El jefe de Gobierno copó el PRO en la Ciudad, en la Provincia y a nivel nacional. El excandidato presidencial se mueve sigilosamente con leales y sorpresas. El Whatsapp de legisladores mostró una feroz pelea en un álgido debate alrededor de Milei, Bolsonaro y una medalla.
Mañana en el cuarto piso del Club Español, a menos de dos cuadras del Obelisco, Jorge Macri asumirá formalmente la presidencia del PRO porteño a las 16. Será un acto cerrado y sin escándalos, a diferencia de la asamblea del partido a nivel nacional, ya que hubo acuerdo entre el jefe comunal y Patricia Bullrich, y las otras facciones internas.
La apetencia del jefe de Gobierno por sostener los espacios del poder amarillo partidario se hará visible: colocó a la vicepresidenta del PRO nacional (la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez), a los dos vices del PRO bonaerense (que presidirá Cristian Ritondo) y eligió a leales para poblar las listas partidarias. Un himno a la General Paz: dejó en mayo del año pasado la presidencia del partido bonaerense para asumir el mismo cargo en la Ciudad mañana.
Así, el PRO porteño tendrá como vicepresidenta a la vicejefa, la exlarretista Clara Muzzio, al funcionario y armador bullrichista Ezequiel Daglio y a los legisladores Matías López (de Diego Santilli) y Paola Michielotto (de Ritondo). El saliente titular del partido, el legislador larretista Claudio Romero, aprovechará la reunión para hacer un balance y plantear que las cuentas partidarias están en orden.
Paralelamente, otro porteño, Horacio Rodríguez Larreta, nunca dejó de lado su amor por la Ciudad: sigue con reuniones con vecinos, recomienda espacios para ir a comer o disfrutar en la Capital Federal, y ahora sumó, hace un mes aproximadamente, desayunos de trabajo para hablar de la coyuntura nacional.
Los encuentros reservados se dan en zona norte y allí se entremezclan técnicos con dirigentes. Por caso, Hernán Lacunza estuvo dando una charla sobre economía. También hubo una reunión sobre energía. Larreta convocó allí a la senadora Guadalupe Tagliaferri (díscola con la conducción macrista), el sherpa político Marcelo Wechsler, el mencionado Romero, el “lilito” Maximiliano Ferraro, Julia Pomares (exasesora del jefe comunal), y sorpresivamente el exdiputado Daniel Lipovetzky, entre otros. Por ahora se trata de un grupo de afinidad. Pero podría transformarse en el comienzo de la resistencia al intento de acercamiento a La Libertad Avanza.
Estos movimientos extraños se suman a uno que pasó por debajo del radar: el mismo jueves que Macri dejaba a Bullrich sin la presidencia de la asamblea se vio a Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero y aliado de la ministra, en la reunión de Independiente donde se aprobaba el balance de la gestión de Néstor Grindetti y Ritondo. Votó a favor con gusto y con una sonrisa. En las redes del club se lo puede ver. Un mes atrás Bullrich y Valenzuela habían dejado los bloques del PRO en la Legislatura bonaerense tras perder el control del partido. El “rojo” pudo más.
A todo esto, la armonía en el bloque amarillo en Diputados es ya un oxímoron. Las discusiones en el chat de la bancada se vienen sumando. La última se dio tras el video donde los Bolsonaro le regalan una medalla con alusiones a la masculinidad al presidente Javier Milei.
Quien levantó el chat fue la otrora larretista y monzoísta Silvia Lospennato, quien escribió (con un tuit donde se veían las imágenes): “Veo este video y dan ganas de llorar”.
Le respondió Fernando Iglesias, quien ya venía de una discusión interna con Daiana Fernández Molero tras un hilo sobre coparticipación. El legislador contestó: “… Qué habrá pasado, no? Qué habrá pasado después de años de romper las pelotas con la bendita E, de crear organismos de género que solo servían para esconder ñoquis, de autorizar que menores de edad se hicieran intervenciones definitivas de cambio de sexo, de darles lugar en el debate público a las chicas de ‘muerte al macho’, de que te abran denuncias penales por declaraciones que nunca hiciste, te dejen en banda los propios y las respalde el Inadi de Vicki Donda… Qué habrá pasado, no?”.
Lospennato no se quedó en silencio: “Qué bueno que te alcance para justificar esto, a mí los excesos no me alcanzan para dejar pasar la homofobia”.
Y agregó: “Todo lo que dice Bolsonaro junior me parece espantoso y condenable en sí mismo, no necesito buscarle una explicación para que me parezca menos repudiable. Nunca usé la e, me opuse públicamente al Ministerio de las My (sic) no voté la ley de identidad de género, no me siento parte de esa visión extrema del género”.
Por Ezequiel Spillman-Perfil