El director de Zubán Córdoba afirmó que “el 90% de la sociedad dice que está peor desde que Milei es presidente”, aunque un sector importante “aún tiene esperanza”. “El gobierno de Milei hoy pelea contra el tiempo”, afirmó.
Gustavo Córdoba comparó la estrategia política de La Libertad Avanza con la de Néstor Kirchner y destacó que ambos supieron capitalizar el clima de opinión a su favor. Sin embargo, indicó que Milei puede estar confundiendo la interpretación del mandato de la sociedad, ya que no todos sus votantes comparten su visión anti-Estado. “Milei hoy no paga costos, pero los apoyos no son absolutos, sino precarios y relativos”, aseguró en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Gustavo Córdoba es consultor político y director de la consultora Zubán Córdoba y Maratón ComPol, un importante seminario de comunicación política. Es especialista en comunicación electoral y gubernamental, máster en Comunicación Política y licenciado en Ciencia Política.
En las últimas encuestas publicadas, la imagen de Javier Milei fluctúa a la par del desencanto y la desaprobación que generan, por igual, sus medidas económicas y políticas. En este sube y baja, ¿qué pasa con Milei?
La imagen de Milei es todo un acertijo, porque nosotros tenemos un diferencial negativo, estamos por largar una nueva medición ahora en un par de días, y la verdad es que el último registro que tenemos nos da 52 puntos de imagen negativa y 47 de positiva. Si analizamos no solamente la imagen, sino otras cuestiones, como por ejemplo todos los temas, son dicotómicos y prácticamente con núcleos duros a ambos lados de una eventual grieta. Entonces, la caracterización que hacemos de este momento es que hay un núcleo duro de apoyo al presidente, que creo que se ha incrementado de ese 30% que sacó en primera vuelta y lo ha llevado a un 40%-45%, y enfrente hay un núcleo duro opositor prácticamente con la misma intensidad.
Desde que asumió Milei el 10 de diciembre hasta hoy es evidente que no ha podido convencer a nadie de aquellos que no lo votaron. Esa es una primera característica.
Una segunda, cuando analizamos el impacto de las medidas económicas, el 90% de la sociedad argentina nos dice que está peor desde que Milei es presidente. Ahora, el dilema arranca cuando planteamos si el esfuerzo que se está haciendo ahora vale la pena, y la mitad de ese 90% nos dice que sí. Es decir, hay un 45% de argentinos que todavía le sostienen la esperanza o tienen expectativa con el Gobierno.
Acá hay un punto central, que me parece que es la gran pregunta del millón, no es nada novedoso lo que voy a decir, pero el equilibrio entre tiempo y expectativa es lo que va a definir cómo va a tener gobernabilidad Milei de aquí en adelante, porque el Gobierno no está peleando contra la oposición, ni está peleando contra un rival político. El gobierno de Milei hoy pelea contra el tiempo. Necesita generar impacto positivo en la recuperación del poder adquisitivo, porque me parece que es la clave. Y mientras más tiempo pase, más desgaste va a tener seguramente.
Podemos decir que no logra convencer a quienes no lo votaron que lo valoren, ni la oposición logra convencer a quienes lo votaron que dejen de perder esperanzas.
Así es, y déjame agregarte algo, y es una comparación que hago con Néstor Kirchner. En la salida de la crisis del 2001 había un clima de época antimercado, antiprivatizaciones, anticonsenso de Washington. Había ciertamente una politización muy fuerte que Néstor Kirchner toma y la genera en una praxis política. El primer mandato del kirchnerismo, el de Néstor, recogió ese clima de época de una manera extraordinaria, a mi criterio.
Milei, salvando las distancias, hace exactamente lo mismo. Toma un clima de opinión antiestatal muy profundo, después de dos gestiones que no estuvieron a la altura de las expectativas económicas de la sociedad argentina, y además la salida de la pandemia, un estado frazada corta, que cubrió a medias, o parcialmente, o mal, la mayoría de las necesidades de la sociedad. Entonces, Milei transforma hoy, en acción política, o en margen de acción política, ese clima antiestatal.
Pero aquí puede haber un error de lectura por parte del Gobierno, porque mientras Milei cree que la gente votó el desguace del Estado, yo lo que creo es que para la mayoría de la sociedad argentina, y lo manifestó en la marcha de la universidad pública, hay algunas cuestiones que no son susceptibles de ser ajustadas. Por ejemplo, la educación y la salud pública. El Gobierno puede cometer un error, porque en realidad la sociedad argentina votó a Milei porque estaba enojada con la dirigencia que condujo el Estado en los dos últimos mandatos, no con las políticas públicas de calidad. Entonces ahí me parece que hay un punto, un llamado de atención, porque hoy se están visualizando ya algunos límites. Digo, la sociedad, en esa movilización enorme, le ha puesto, quizás, un límite simbólico que no tuvo la capacidad de oposición de ponerselo al Gobierno.
