En la votación en particular de los artículos, el oficialismo también salió victorioso. Ahora el proyecto vuelve a Diputados para la sanción definitiva.
El Senado aprobó la ley de Bases en general con 37 votos positivos contra 36 negativos, tras el desempate propinado por la vicepresidenta de la Nación y titular del cuerpo, Victoria Villarruel, en medio de un clima de tensión dentro y fuera del recinto. En el hemiciclo senatorial, el nerviosismo se reflejaba por el ajustado “poroteo” con el que oficialismo encaraba la votación en general. En tanto, fuera del Congreso de la Nación el eje de tensión se dio por los serios incidentes entre las fuerzas de seguridad federales y manifestantes de izquierda y sindicatos afines al kirchnerismo. Inmediatamente después de la aprobación del proyecto, hubo nuevamente más incidentes en las inmediaciones del recinto.
El nerviosismo por el ajustado “poroteo” finalmente se resolvió a favor del oficialismo con el voto de Villarruel que desempató tras un 36 a 36. En tanto, fuera del Congreso de la Nación el eje de tensión se dio por los serios incidentes entre las fuerzas de seguridad federales y manifestantes de izquierda y sindicatos afines al kirchnerismo.
La composición del voto de rechazo contra la ley Bases fue formada por el bloque Unidad Ciudadana, que conduce Juliana Di Tullio (Buenos Aires), y el Frente Nacional y Popular, que lidera José Mayans (Formosa). Ambos conforman un interbloque de 33 senadores a los que se le plegó el bloque santacruceño, que integran José María Carambia y Natalia Gadano, y el radical Martín Lousteau (CABA).
En la vereda del frente, LLA logró aglomerar y sellar 36 voluntades, tras la maniobra de Carambia y Gadano que el martes dieron la sorpresa al romper el piso de 38 votos con el que contaba la Casa Rosada, ya que Lousteau ya había advertido que presentaría su propio dictamen, dejando en claro que votaría en contra del proyecto y defendería su propio texto en la sesión.
Los escaños que apoyaron a LLA vinieron por parte del radicalismo, que aportó 12 votos para la general; seis del PRO; tres de Cambio Federal; uno de Comunidad Neuquén, con la zigzagueante Lucila Crexell; dos del Frente Renovador de la Concordia; uno de Juntos Somos Río Negro; uno de Por la Justicia Social; tres de Unidad Federal; y los siete libertarios. A este número se le sumó el voto de Villarruel para llegar a los 37 contra los 36 opositores.
Una de las dudas marchaba sobre si la vice estaría o no al momento de votación presidiendo la sesión. La incógnita radica en el viaje que tenía planeado realizar el presidente Javier Milei este jueves por la madrugada a Italia para participar de la cumbre del G7, que integran Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido. Si esto sucedía, Villarruel debería hacerse cargo del Poder Ejecutivo nacional.
En este caso, el presidente Provisional del Senado, Bartolomé Abdala, tendría voto doble; es decir, votaría primero en su calidad de senador en ejercicio y, posteriormente, lo haría como titular de la Cámara alta en reemplazo de Villarruel. Despejada esta duda, este escenario podría aplicarse en la del paquete fiscal, cuyo debate estaba previsto para iniciarse al término de la votación en particular de Bases.
Según fuentes consultadas por la agencia Noticias Argentinas en Balcarce 50, el jefe de Estado no tenía una hora fijada para partir hacia Europa.
Los cambios de última hora en la Ley Bases
El debate de la ley de Bases inició pasadas las 10 de este miércoles con la lectura por parte Abdala del dictamen de mayoría. En su alocución, el senador riojano expuso las primeras modificaciones que realizó el oficialismo para contentar a varios legisladores dialoguistas, pero que iban a votar contra las facultades delegadas y el capítulo de privatizaciones.
Las compañías estatales que quitaron fueron Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina (RTA). Otro cambio fue la prohibición de la disolución de los organismos de cultura en el artículo 3. Más tarde, ya entrada la noche, profundizó en más retoques, pero esta vez en el cuestionado Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) referidos a la liquidación de divisas, entre otros. Otro punto en el que el oficialismo debió ceder es en el plano previsional.
En esta línea, la senadora cordobesa Alejandra Vigo propuso la eliminación del capítulo alusivo y la Casa Rosada aceptó. De esta manera, se mantendrá la moratoria que permitía hacer un plan de pagos para comprar aportes para llegar hasta los 30 años, y se elimina el mecanismo para jubilarse cobrando una prestación proporcional menor al haber mínimo.
El Gobierno también accedió a incluir un artículo para que se terminen las obras públicas que estuvieran ejecutadas en un 80 por ciento o que cuenten con financiamiento internacional para su concreción, en un claro guiño a Lousteau, dado que fue un expreso pedido del senador.