“A la gente no le está alcanzando para vivir, tenemos más de un 80% de la ciudadanía que está en dificultades económicas para llegar a fin de mes, no hay expectativas que alcancen para seguir sosteniendo el apoyo a Milei”, expresó la analista.
Paola Zuban, analista de opinión pública, comparó el escándalo ocurrido durante el gobierno de Alberto Fernández, la foto de la Primera Dama celebrando una fiesta en plena pandemia, con los desaguisados de la gestión de Pettovello. “La crisis es profunda, porque implica la sedimentación de distintos conflictos que van a erosionar de manera sustancial el prestigio del Gobierno”, declaró en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Paola Zuban es politicóloga, magíster en Comunicación Política y cofundadora y directora de investigación de la investigadora y consultora Zuban Córdoba y asociados. Además, es diplomada en Asuntos Públicos y Comunicación Política y se especializa en Diseño, Procesamiento y Análisis de Puesta para la Investigación Social.
El adelanto del informe mensual de la consultora Zuba Córdoba expone una considerable caída en la imagen del presidente Javier Milei y “la mejor ministra de la historia” Sandra Pettovello, tras el escándalo que se desató por la denuncia del acopio de alimentos.
¿Se acabó la luna de miel o el enamoramiento y le empezaron a entrar las balas al gobierno de Milei?
No sé si se acabó la luna de miel, yo creo que el Gobierno está frente a su primera crisis. Nosotros distinguimos una crisis de un conflicto, el Presidente ha atravesado y ha abierto numerosos frentes de conflicto desde que asumió, pero esta crisis con el Ministerio de Capital Humano abre la primera crisis propiamente dicha del gobierno de Javier Milei, a seis meses de haber asumido.
El presidente asume con el 56% de los votos e inmediatamente un mes después cae en su consideración pública, tanto en imagen como en aprobación de gobierno, alrededor de 10 u 11 puntos. A partir de ahí, se mantiene bastante estable en los indicadores, hasta este mes en el que se produce este episodio con el Ministerio de Capital Humano y la distribución de los alimentos, baja unos tres puntos más.
No hay un desplome con esta crisis, pero comienza a verse una tendencia a perder consideración pública por este episodio.
¿Qué define “crisis” y “conflicto”? ¿Es la suma de conflictos que se interliga y transforma una crisis? ¿Es un significante de un montón de otros conflictos?
El concepto de crisis supone, primero para la ciudadanía un sufrimiento, supone una crisis de valores, una crisis moral, una pérdida de prestigio o consideración para el Gobierno, supone una pérdida de poder. Todos estos elementos conforman una crisis.
Y a diferencia de la crisis, el conflicto puede tener implicancias, una consecuencia, pero que en definitiva termina resolviendo con una intervención, ya sea de políticas públicas, de carácter político, o un consenso entre las partes.
Una crisis es más profunda porque implica la sedimentación de distintos conflictos que van a erosionar de manera sustantiva esa consideración pública, ese prestigio del Gobierno. Para ponerlo en ejemplo, en el gobierno de Alberto Fernández, esto comenzó con la foto del cumpleaños de la Primera Dama en Olivos en plena pandemia. A partir de ahí empezaron a erosionar los valores y se empezó a romper el contrato moral que establece la ciudadanía con el presidente.
¿Vos comparás la crisis que generó la foto de la primera dama y el presidente en medio de la pandemia con el conflicto acerca de la distribución de los alimentos en medio de la situación de hambre que está viviendo la Argentina?
Sí, son comparables. Quizás habría que ver, y por supuesto hay que seguir monitoreando porque esta crisis recién comienza, si tiene la misma magnitud y si tiene las mismas implicancias. Pero es una crisis en la cual empieza a romperse ese contrato moral que se establece en el período electoral.
Alejandro Gomel: ¿Cómo evalúas el manejo de la crisis que está haciendo Milei a partir del escándalo de los alimentos y de Pettovello?
Si nos ceñimos al manual de manejo de crisis, han hecho todo lo contrario de lo que se debería hacer. Primero se negó, después se dieron explicaciones incompletas, después se tuvo que ir a la justicia, después aparecieron distintos enunciantes y referentes diciendo todos cosas distintas. Luego, apareció el Presidente en una conferencia de prensa de Casa Rosada, normalmente ocupada por el vocero, intentando apoyar a la ministra. Después volvió a salir a apoyar a la ministra. Esto me trae a la memoria ese famoso libro de George Lakoff, No pienses en un elefante, si tengo que salir a apoyarla es porque su posición se ha debilitado.
