Presidente, pero es extraño que lo quiera convertir en una doctrina que, a su vez , no la practica.
¿Esa desmesura que mencionás tiene algún punto de contacto con la políticas internacionales llevadas adelante en el gobierno de Menem, simplificadamente, las llamadas “relaciones carnales”?
Hay aspectos del pasado argentino que no se pueden ignorar, como la orientación hacia Occidente y Estados Unidos durante el gobierno de Menem. Sin embargo, Menem también buscó equilibrar estas relaciones, especialmente fortaleciendo los lazos con Brasil, algo que ya lo había antecedido, por supuesto, el presidente Alfonsín.
En contraste, Milei dijo que el presidente Lula es un corrupto, que el presidente de México era repugnante y que el presidente Boric de Chile era un empobrecedor, o sea, ha utilizado un lenguaje difamatorio hacia líderes de otros países, lo cual no se puede equiparar con los enfoques diplomáticos anteriores.
Aunque hay similitudes, no podemos hacer una analogía completa entre ambos gobiernos de Milei y Menem. Por ejemplo, la retórica sobre Argentina como país occidental y cristiano ha sido una constante, pero ahora se presenta con matices geopolíticos y alianzas diferentes a las del pasado.
El vínculo entre EE. UU. e Inglaterra, ¿y un acercamiento a las Malvinas?
Durante la Guerra de Malvinas, antes de que se iniciara la reconquista por parte de Inglaterra, hubo una serie de intervenciones de quien era el secretario de Estado estadounidense, Alexander Haig, tratando de convencer a los militares argentinos y a Margaret Thatcher. ¿Un alineamiento irrestricto con Estados Unidos, sin ningún tipo de compensación, puede tener que ver con la idea de recuperar pacíficamente las Malvinas? ¿Todo esto para que sea Estados Unidos quien intente persuadir a Inglaterra con ese fin?
Hasta la guerra de Malvinas, Estados Unidos mantuvo una posición de neutralidad, buscando una salida política negociada al conflicto. Es posible que vuelvan a adoptar esa postura, pero para atraer su interés, Argentina debe demostrar su capacidad política, económica y militar, así como la importancia de la estabilidad en el Atlántico Sur. Sin embargo, la reciente orientación de Gran Bretaña hacia Estados Unidos plantea un desafío, ya que refuerza la alianza entre ambos países y podría afectar la postura estadounidense respecto a las disputas territoriales en la región..
Por otro lado, la política exterior argentina también ha mostrado una toma de posición activa frente a Europa e Israel, por ejemplo. Esta orientación hacia una agenda libertaria puede estar relacionada con objetivos económicos más inmediatos, como la dolarización, que el presidente Milei ha anunciado como una prioridad. Dicho sea de paso, si ganara Trump, la bandera libertaria se reforzaría.
En este sentido, la búsqueda de recursos financieros, ya sea a través de fondos de inversión, capital privado o el apoyo del Fondo Monetario Internacional, parece ser el enfoque predominante en la agenda internacional argentina en el corto plazo.
La irrupción ecuatoriana a la embajada de México
Mencionaste a Israel, y justamente tengo la información de que todas las embajadas argentinas están alertas por un posible ataque de Irán en represalia del ataque que generó Israel. Y hay todo un debate, a partir de la invasión ecuatoriana a la embajada mexicana en Quito, con la inviolabilidad de las embajadas. ¿Qué reflexión podés hacer sobre estos dos temas?
Separaría los dos temas para abordarlos con más detalle. En primer lugar, la decisión pendiente de trasladar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén es un asunto complejo que trasciende la reciente acción de Israel en el consulado de Irán en Damasco. Esta medida, aunque pausada por el momento, es significativa debido a la influencia de la Organización de Cooperación Islámica, que respalda a Argentina en asuntos como Malvinas y otros temas internacionales. La posible reubicación de la embajada plantea interrogantes sobre el equilibrio entre las relaciones regionales e internacionales de Argentina y la necesidad de mantener la seguridad y estabilidad en la región.
Por otro lado, el reciente incidente en Ecuador, donde se violó la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, refleja la falta de capacidad colectiva de acción en América Latina. Este suceso inaudito, junto con la creciente fricción entre los países latinoamericanos, revela un vaciamiento de liderazgo persuasivo en la región.
