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Pasó de Estudiantes a Gimnasia, pero se retiró del fútbol a los 25 años y descubrió una nueva vocación

Lucas Calderón, hijo del histórico José Luis, vivió su carrera con mucha intensidad. Prematuramente decidió colgar los botines y apostó a un cambio radical en su vida. “No tener ganas de levantarme para ir a entrenar fue terrible”, aseguró en una charla con TN.

Ser futbolista es uno de los primeros sueños de muchos y muchas que empiezan a patear una pelota en la Argentina. Sin embargo, la intensidad y la presión que se vive en el deporte no es para cualquiera y por eso mantenerse es mucho más difícil que llegar. Eso mismo le pasó a Lucas Calderón, hijo del histórico delantero José Luis, que a los 25 años decidió colgar los botines para dedicarse a una vida completamente diferente.

Tras hacer las inferiores en Estudiantes y cruzarse de vereda para debutar en Gimnasia y Esgrima La Plata, Calderón le puso fin a su carrera para dedicarse a los negocios inmobiliarios. En charla con TN contó cuál fue el punto de inflexión, qué fue lo que lo motivó a tomar esta decisión, el otro lado de las luces de la fama de los futbolistas y su futuro en este nuevo camino. “Es una etapa cerrada. Ni siquiera lo pienso volver”, sentenció.

Lucas Calderón, hijo de José Luis, decidió retirarse a los 25 años para ser asesor inmobiliario. (Foto: lucascalderon29-IG)
Lucas Calderón, hijo de José Luis, decidió retirarse a los 25 años para ser asesor inmobiliario. (Foto: lucascalderon29-IG)

De las inferiores de Estudiantes a Gimnasia para relanzar su carrera

El apellido Calderón está muy ligado a una parte de La Plata: la que está identificada con Estudiantes. El camino de Lucas en el fútbol comenzó siguiendo ese legado y por eso dio sus primeros pasos en el Pincha. Sin embargo, tomó una difícil decisión para su carrera: cambió de vereda y pasó a Gimnasia.

Este cambio de rumbo no se dio de manera tan natural sino que llegó en un momento crítico para su carrera. Buscaba demostrarse a sí mismo que podía dar el salto. “Yo arranco en las inferiores en Estudiantes de La Plata y hago juveniles hasta llegar a Reserva. Ahí encuentro un bache en mí: no creía que podía seguir creciendo, por ahí por la edad, por la maduración que tenía, no me sentía tan preparado”, aseguró en diálogo con TN.

A pesar de esta situación, Calderón no se rindió y en el medio le surgió la posibilidad de pasar a Gimnasia para buscar otro aire. “Por cuestiones de la vida empiezo a tratar de buscar una salida de Estudiantes y me llamó el coordinador de Gimnasia. Yo tenía un montón de amigos ahí y fui”, recordó.

Lucas Calderón junto a su padre, José Luis. (Foto: lucascalderon29-IG)
Lucas Calderón junto a su padre, José Luis. (Foto: lucascalderon29-IG)

Este paso no fue fácil ya que su nombre, su familia y el legado de José Luis estaban muy latentes. “Al principio era medio difícil, complicado”, sostuvo con una mueca de risa basada en su historia familiar. “Acepté ir a Gimnasia, fui a una prueba, quedé y arranqué en Cuarta División. Me dirigió el Coco San Esteban. Pasé a Reserva, hice goles y en menos de cuatro meses pasé de estar en Estudiantes a estar jugando en Gimnasia, que me hizo debutar Pedro (Troglio)”, agregó.

Sin embargo, Lucas no se arrepiente ni un segundo y ubica estas decisiones entre las mejores de su vida: “Hoy en día pienso que es lo mejor que hice. Se me dio de jugar en Primera, de tener a Diego Maradona (como DT)…. Un montón de cuestiones que son hermosas. Son decisiones que en la vida hay que tomar y creo que fue la mejor”.