Alejandro Gomel: En cuanto a imagen de estos cinco meses, ¿es similar la curva a lo que pasa cuando empiezan otros gobiernos?
No, es distinta.
A ver, hay un informe muy interesante de Pulsa UBA en ese sentido, pero también hay que decir que este es un Gobierno incomparable con los anteriores en cuanto a la fisonomía. Si bien ha ganado con las reglas de la democracia en elecciones libres, transparentes y abiertas, Milei no tiene partido político, recién lo está conformando ahora, no tiene un conjunto de cuadros políticos detrás experimentados en la gestión pública, todo lo contrario. Entonces empiezan las dificultades de comparación.
Lo que sí creo es que, a partir de ahora, Milei tiene cada vez menos tiempo, porque, vamos a suponer el escenario A, le aprueban la Ley Bases en el Senado, una ley que es un 20% de la que él pretendía en un principio, bueno, no va a tener más excusas el Gobierno para producir resultado económico. Ahora, si no le aprueban la Ley Bases o sale demorada en el tiempo, el Gobierno va a tener más argumentos para echarle la culpa a la política o a la casta, como él dice, de los atrasos. Pero indudablemente que los tiempos se le van acortando al presidente.
AG: Me quedé con que no puede compararse con otros gobiernos, ¿es porque Milei tiene una mayor imagen positiva?
Porque Milei es un desafío a toda la clase política argentina. Te diría, desde mi humilde punto de vista, que es alguien que está en contra de la política, está en contra del Estado. Fijate que, yo veo con asombro, ha visitado más veces Estados Unidos que, por ejemplo, la provincia de Córdoba, que es el lugar donde sacó más votos. Es como que Milei hoy tiene una predilección por pertenecer a un esquema de política mundial y se está alejando lenta y paulatinamente del teatro operaciones de la Argentina, que es donde están los problemas que tiene que solucionar.
Entonces, es incomparable, porque ha roto el molde, y creo que la política argentina todavía no ha entendido el formato con el cual tiene que enfrentar a Milei. Esa es la ventaja que tiene Milei, por eso puede hacer prácticamente lo que quiera. Donde no paga costos, otros gobiernos hubieran pagado costos enormes. Por ejemplo, con los ataques permanentes que hace Milei a la libertad de prensa, a los periodistas y a los medios de comunicación.
AG: Milei no paga costos…
Hoy no. Pero, lo que hay que decir, y en esto quiero ser muy concreto, todos los apoyos no son absolutos, sino precarios y relativos. Más en la Argentina, donde ya hemos visto errores de lectura, por ejemplo el gobierno de Alberto Fernández al principio de la pandemia, que pensó que la sociedad argentina lo aplaudía a él o a los políticos que estaban tomando decisiones, y en realidad la sociedad argentina quería salir rápido de la pandemia.
Yo lo que veo es que este Gobierno puede estar cometiendo el mismo error de lectura: creer que lo están aplaudiendo cuando en realidad lo que la gente necesita y quiere es recuperar rápido el poder adquisitivo.
Claudio Mardones: A veces eso cambia con un error inesperado, como sucedió con Alberto Fernández y la foto de Olivos. ¿Cuales son los costos que están pagando quienes se animan a confrontar con el presidente? ¿Los costos que no paga Milei los pagan quienes se animan a confrontar con él?
Depende del contexto yo te diría que sí, hoy puede ser así, mañana quién sabe. Puede darse un contexto en el cual el humor de los argentinos cambie de manera dramática y los que hoy sufren y pagan costos mañana tengan altos dividendos. Digo, me hace acordar a Alfonsín en solitario en plena Guerra de Malvinas oponiéndose a la guerra.
Creo que la política tiene que desafiar a los contextos. No tiene que ser mansita respecto de la opinión pública. Creo que uno de los roles de la política es el desafío permanente a esos contextos, porque si no sería muy fácil, hacemos una encuesta y listo, ya está todo determinado.
A ver, en este punto creo que es relevante que la política haga política, y creo que la marcha universitaria no solamente le dio un mensaje de límites al Gobierno sino que también a la oposición. Un mensaje muy claro. Céntrense en pocos temas, pónganse de acuerdo y defiéndanlos. Creo que ahí hay una clave que, insisto, la podemos empezar a mirar respecto de las elecciones legislativas del año próximo.