Desde Joe Biden hasta Lula da Silva y Javier Milei, todos los presidentes presentes corrieron a saludar al Sumo Pontífice. El sacerdote argentino dijo que la discusión en torno a la IA “significa hablar de ética”.
El Papa Francisco acaba de ser homenajeado por la cumbre del G7, que nuclea a las grandes potencias occidentales, en el complejo turístico italiano de Borgo Egnazia, en la costa del Mar Adriático. Desde Joe Biden hasta Lula da Silva y Javier Milei, todos los presidentes presentes en esa cúpula corrieron a saludar al Sumo Pontífice. El mandatario argentino fue particularmente afectivo, al abrazar a Jorge Bergoglio intensamente en cuanto éste se desplazaba en silla de ruedas para pronunciar su discurso.
Es la primera vez que un Papa tiene la oportunidad de hablar en una conferencia de esta naturaleza, que reúne a los mayores líderes de Occidente; y Francisco aprovechó la oportunidad para pasar su fuerte mensaje social. La presidenta italiana Giorgia Meloni, organizadora de la cita, programó como uno de los ejes centrales de debate el tema de la Inteligencia Artificial. Y no fue en vano elegir ese foco. Como señaló claramente el pontífice argentino, este instrumento será útil si “solo fuera a garantizar la vocación de servicio a la humanidad”.
El líder católico sostuvo que “es el hombre quien debe siempre decidir; no las máquinas”. Y recordó que “hablar de tecnología es referirse a lo que significa para el ser humano, y por lo tanto, también nuestra condición única de ejercicio entre libertad y responsabilidad; o sea, significa hablar de ética”.
Una parte significativa de su recado fue cuando señaló: “Necesitamos de la política. Y recuerdo que un Papa sobre la política: Es la forma más elevada de Caridad. Es la forma más elevada de amor, la política es necesaria”. Luego subrayó: “Quiero repetirlo: una política social, cultural y de proyectos populares, que apunte al bien común, puede abrir camino a diferentes oportunidades, que no impliquen bloquear la creatividad humana”. En ese sentido, juzgó que en el caso de la inteligencia artificial “un buen uso de ella se corresponde con la política de crear las condiciones para un futuro posible y fructífero”.
En ese discurso está implícita su crítica al negacionismo de la política, formulada por los movimientos de extrema derecha mundial, que han ganado espacio con esa clase de relatos. El Santo Padre evocó la dura realidad que conmueve al mundo, con los conflictos armados. Para él urge pensar en el desarrollo de dispositivos armados que ponen en riesgo el destino de la humanidad. Sostuvo que deben ser prohibidas las “armas letales autónomas”, o dicho de otra manera, las bombas nucleares.
Y concluyó, sobre la Inteligencia Artificial, que revela ser eficiente “sobre áreas de acción desde la medicina al trabajo, desde la cultura a las comunicaciones, desde la educación a la política y podemos dar por sentado que su uso influirá cada vez más en nuestra interacción social, nuestra forma de vida y en el futuro”. En síntesis impactará “también sobre la forma en que entendemos nuestra identidad como seres humanos, lo que no deja de ser ambivalente”.
Convocó finalmente a no retirar de las personas “la capacidad de decidir sobre ellas mismas y sus vidas, o seremos condenados a depender de las elecciones de una máquina”.
Por Eleonora Gosman-Perfil