Luego de que Javier Milei lo tratara de bruto, el ex secretario de Comercio Interior dijo que el presidente “está chapita” y tiene “un marco teórico errado, una teología errada y está convencido de ideas falsas”. “Victoria Villarruel está viendo que esto se termina”, manifestó.
Guillermo Moreno habló de la situación económica del país y advirtió que “la Argentina va en camino a una anomia” porque “esto no es recesión, es depresión”. Aunque admitió que “Milei recibió la peor herencia desde la vuelta de la democracia, estamos ante gente que no sabe”. “El Fondo Monetario cree que Caputo está muy desordenado y te perdona cualquier cosa menos que no juntes dólares”, declaró en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Fue precandidato a presidente por su partido, “Principios y valores”. Secretario de Comunicaciones del gobierno de Néstor Kirchner y en el 2006 asumió como secretario de Comercio Interior, cargo que mantuvo con los dos gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner en 2013.
Alejandro Gomel: ¿Es Guillermo Monero el adversario preferido del Presidente Javier Milei?
Tenemos una discusión doctrinaria profunda y esto le hace muy bien a la política. Volvemos a las discusiones de fondo, esas que te calientan la sangre, por qué ser diputado, concejal o Presidente, no te calienta la sangre. Las discusiones profundas sobre la fe, las concepciones de vida, sobre a dónde queres llevar a la sociedad, son muy importantes. Y obviamente cómo se ordena la economía todo eso. ¿Por qué estás dispuesto a dar la vida? Por el honor, por la familia y por la patria: por ser diputado o por ganar plata no estás dispuesto a ganar la vida. Esa es la diferencia entre un mercenario y un guerrero, y yo soy un guerrero.
¿Por qué se imagina que está dispuesto a dar la vida alguien como Milei?
Por sus ideas, como yo.
¿Y en esas ideas está la patria o la familia?
Uno está dispuesto a dar la vida por el honor, por la familia y por la patria. Él también está dispuesto a dar la vida, no lo dice por decir, aunque está chapita. Pero corré de todo esto que está chapita y hagamos de cuenta que estamos hablando de una persona normal. Está dispuesto a dar la vida, y yo también.
¿Por la propiedad privada está dispuesto a dar la vida el Presidente?
Si, claro. Él no da la vida por la patria porque es anarquista. Está dispuesto a dar la vida por la propiedad privada porque es como conceptualiza la sociedad. Esto es muy importante porque cuando nos encontramos dos que estamos dispuestos a dar la vida, la discusión doctrinaria es de fondo, no es por una pavada. La discusión conmigo es en términos doctrinarios, y no en lo personal porque en lo personal hemos tomado infinidad de cafés.
Los dos nos hemos parado en un córner: uno objetiva la doctrina peronista, y el otro la anarcocapitalista, y una sola es la verdadera. Yo no estoy en el post modernismo donde cada uno tiene un pedacito de la verdad: o hay una doctrina es verdadera, o es falsa. Yo digo que la peronista es verdadera y la anarcocapitalista, falsa. No tenemos alternativa, nos vamos a encontrar en la arena pública.
Nos vamos a adjetivar, yo digo que él está chapita y él dice que yo soy un bruto porque hago costos. Pero ningún empresario que estaba frente a él en la Bolsa de Comercio le entendió porque jamás sacó costos, y la persona más codiciada en una empresa es quien hace costos. Vos no sabés quién hace costos en General Motors, pero si sabés quien es el presidente. Al Presidente lo cambian, lo sacan, pero al de costos no. Lo que dice Milei es una doctrina equivocada, porque se especializó únicamente en relaciones económicas, físicas o jurídicas. Pero eso es la microeconomía, no la macro. La macroeconomía es la de los países, la del estado, y la que tiene que dominar el Presidente. La macro no piensa las relaciones entre las personas, sino lo que pasa en el agregado de las personas: que pasa con el consumo, con las importaciones, con las exportaciones, o con el gasto público. En su escritorio tiene un libro de macroeconomía, pero ya es tarde.
Se necesitan al menos 15 años para entender la macroeconomía argentina, o de cualquier país. Encima, eligió un ministro de Economía que es un timbero. Estamos ante gente que no sabe: Caputo se dedicó siempre a ganar plata, que está muy bien pero nunca estudió, y el otro se dedicó a estudiar cosas cerradas. Milei está enamorado de sus ideas y todo el que no siga su marco teórico está errado, pero su marco no sirve. Solamente un chapita podría enrolarse en esa secta. La discusión sobre cómo llegó a ser presidente de la Argentina la tenemos en otro momento, pero tiene un marco teórico errado, una teología errada y está convencido de ideas falsas, por lo que estamos en un lío.
Pero no nos vamos a meter con la religiosidad del Presidente…
La teología de él está errada, tiene una mala interpretación. Reivindica a los macabeos, pero son una teología no núcleo duro de la teología judía, no tiene nada que ver con la profundidad del pensamiento judío. Cuando habla de Dios, lo utiliza como singular, cuando todos sabemos que es plural. No es “yo”, es “nosotros”. A partir de ahí, se deriva el individualismo errado de Milei.
Milei le puede decir: “1 a 0. Yo bajé la inflación”.
