Francisco se expresó durante una audiencia en el Vaticano con participantes de la conferencia “La crisis de la deuda en el sur global”.
El papa Francisco afirmó que los gobiernos que enfrentan problemas de deuda no pueden imponer a sus pueblos “privaciones incompatibles con la dignidad humana”.
“Después de una globalización mal administrada, después de la pandemia y de las guerras, nos encontramos frente a una crisis de deudas que afectan principalmente a los países del sur del mundo, generando miseria y angustia, y despojando a millones de personas de la posibilidad de un futuro digno”, criticó Jorge Bergoglio durante una audiencia en el Vaticano con participantes de una conferencia titulada “La crisis de la deuda en el sur global”.
“En consecuencia, ningún gobierno puede exigir moralmente a su pueblo que sufra privaciones incompatibles con la dignidad humana“, agregó Francisco.
Llamando a una “responsabilidad compartida” entre quienes dan financiamiento y quienes lo reciben, el pontífice abogó por “un mecanismo multinacional, basado en la solidaridad y la armonía de los pueblos” que tome en cuenta las “implicaciones económicas, financieras y sociales” del endeudamiento.
“La ausencia de este mecanismo favorece el ‘sálvese quien pueda’, donde pierden siempre los más débiles”, en un contexto en el que “la deuda ecológica y la deuda externa son dos caras de una misma moneda”, expresó.
Aunque no mencionó ningún caso en particular, la declaración del Papa tiene lugar mientras el gobierno de Javier Milei comienza, por orden judicial, con la distribución de toneladas de alimentos retenidos desde diciembre, con el pretexto de realizar una auditoría a las organizaciones responsables de los comedores sociales.