La Policía Federal llevó a cabo allanamientos en las localidades de San José, Claypole, Wilde, Monte Chingolo, Ezpeleta, Bernal, Sarandí y en los partidos de Quilmes y Avellaneda.
Tras una investigación de la División de Delitos Contra la Salud Pública, la Policía Federal desbarató a una banda de falsos médicos que tenían varios centros de salud truchos, en los cuales atendían a chicos, embarazadas y adultos mayores.
Por esta razón, se realizaron allanamientos en las localidades de San José, Claypole, Wilde, Monte Chingolo, Ezpeleta, Bernal, Sarandí y en los partidos de Quilmes y Avellaneda, en los cuales detuvieron a cuatro sospechosos.
El operativo se llevó adelante tras descubrir una serie de irregularidades en la habilitación correspondiente de cada centro de salud. De acuerdo a la investigación, los “médicos” atendían en varias especialidades y, con el objetivo de abaratar costos, seguían contratando personas que ejercían la medicina de manera ilegítima.
Durante las averiguaciones, los efectivos lograron constatar que uno de los implicados utilizaba la matrícula de un profesional de la salud, que sería de su padre, actual jubilado. Entre las actividades del sospechoso, se destacó que diagnosticaba a los pacientes con enfermedades que requerían tratamientos a largo plazo, e incluso llegaba a derivarlos a centros de diagnóstico de imágenes que ellos mismos administraban.
En dichos lugares, realizaban estudios como mamografías, endoscopias, ecografías, electrocardiogramas, y encefalogramas, y generaban ingresos a partir de personas que se encontraban en un estado avanzado de gravedad en sus afecciones.
Finalmente, una vez reunidas las pruebas, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal de Lomas de Zamora, a cargo del Dr. Kreplak, y la Secretaría N°5 a cargo del Dr. Maximiliano Callizo, dispusieron la orden de doce allanamientos en los centros y seis órdenes de presentación en farmacias.
En el operativo, se llevó a cabo la detención de cuatro hombres argentinos y mayores de edad, y la causa fue caratulada como “ejercicio ilegal de la medicina”.
Asimismo, los centros de salud quedaron clausurados por no contar con la documentación requerida por la legislación vigente y se secuestraron talonarios de recetas médicas, sellos médicos, historiales clínicos, una computadora, tres teléfonos celulares, un vehículo, casi cuatro millones de pesos y 1.500 dólares.