El delantero argentino fue figura en la final de FA Cup en el clásico ante el City. Antes de jugar la Copa América, sumó su segundo título con los Diablos Rojos y festejó con sus familiares
Era una prueba de fuego para él y todo Manchester United. Había muchas cosas en juego, sobre todo el honor de la ciudad. Frente a un rival poderoso como el City, que venía de consagrarse en la Premier League, la final de la FA Cup asomaba para los Diablos Rojos como el cielo o el infierno. Y Alejandro Garnacho puso al equipo en las nubes por su fe inquebrantable y una actuación para el recuerdo. Sobre el final, se desahogó junto a su familia, que acompañó en primera fila en Wembley. Y ondeó la bandera argentina durante la celebración.
El argentino fue quien provocó el error de la defensa adversaria cuando iba media hora de juego. El croata Gvardiol, que en el Mundial de Qatar sufrió en vivo a Lionel Messi, ahora padeció a un Garnacho que recibió su “asistencia” tras la fallida salida del arquero alemán Stefan Ortega. Desde allí, los muchachos de Erik ten Hag empezaron a sonreír, aunque ese no sería todo el repertorio del 17, quien había sido el primero en avisar al minuto 8 con un buen remate contenido por el guardameta.
Fueron centímetros los que evitaron que Garnacho se anotara una asistencia en la final de Wembley. Y es que las repeticiones reproducidas por el VAR mostraron que había partido en fuera de juego en una corrida furiosa que terminaba con pase gol para Marcus Rashford y lo que era el 2-0 parcial apenas siete minutos después de haber abierto la cuenta. Pese a eso, el argentino no se desinfló y volvió a causarle dolores de cabeza a la última línea del City.
Recostado como wing derecho, como a lo largo de todo el match, recibió un balón largo que terminó en combinación con el portugués Bruno Fernandes, quien ingresando al área grande por la medialuna cedió para un Kobbie Mainoo que no perdón a Ortega y amplió la ventaja sobre el minuto 40 de la primera parte. Esta vez Garnacho, quien había quedado de cara a los fanáticos del City en el primer gol y tuvo una actitud desafiante al besarse el escudo de la camiseta hasta ser retado por su compatriota Lisandro Martínez, fue más moderado a la hora de celebrar con sus compañeros.
Seguramente la postura del cuadro del neerlandés ten Hag perjudicó el juego de Garnacho en el complemento, pero fue el bravo número 17 el que mantuvo en riesgo la valla del City por sus constantes piques. De hecho a los 67′ buscó sacar provecho de un ataque que terminó otra vez con un derechazo bien contenido por Ortega en el primer poste. Las aproximaciones del United ya no fueron tan nítidas como en la primera parte y esa fue una de las mejores cartas que exhibió hasta el final.
Extenuado por la demanda física que le exigió el encuentro y su colaboración en la fase defensiva, Garnacho aguantó casi todo el encuentro pero fue reemplazado al minuto 92 por Mason Mount, cuando el cotejo ya estaba 2-1 por el descuento de Doku, Manchester City se había volcado por completo al ataque en su intento de empatar de forma agónica y el cuerpo técnico del elenco rojo pretendía que transcurriera el tiempo sufriendo lo mínimo posible.
Garnacho cerró la temporada de la mejor manera: después de ser convocado por Lionel Scaloni para los dos partidos amistosos previos a la Copa América, el primer certamen de importancia que disputará con la Albiceleste, cosechó su segundo título como profesional. El año pasado se había dado el gusto de levantar el trofeo de la Copa de la Liga, mientras que ahora se adjudicó otra copa nacional y va por más: en el inicio de la 2024/2025, el United disputará la Community Shield frente al Manchester City.
Ya durante los festejos, el Bichito sostuvo una bandera argentina (justo en un día patrio como el 25 de mayo, Día de la Revolución de 1810) y demostró su afecto por los colores pese a que pasó la mayor parte de su vida en Europa, entre España e Inglaterra. Hubo besos y sentidos abrazos con sus familiares, quienes estuvieron presentes viendo su gol y la victoria de su equipo.
Además, también hubo abrazo con su compatriota Licha Martínez, quien salió lesionado con una contractura, y también convocatoria con su entrenador ten Hag, quien le dedicó unas palabras a él y el otro joven que dio la nota en el segundo gol, Mainoo.
Alejandro Garnacho, con la bandera argentina atada en la cintura y el trofeo de la FA Cup (Foto Mike Hewitt/Getty Images)