El legado familiar por sacrificio y gusto propio

La vida de los futbolistas muchas veces tiene desafíos que no se muestran en las estadísticas: las presiones, los mandatos familiares y demás cuestiones condicionan el desarrollo de cada jugador. En el caso de Lucas Calderón varios de estos aspectos estuvieron presentes, pero no lo influenciaron, sino todo lo contrario.

Más allá del peso de su apellido, Lucas siempre jugó por él, por su pasión y sin pensar en el nombre en su camiseta. “Yo siempre al fútbol lo viví a full. Estuvo por sobre todas las cosas: cumpleaños, viajes. Siempre fútbol, fútbol, fútbol”, aseguró.

Sin embargo, con el correr de su carrera, comenzó a descubrir una cara que no se suele mostrar. “La vida misma te va llevando por otros lados. Uno es más grande y se quiere independizar un poco. Últimamente me pasaba que decía ‘Está bien, juego al fútbol, tengo la suerte de tener mi familia que nunca dejó que me falte nada, que me pudo ayudar, pero esta no es la vida que yo quiero’”, reflexionó.

Lucas Calderón y una foto que nunca olvidará junto a Diego Armando Maradona. (Foto: lucascalderon29-IG)
Lucas Calderón y una foto que nunca olvidará junto a Diego Armando Maradona. (Foto: lucascalderon29-IG)

De jugar en Primera en Gimnasia al desafío del Federal A

El primer punto de inflexión que atravesó y que lo hizo replantearse cosas fue un nuevo cambio de aires para continuar con su carrera. Tras debutar en Gimnasia, no encontró la cantidad de minutos que esperaba y tomó la decisión de bajar al Federal A para poder sumar ritmo. Su primer destino fue Cipolletti, pero también pasó por Sportivo Las Parejas, incluso por Bella Vista de Uruguay.

El Federal está bueno, pero siempre te falta algo. Ahí te hacés como jugador. O no llegás a fin de mes o viajas 700 horas para ir a jugar. Me gustaba, lo disfrutaba un montón, pero lo que me pasó a mí fue que perdí la esencia de decir ‘Che, quiero seguir jugando, compitiendo’”, reveló.

Esta situación llegó de imprevisto y lo atravesó por completo. Ese momento fue el primero que lo hizo dudar de su carrera: una salida no sonaba tan descabellada. “Son cosas que me pasaron y me llevaron a tomar esta decisión. Hace un año atrás yo te hubiera dicho que ni en pedo. Yo estuve ocho meses parado y vos me podes decir ‘¿y por qué no dejaste ahí? Porque yo todavía me sentía con ganas de darlo vuelta”.

El punto de no retorno: “Fue terrible no tener ganas de levantarme para ir a entrenar”

El retiro es una decisión que no puede darse de un día para el otro. Es una situación que se analiza, se piensa, muchas veces se sobrepiensa. Pero en la cabeza y el corazón de cada futbolista aparece un momento en el que la respuesta definitiva aparece de frente.

Para Lucas Calderón, la situación fue rápida, cruda y directa. “El no tener ganas de levantarme para ir a entrenar. Eso fue terrible”, respondió con firmeza y sin dudas. Ese momento quedó grabado en su cabeza y lo hizo darse cuenta de que algo le pasaba.

Lucas Calderón en su paso por Villa San Carlos. (Foto: lucascalderon29-IG)
Lucas Calderón en su paso por Villa San Carlos. (Foto: lucascalderon29-IG)

“Yo vuelvo de Uruguay y Lucas Licht, que estaba en Villa San Carlos, me llamó para que fuera a entrenar. Fui con ganas, yo tengo muy buena relación con él de Gimnasia. No le podía fallar y tenía que dar todo para en junio firmar. Pero lo echaron y ahí ya no me gustó”, afirmó. Y agregó: “Vino un técnico nuevo y, como no me conocía, yo pasé a ser nada. No me sentí cómodo yo”.

