La secretaria general de la Presidencia contrató 269 empleados de forma transitoria para asistir a Javier Milei. A ellos se suman los de planta permanente.
La secretaria general de la presidencia, Karina Milei, continúa acumulando poder, recursos y funciones dentro del gobierno libertario. Desde el 10 de diciembre de 2023, sumó un total de 269 contratos a su área, teniendo en cuenta subsecretarías y direcciones que dependen de ella en el organigrama. El dato surge de un pedido de información pública que realizó PERFIL. Se trata de casi 300 contratos que se otorgaron en el marco del Decreto 1109/17, una superestructura destinada a asistir al presidente Javier Milei.
Si bien el número puede parecer insignificante al lado de los miles de despidos que ha tenido la actual gestión, se trata de una secretaría cuyo único fin es el de brindarle asistencia y logística al presidente de la Nación en el día a día. De más está decir que a los 269 contratos nuevos se les deben sumar los trabajadores de planta permanente que trascienden las gestiones y que continúan ejerciendo funciones en el área.
Ante la consulta de este diario, fuentes del Gobierno no supieron responder cuántos despidos hubo en la Secretaría General de la Presidencia desde el inicio de la gestión, o si directamente hubo alguno.
Fuentes del Gobierno no supieron responder cuántos despidos hubo en el área
Los contratados bajo la modalidad del Decreto 1109/17 oscilan en sus remuneraciones entre $ 274.637,00 (asistente I) y $ 1.872.525,00 (consultor II) en el mes de julio. Se trata de la categoría más baja y de la más alta respectivamente. En agosto, aumentarán a $ 321.326,50 y $ 2.190.862,50 y en septiembre tendrán otro aumento en el que subirán a $ 375.952,50 y $ 2.563.312,50.
Además, según el pedido de información pública hay 64 personas que perciben Unidades Retributivas de Servicios (URS). Se trata de un plus salarial que es otorgado por los distintos subsecretarios directores de las áreas de manera discrecional. Tal como informó PERFIL semanas atrás, las URS vienen teniendo aumentos sostenidos desde mayo por la Decisión Administrativa (DA) 451/2024. En junio tuvieron un valor de $ 426,79, en julio tienen un valor de $ 499,34, en agosto tendrán un valor de $ 584,23 y en septiembre treparán hasta $ 683,55.
En lo que va del año, la Secretaría General de la Presidencia pasó de contar con un presupuesto inicial de $ 21.059 millones a $ 72.472 millones en poco más de seis meses. Un aumento de prácticamente el 250% para Karina en el contexto del “ajuste más grande de la historia”. Se trata de una masa de recursos destinada a alimentar al círculo más cercano al jefe de Estado.
Un dato de color: en la reciente entrevista que Milei brindó a Neura, Santiago Oría fue el encargado de la puesta de cámara. Llegó una hora y media antes del inicio de la entrevista. Chequeó que el fondo estuviera en tonalidad azul y monitoreó la altura de la cámara. Además, fue el encargado del encuadre para la cámara que tomó al Presidente.
Oría no forma parte de los contratados, es director nacional pero da cuenta de alguna de las funciones que realiza el ejército militante de Karina.
Según el Decreto 644/2024 publicado el viernes pasado, la estructura de Karina quedó conformada por una Unidad de Gabinete de Asesores, una Subsecretaría Legal, una Subsecretaría de Coordinación Administrativa y una Secretaría de Gestión Institucional. También contempla una Subsecretaría de Planificación General, una Subsecretaría de Asuntos Presidenciales, una Subsecretaría de Vocería y Comunicación de Gobierno a cargo de Manuel Adorni y Casa Militar.
Pero además la hermana del Presidente tiene intervenida la Cancillería a través de Úrsula Basset, una mujer que responde directamente a ella. También le quitó recientemente a Diana Mondino la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional y la Marca País, para dársela a Diego Sucalesca, un periodista amigo de ella y del Presidente.
Los últimos movimientos indican que Karina está mirando el área de Cultura, que depende de Sandra Petovello. En los corrillos libertarios señalan que se trata de una “buena idea”, aunque todavía está lejos de concretarse.
Por Pablo Varela-Perfil