Yo también bajé la inflación. Asumí con 12,5% y la puse en 9,8% en un año, en 2006. Y en el 2006 no estaba el INDEC calculando la inflación.
Pero él logró el objetivo que es bajar la inflación…
¿Cómo que logró el objetivo? Si tuvo 4,2% en un mes y yo tuve 9,8% en un año. Milei está perdiendo por goleada con el peronismo, nada de lo que hizo está bien. Una cosa es que tengas tendencia a la baja con nivel de actividad, y otra cosa es con depresión económica. La caída de 40% en ventas en la industria automotriz no se vió nunca. Las empresas están vendiendo el 35% de lo que tendrían que vender: esto no es recesión, es depresión económica que Argentina no tenía desde la década del 30.
Milei recibió, como dijo Caputo, la peor herencia que recibió un gobierno democrático. Ahora, el problema es que empeoró todo lo que recibió, y la salida de este esquema no es ni el 2001 ni el 89, esto es mucho más grave. Esas fueron crisis financieras, y ahora estamos en una profunda crisis económica como nunca tuvo la Argentina y vamos en camino a una anomia. El desfile del otro día estuvo bien, el diagnóstico que hizo sobre cómo recibió la Argentina estuvo bien. Pero salvo esas dos cosas, no le encuentro nada bien. No le entiende ni su jefe de Gabinete.
Elizabeth Peger: ¿Qué pasa con la salida política?
Eso está verde todavía porque los dos últimos gobiernos, el de Macri y el de Alberto, fueron un asco. Si en esos dos gobiernos se resumía el 90% de la política argentina, la salida está verde. Ahora, esto se reordena rápidamente a medida que el desenlace sea el que se está previendo.
¿Cuál sería el desenlace?
Si la política no interviene, es una hipercrisis y el elemento que condensa una hipercrisis es la anomia. Imaginate que viviste en dictadura, en gobierno peronista, en gobierno radical, pero la Argentina nunca vivió una anomia. En esa palabra lamentable que construyó la sociología en un pueblo absolutamente desordenado como el francés, no vivimos nunca. Anomia puede ser lo que pasó en el Líbano, en Yugoslavia, que luego se ordenan con procesos de balcanización. No hay duda que es el peor estado en el que se puede encontrar un país, y por eso es un error comparar a este momento con otros de la Argentina.
¿Y qué hace el peronismo?
Los economistas del peronismo nos encontramos para proponer al país la gesta de la industrialización. Pero para que se encuentre la política, faltan unos meses, está verde todavía.
¿Tienen que correrse de la escena central algunas figuras que marcaron el ritmo del peronismo durante los últimos años?
No se ordena corriendo, se ordena encontrándose en una mesa muy amplia del peronismo. Y se terminó la posibilidad de la decisión unidireccional y unipersonal. Eso está bien porque no era una metodología correcta. La metodología correcta para el peronismo es el diálogo, el consenso, el encuentro, la escucha. No te olvides que el peronismo es una revolución de amor y paz, que se que suena raro porque en este siglo casi no se habló de la doctrina peronista.
Carlos Mardones: Por fuera de la economía, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y buena parte del Gobierno está insistiendo con bajar la imputabilidad para los menores. ¿Coincide con este punto?
Son pavadas. A los chicos hay que cuidarlos, son los únicos privilegiados. ¿Qué les pasa? ¿Cuánto hace que no van a misa? Tienen un lío en la cabeza.
Se lo pregunto porque ha tenido la oportunidad de tener debates doctrinarios con Javier Milei. ¿Cómo han sido esos encuentros?
El primer debate público que tuve con él fue en el canal América. En 2016, yo salía de un programa y él estaba sentadito. Me dijo que le gustaba mi estilo y me dió una de sus tarjetas que decía “Economista. Jefe de Grupo América”, y me invitó a debatir en uno de los programas. Dijo “Me encanta, nunca pensé que iba a estar discutiendo de la teoría objetiva y subjetiva del valor con un peronista”.
En esa época no se imaginaba que iba a ser presidente, por eso dijo cosas como “cobrar impuestos es un robo”, y después se subió a un tanque y lo uso de tarima para hacer campaña. Es un tanque que es de todos, es de él y es mío.
¿Y cómo la ve a Victoria Villarruel?
La señora Villarruel está en campaña, viendo que esto se termina y ofreciendo los ministerios de su próximo gobierno. El Fondo Monetario sabe que Caputo está muy desordenado y te perdona cualquier cosa menos que no juntes dólares. No le importa la hiperinflación mientras tenga dólares para pagar la deuda. Y está bien, es el acreedor. Pensar que el Fondo va a venir a cuidar tu economía es una tontería, ellos quieren cobrar.
Hay dos opciones. El esquema de salida del Fondo que están haciendo los chilenos, el viceministro de Economía y el responsable del hemisferio occidental, es incorrecto. Se quiere aplicar el esquema que se usó en 2018, cuando viene el Fondo. Después está el esquema de salida de la Sociedad Rural, que es de la primera etapa de Macri, con una megadevaluación y baja de retenciones. Ese esquema lo verbaliza Espert, que también es un vaguito: le enseña a los empresarios como ganar plata y alquila su campo, y piensa que es mejor alquilarlo que trabajarlo. A esos les miras las manos y te das cuenta que nunca levantaron nada más que una mancuerna en el gimnasio.