Milei, como Alberto, contra el poder PRO en CABA
Ahora Macri llega al otro extremo, que es dictar un documento de la fundación Pensar, elaborado por los mismos economistas que almorzaron con él la semana anterior en la quinta de Jorge Triaca. Contiene críricas gobierno propias de un opositor: las ideas están bien, las compartimos todos, las medidas con la macro van en el buen sentido, pero la gestión no arranca y eso abre un destino incierto. Decir esto es un reproche grave para un aliado como es hasta ahora el PRO. Es una señal a Milei respecto al asedio a la CABA, santuario del PRO, que tendió Alberto Fernández para derrocar al Partido de Macri en donde concentra su poder. Ese acoso financiero lo ha continuado Milei sin que se le corra el rimmel. Se da cuenta Macri de que el objetivo de este presidente es el mismo que el del anterior. El turno electoral del año que viene será una disputa por los territorios y los dirigentes locales de cada distrito: van a buscar aliados que les permitan mantener o ampliar el poder que tienen. Ese objetivo reduce la importancia de las candidaturas nacionales, que suelen atraer la atención pero que pesan menos en las elecciones de medio término. A eso sumó Macri la ejecución pública de Patricia en el PRO, que es la funcionaria de más prestigio en el gabinete de Milei. Este cóctel es un serrano terma para el gobierno, que no tiene partido, y cuyos bloques en el Congreso son una formalidad de poca operatividad ante los demás. Terminan dependiendo del PRO y tienen que ir al pie de Pichetto como árbitro del centro en Diputados y de Juan Carlos Romero en el Senado.
¿Golpea para negociar?
La duda es hasta dónde puede llegar la tensión de Macri con Milei. ¿Mauricio golpea para negociar o avisa que va a romper? Enigma para expertos. Por de pronto, Mauricio le respeta a Milei algunos símbolos, como la reunión de 9 de Julio en Tucumán. Antes de partir de viaje, mandó a decir que estará en esa ceremonia de campaña (que no es otra cosa que eso). Como gesto simbólico, vale solo para quien la promueve. En este caso ofrecer una foto al mundo de que Milei tiene el apoyo de un arco político. Algo que le costó demostrar en el Congreso en el trámite de las leyes. En todo caso, debió doblegarse ante los bloques dialoguistas y respetarle las formas que impusieron en la letra final. De ese cuadro no forma parte el peronismo cristinista. Algo que también quiere el gobierno en este acto simbólico. Este fin de semana se decidían muchos de los invitados si aceptarán acompañar a Milei en el acto tucumano. Evalúan costos y beneficios de estar en esa foto. Los organizadores no reparan en gastos. En el Congreso, todos los legisladores recibieron invitación. Para convencerlos, les ponen un avión a su disposición. Tamaño empeño va a convertir el pacto en una quiniela sobre quién fue y quien faltó.
El Riesgo Milei no baja
El gobierno es más débil hoy, después de la sanción en Diputados de las leyes, que al arrancar. Hay un Riesgo Milei que no baja. Esa debilidad trata de suplirla con sus activos simbólicos, los únicos que cree tener. Es el motivo por el cual concentró todo el proselitismo en esta convocatoria, atada al prestigio que afirma tener el oficialismo en las encuestas de opinión. Esa popularidad valida un látigo también simbólico que asusta a algunos. Asustó a senadores de la oposición radical, que dijeron atender al pedido de sus gobernadores de que no tratasen el proyecto de movilidad jubilatoria que llegó de diputados. ¿Motivo? No queremos que Milei se enoje en el acto del 9 de Julio. Con eso bastó para que se retirase el proyecto que había votado Diputados con 160 votos de todos los bloques, para una nueva fórmula de movilidad. Con esa amenaza el gobierno ganó tiempo para revisar el proyecto que sancionó Diputados, que es una amenaza a su poder más que un golpe a la caja. El costo fiscal respecto del DNU 274/2024 es menor pero igual quiere afeitarlo. Además, prometió que, si ese proyecto de la oposición recibía sanción, lo vetaría. Vetarlo implica desafiar al Congreso a una insistencia con 2/3 de los votos, que los tiene. Con los 2/3 brinda una amenaza abismal, porque son los voto necesarios para un juicio político.
Por Ignacio Zuleta-Zuleta Sin Techo