Esta situación desencadenó en la decisión final: “Un día me levanto y no tenía ganas de ir a entrenar. Al otro día igual. Al tercer o cuarto día dije ‘Ya está’”. Este sentimiento fue completamente nuevo y despertó su propia sorpresa: “Nunca me había pasado, porque entrenar estuvo siempre en mi libreto”.

Lucas Calderón en su paso por Cipolletti en el Federal A. (Foto: lucascalderon29-IG)
Lucas Calderón en su paso por Cipolletti en el Federal A. (Foto: lucascalderon29-IG)

“No extraño el fútbol”

Tras haber tomado la decisión de abandonar el deporte, llega un momento que suele marcar la vida personal de cada futbolista. Se trata del duelo por la pérdida de algo que estuvo durante toda su vida. Sin embargo, Lucas Calderón lo encaró con muchísima madurez y se mantiene firme en su decisión.

“Me pasó así. Hoy en día te digo que es lo mejor que me pudo haber pasado: estoy feliz, no extraño al fútbol, siento que al fútbol le di un montón, me dio también a mí lo que creía que merecía, que era jugar en Primera. Ya está. Ya di vuelta la página”, reflexionó.

De las canchas a las oficinas como asesor inmobiliario

Lejos de las canchas, Calderón comenzó su camino como asesor inmobiliario. Sin embargo, su vida de deportista sigue apareciendo de diferentes maneras: “Trato de enfocarme en donde estoyEs parecido al fútbol, es un equipo, se labura en conjunto, pero tenés cosas individuales. Si vos me preguntás si extraño el fútbol, la respuesta es no”.

“Mi tía es la dueña de una inmobiliaria en City Bell. Es un círculo medio familiar. Tuve una reunión con ellos, me interesó, me interioricé un montón y la verdad que es lo mejor que hice”, sostuvo.

De la misma manera que pasa con la llegada a un nuevo club, la adaptación fue un momento de análisis, pero Lucas pudo integrarse rápidamente y destacó a sus compañeros que lo ayudaron en este proceso: “Me abrieron las puertas. Es un grupo muy bueno, una oficina muy copada. Es un equipo. Estoy recontra agradecido a ellos, me dan una mano en todo. Para mí es todo nuevo, pero estoy con muchas ganas de aprender”.

Lucas Calderón colgó los botines para dedicarse a ser asesor inmobiliario. (Foto: lucascalderon29-IG)
Lucas Calderón colgó los botines para dedicarse a ser asesor inmobiliario. (Foto: lucascalderon29-IG)

“Los desafíos son los mismos que en el fútbol: crecer ahí adentro, no tener techo, aprender, tratar de sacar todo el conocimiento y después trasladarlo a la vida misma. Es algo que podes crecer mucho”, agregó.

La presencia de Diego Maradona en Gimnasia como una de las experiencias de su carrera

Antes de colgar los botines, cuando recién comenzaba y era uno de los jugadores prometedores de Gimnasia, Lucas Calderón vivió una experiencia que muchos futbolistas consagrados hubieran deseado: la llegada de Diego Armando Maradona al Lobo.

Lucas Calderón pudo compartir con Diego Armando Maradona en Gimnasia. (Foto: lucascalderon29-IG)
Lucas Calderón pudo compartir con Diego Armando Maradona en Gimnasia. (Foto: lucascalderon29-IG)

Diego revolucionó el club, la ciudad, el fútbol argentino por completo y Lucas pudo verlo de cerca. “Traté de disfrutarlo mucho. Lo tuve ahí, pude conocerlo, viví muchas experiencias”, recordó con una sonrisa. Sin embargo, no pudo disfrutarlo demasiado ya que los caminos de la vida lo llevaron a salir del Lobo en su llegada.

A pesar de esta situación, se dio un momento que le quedó marcado para siempre: “El primer día fue hermoso, en El Bosque, en la presentación. Son cosas que te quedan, que son muy difíciles de borrarlas. No me lo saca nadie. Lo viví en carne propia y fue divino”.

Por Lucas Crisafulli: TN