Además, la situación puede vincularse a la política interna de Ecuador, especialmente en el contexto de la próxima consulta del 21 de abril que se llevará a cabo en ese país. La consulta, que aborda temas como la reforma laboral y la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico, podría haber influido en la reciente acción del gobierno ecuatoriano. De hecho, el gobierno de Ecuador sostuvo que accionó de esa manera porque “estaban viviendo un conflicto armado no internacional”.
Es fundamental reconocer que estos acontecimientos tienen implicaciones tanto a nivel nacional como internacional. La fragilidad de las relaciones entre los países latinoamericanos y el debilitamiento de la acción colectiva en la región plantean desafíos significativos para la estabilidad y el desarrollo regional. Es crucial que se tomen medidas para revertir esta tendencia y promover una mayor cooperación y entendimiento entre los países de América Latina. Es que hay un riesgo de que no solo nos fragmentamos sino que nos fracturemos como región.
El vínculo con China y sus posibles efectos
Claudio Mardones: En estos primeros 100 días de gestión se vieron una serie de gestos de Milei hacia Washington y totalmente refractarios para China. A la conversión de la base naval se le suma que el Gobierno decidió frenar el presupuesto de la Comisión Nacional de la Energía Atómica, la construcción del reactor Carem y el trabajo en Atucha III. ¿En este contexto, esta tercera visita de Richardson al país implica que, finalmente, Milei le está entregando a Estados Unidos la relación con China?
Cuando un gobierno establece su política exterior, lo hace en términos positivos, buscando fortalecer relaciones. Lo inusual en el gobierno de Milei es su enfoque negativo hacia China, algo no visto en administraciones anteriores. Esto contrasta con la postura de Macri, quien, siendo un hombre de negocios, tenía particular interés en la relación con China,reconocía la importancia de las relaciones comerciales y financieras con ellos, e incluso mostró interés en el grupo BRICS durante su presidencia del G-20 en 2018.
Es importante resaltar que el acuerdo para la estación espacial con China se inició durante el gobierno de Cristina Kirchner y se completó sin problemas durante la gestión de Macri. Aunque pueda existir desconfianza hacia el gigante oriental, la evidencia disponible muestra que este proyecto no ha generado problemas de seguridad ni ha involucrado la presencia de soldados chinos en el país. Además, después de algunos desencuentros, se evidencia un intento de encontrar puntos en común con China por parte del gobierno de Milei.
Es relevante considerar las implicaciones económicas de esta postura hacia China, que no va a hacer nada contra Argentina, y no debe hacer nada. Pero mientras Argentina busca distanciarse, otros países en América Latina están ansiosos por fortalecer sus lazos comerciales con ellos, lo que podría resultar en una pérdida de oportunidades para el país en términos de comercio internacional.
La posibilidad de atentados en Argentina
Alejandro Gomel: Usted hablaba de la desmesura de Milei, el alineamiento con Estados Unidos y el amague de llevar la embajada argentina a Jerusalén. En este contexto, ¿hay riesgo de sufrir algún tipo de atentado en nuestro país?
No, yo no especularía sobre eso de ninguna manera, y me parece inadecuado hacerlo. Lo que creo es que hay una particularidad en nuestra región en general, y de la Argentina muy especialmente. Esto significa que sabemos del atentado en las Torres Gemelas y en el Pentágono y conocemos la reacción de Estados Unidos.
Y vimos a partir del 2001 una notabilísima expansión del terrorismo fundamentalista en África, en Medio Oriente, en la vecindad de Rusia y en Rusia misma, en Asia Central, en el sudeste de Asia, en el Pacífico, en todo el mundo, salvo en América Latina. Desde el 2001, en todo el mundo, salvo en América Latina, hubo un atentado terrorista de algún grupo, sea vinculado a Al Qaeda, sea ligado a ISIS, sea ligado a otras sub-organizaciones.
Argentina tiene sobre sí, dramáticamente padecidas pero también impunemente sostenidas, dos atentados previos al 11 de septiembre. Por lo tanto, cuando hay un contexto internacional exacerbado, y se despliegan fuerzas de todo tipo, estatales y no estatales, con propósitos estratégicos respecto a sus propios objetivos, yo diría que hay que estar bien atento.
Ahora bien, no veo que haya que conjeturar que vaya a pasar algo, sino que hay que hacer bien la tarea. Es decir, tener un buen sistema de inteligencia de asuntos que ocurren por fuera del país, y que cada vez más tienen una naturaleza transnacional. Y termino con una observación: yo dije que el viaje fue una desmesura, tanto de Estados Unidos como de la Argentina. Aquí los dos se comportaron de manera desmesurada.