Y además, la crisis de la distribución del alimento no solo tiene que ver con la distribución, sino que ha mostrado toda una serie de emergentes que se han ido ramificando. Hechos de corrupción, compras de alimentos a través de organismos internacionales, la utilización de un presupuesto que la ministra no estaba autorizada a gastar. Toda una serie de eventos que van rodeando esta crisis, y que por otra parte, lleva a la primera plana de todos los medios desde hace dos semanas.
Una crisis que, aún con el manejo que ha hecho el Gobierno nacional, con sus explicaciones, idas y vueltas, no se ha podido cancelar, sigue vigente. Podemos pensar que es una crisis de campana larga, como le llamamos en los manuales de crisis gubernamental.
AG: ¿Dentro de esta crisis, se podría haber encapsulado con la pronta salida de la ministra?
Lo esencial hubiese sido, primero, no negarlo. Por supuesto explicar cuál era la situación, y eventualmente prescindir del funcionario que es la cara visible de la crisis. Lo que sucedió es lo contrario, usaron como fusibles a funcionarios de menor rango, algunos han renunciado y otros fueron despedidos en condiciones no muy claras, con denuncias en la Justicia y demás.
Es una noticia en desarrollo porque todavía no se ha logrado cancelar o cerrar este episodio.
Fernando Meaños: ¿Cómo ve la sociedad el ajuste? ¿Ese concepto de sacrificio a futuro con lo que el Gobierno justifica el ajuste, tiene un reflejo en el humor social?
Sí, tiene un reflejo porque cuando se produce un choque entre las expectativas de la ciudadanía y la realidad económica, es cuando comienza a verse este impacto que las crisis empiezan a producir en el Gobierno. Para poner algunos números, al principio del gobierno de Milei la pregunta era si lo importante era reducir la inflación o aumentar los ingresos. En ese momento, más del 70% de la ciudadanía decía que era reducir la inflación. Hoy, ese número está invertido porque la ciudadanía percibe que se bajó la inflación pero que los sueldos y los ingresos no acompañaron el índice de inflación que tenemos.
Es decir, a la gente no le está alcanzando para vivir. Cuando preguntamos si llega a fin de mes o no, sólo el 16% de los ciudadanos afirma que llegan a fin de mes y les alcanza para ahorrar algo. Es decir que tenemos más de un 80% de la ciudadanía que está en dificultades económicas para llegar a fin de mes. Y cuando preguntamos si sus expectativas alcanzan para seguir sosteniendo su apoyo a Milei, encontramos que el 30% dice que va a sostener no importa qué haga o diga, o sea un núcleo duro muy dogmático y muy adherente al presidente, que independientemente de las políticas que implemente, lo van a seguir apoyando.
FM: Ahora, eso no quita que la inflación siga estando entre las principales preocupaciones. O sea, la inflación todavía no se percibe como un problema solucionado.
Es que la inflación es un problema endémico en la Argentina. Hace 30 años que mido la opinión pública y la inflación siempre está entre los primeros 10. En algunos momentos trepa a los primeros cinco puestos, en algunos momentos a los segundos cinco, pero siempre está entre las preocupaciones de los argentinos.
FM: Y de todas maneras, esa preocupación permanece siempre a tope, el hecho de que haya bajado en estos meses no implica que la sociedad lo vea resuelto.
No, de ninguna manera, porque la inflación sigue golpeando. La gente va al supermercado, sigue recibiendo las facturas de los servicios y tarifas que aumentan, sigue sufriendo el incremento de los combustibles. Sigue apareciendo, y cada vez más, el miedo a perder el empleo. Este ítem que en momentos de más tranquilidad económica desaparece del top ten de preocupaciones de los argentinos, hoy comienza a escalar posiciones y prácticamente está entre las primeras preocupaciones de los argentinos.
¿Me equivoco o a los seis meses la mayoría de los presidentes anteriores contaban con más apoyo que Milei?
No, no te equivocas. Con el presidente Macri, si mal no recuerdo, sus primeros seis meses tuvo 61% de aprobación. Cuando hablamos de aprobación es entre la imagen del presidente y la aprobación de la gestión de gobierno. El presidente Fernández tenía arriba del 70% que comienza a caer fuertemente después de la foto del cumpleaños de la primera dama en Olivos durante la pandemia.