Masoud Pezeshkian, único candidato reformista en las elecciones presidenciales iraníes, encabeza los resultados con 42,4% de los votos, seguido por Saeed Jalili, diplomático ultraconservador alineado con el líder supremo, que alcanzó el 38,6%, según anunció el Comité Electoral el 29 de junio. Debido a que ninguno alcanzó la mayoría absoluta, los iraníes deberán regresar a las urnas el próximo 5 de julio para una segunda vuelta electoral. Estas fueron las elecciones con la tasa de participación más baja desde que se fundó el régimen teocrático en 1979.
Los iraníes volverán a acudir a las urnas el próximo 5 de julio para elegir a su próximo presidente entre dos candidatos en las antípodas: el reformista Masoud Pezeshkian y el ultraconservador Saeed Jalili, anunció el Comité Electoral el 29 de junio, ya que ninguno de los cuatro candidatos obtuvo una mayoría absoluta.
Masoud Pezeshkian se impuso como ganador de la primera vuelta de las elecciones, con el 42,5% de los votos. Cirujano cardiaco de profesión fue ministro de Salud durante el Gobierno del presidente reformista Mohammad Jatamí, de 2001 a 2005.
Su lema electoral es “Para Irán”, que evoca el himno de las masivas protestas en reacción a la muerte de la joven Mahsa Amini bajo custodia de la policía de la moral, por presuntamente violar el código de vestimenta del régimen islámico, en 2022.
Pezeshkian, después de votar, declaró:
Una victoria de Pezeshkian podría significar un alivio de las tensiones entre Irán y Occidente, además de aumentar las probabilidades de reformas económicas, pluralismo político y más libertades sociales.
Por otro lado, Saeed Jalili, quien obtuvo el 38,6% de los votos, encarna la prolongación del status quo. Ex jefe negociador nuclear de Irán, Jalili ha trabajado como asesor del líder supremo y se presenta como un “creyente piadoso” del régimen teocrático. Analistas políticos entrevistados por Reuters coinciden en que, de llegar a convertirse en presidente, su mandato podría significar un incremento de la oposición entre Irán y las potencias occidentales.
Pezeshkian fue el único candidato reformista aprobado por el Consejo de Guardianes del régimen. Tras quedar fuera de la contienda, el candidato conservador Mohammad Baqer Qalibaf llamó a sus votantes a apoyar a Saeed Jalili.
Las elecciones presidenciales se tuvieron que convocar después de la muerte del presidente conservador Ebrahim Raisi que, junto con otras siete personas, murió en un accidente de helicóptero en mayo.
Los comicios ocurren en un contexto de escalada de tensión regional debido primero a guerra de Israel en Gaza, que ya va a cumplir nueve meses, en la que Irán se ha declarado un firme aliado del grupo islamista Hamás; y segundo, a los enfrentamientos entre Israel y la milicia libanesa Hezbolá, apoyada por Irán.
Abstención récord
Fueron las elecciones con la tasa de abstención más alta en la historia de la República Islámica de Irán, régimen teocrático que gobierna el país desde 1979.
Solo un 40% de los cerca de 61 millones de votantes acudieron a las urnas el 28 de junio, según anunció el Comité Electoral al día siguiente.
En Irán es el líder supremo, actualmente el ayatolá Alí Jamenei, quien tiene la última palabra en asuntos exteriores y estatales, como el poder judicial, las Fuerzas Armadas y los medios de comunicación; sin embargo, el presidente puede influir en asuntos internos, particularmente en las políticas económicas.
El presidente iraní también podría desempeñar un rol clave en la potencial elección del próximo líder supremo. Jamenei, de 85 años, busca un presidente leal al régimen que garantice su continuidad.
Tras emitir su voto el viernes, Jameni llamó al electorado a votar “por la continuación, la fortaleza, dignidad y el honor de la República Islámica”, recalcando que una alta participación demostraría la legitimidad del régimen, el cual se enfrenta a un descontento social debido a su gestión de la crisis económica y la intensificación de la represión a los opositores.
De las 14 elecciones presidenciales que se han organizado en Irán desde 1979, solo la del 2005 había dado lugar a una segunda vuelta.
Por Lola Itzá López Lungo-France24 con Reuters, EFE y medios locales