El Ejército de Israel no para sus ataques en la Franja de Gaza, donde mató al menos 57 personas en las últimas horas, aunque la cifra total de víctimas mortales aumentó a 38.713 desde el inicio de la escalada hace nueve meses, indica la última actualización del Ministerio de Salud local. Entretanto, una indagación de la agencia de noticias AP y el sitio de investigación israelí Shorim reveló que organizaciones de ultraderecha, que por meses han bloqueado y destruido la ayuda humanitaria para el enclave, reciben donaciones deducibles de impuestos en Estados Unidos e Israel.
Los ataques del Ejército israelí volvieron a golpear con fuerza este martes 16 de julio la Franja de Gaza, con especial ensañamiento en el centro y sur del territorio.
Al menos 57 personas murieron en medio de bombardeos y ataques de artillería en distintas localidades. En Rafah, en el extremo sur, donde las tropas incursionaron por tierra desde el pasado mayo, al menos cinco palestinos murieron en un ataque aéreo contra una vivienda. Y en la cercana ciudad de Khan Younis, cuatro personas, una pareja de esposos y sus dos hijos murieron en otro bombardeo.
Las tropas israelíes aseguraron que sus soldados actuaron “basadas en información de inteligencia” en Rafah, matando a “muchos” palestinos presuntamente armados en las últimas 24 horas. Además, indicaron que sus ataques aéreos tuvieron como objetivo militantes, túneles y otro tipo de infraestructura de Hamás.
La Fuerza Aérea israelí añadió que atacó alrededor de “40 objetivos” en todo el enclave, incluidos puestos de observación y francotiradores, estructuras militares y edificios cargados de explosivos.
Entretanto, en Nuseirat, uno de los ocho históricos campos de refugiados del enclave, en el centro del territorio, las fuerzas israelíes mataron al menos cuatro palestinos, precisaron funcionarios médicos.
Pero la magnitud de víctimas mortales aumenta con el paso de las horas. Al menos un total de 38.713 palestinos han sido asesinados en el territorio gazatí durante los más de nueve meses corridos desde que iniciaron las hostilidades en curso, en respuesta al ataque de Hamás en Israel, el pasado 7 de octubre.
Grupos que bloquean ayuda a Gaza reciben donaciones deducibles de impuestos en EE. UU. e Israel
Más de 200.000 dólares es la cifra recibida por tres grupos de extrema derecha de Israel que han impedido el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza, a través de donantes en Estados Unidos y en el territorio israelí. En ambos países, las donaciones son deducibles de impuestos.
Según halló una indagación de AP y el sitio de investigación israelí Shomrim, los movimientos beneficiados y abanderados de acciones como saqueos y detección del paso de camiones con elementos básicos para la supervivencia de los palestinos en el enclave son: Mother’s March, Torat Lechima y Tzav 9.
Este último, sancionado por Washington precisamente por bloquear violentamente carreteras, dañar camiones de ayuda y arrojar suministros en las vías para frustrar en distintas ocasiones la entrega de la asistencia urgentemente requerida por los gazatíes.
Pero las donaciones han continuado, incluso, después de la imposición de sanciones.
Una dinámica que iría en contravía de la prometida política de los dos países de permitir el paso de elementos básicos para la supervivencia de la población bajo ataques desde hace más de nueve meses.
“Incentivar estas donaciones haciéndolas deducibles de impuestos va en contra de los compromisos declarados de Estados Unidos e Israel de permitir la entrada ilimitada de alimentos, agua y medicinas a Gaza”, resaltan las organizaciones humanitarias que luchan por trasladar la ayuda al enclave.
Y es que aunque las autoridades de Israel, tras la presión del Gobierno de Joe Biden, se han comprometido públicamente a permitir la entrega de alimentos, agua, medicinas y, en algunos casos, combustible, simultáneamente permiten donaciones deducibles de impuestos a los grupos de extrema derecha que bloquean el paso de esa asistencia.
“Si por un lado estás diciendo que estás permitiendo la entrada de ayuda, pero también facilitando las acciones de los grupos que la están bloqueando, ¿puedes realmente decir que estás facilitando la ayuda?”, cuestionó Tania Hary, directora ejecutiva de Gisha, una organización israelí sin fines de lucro que durante mucho tiempo ha pedido a Israel que mejore las condiciones en el territorio gazatí.
En el caso de Mother’s March, el grupo ha recaudado el equivalente a más de 125.000 dólares a través de Givechack, un sitio israelí de recaudación de fondos, según halló la investigación que rastreó sitios web de financiación colectiva y otros registros públicos.
En una reciente campaña de financiación colectiva, el movimiento aseguró que los fondos eran necesarios para manifestaciones, transportes, materiales de impresión y campañas publicitarias.
“¡No a la ayuda ‘humanitaria’ que da combustible al enemigo que nos mata! ¡No a los cientos de camiones que pasan cada día por Kerem Shalom y prolongan la guerra!”, insistió el movimiento ultraderechista durante esa campaña.
Además, ese grupo recaudó alrededor de 13.000 dólares a través de JGive, un sitio de financiación colectiva de Estados Unidos e Israel.
El denominado Mother’s March no recauda el dinero directamente, recalca la investigación periodística, sino que trabaja con un grupo aliado llamado Torat Lechima que recauda fondos en su nombre.
Torat Lechima, que se traduce como “doctrina de combate”, está activo en círculos nacionalistas israelíes y asegura que trabaja para “fortalecer la identidad judía y el espíritu de lucha” entre los soldados israelíes. El movimiento continúa solicitando fondos para Mother’s March en el sitio JGive en EE. UU.
Y el tercer grupo, Tzav 9, recaudó más de 85.000 dólares de cerca de 1.500 donantes en Estados Unidos e Israel a través de JGive hasta que fue sancionado por Washington en junio.
Pese a que el Departamento de Estado de Estados Unidos remarca que ha instado a Israel a garantizar que la ayuda llegue a Gaza de manera segura y a castigar a quienes intenten bloquearla, no está claro cuán efectivas son las sanciones. Los colonos israelíes extremistas en Cisjordania, citados por AP, resaltaron que medidas similares impuestas por Washington han tenido poco efecto, en parte porque las autoridades israelíes han ayudado a eludirlas.
La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu declinó pronunciarse sobre los hallazgos y el Ministerio de Justicia, que regula las organizaciones sin fines de lucro, respondió que investigaría, sin entregar ninguna otra declaración.
Por Yurany Arciniegas-France24