El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu visitó la localidad de Majdal Shams, situada en los ocupados Altos del Golán, donde murieron el pasado sábado 12 niños y prometió una “dura” respuesta contra el grupo chií Hezbolá, acusado de perpetrar el ataque. Mientras Beirut aguarda ante una escalada del conflicto, su aeropuerto ha visto cancelados vuelos por parte de varias compañías aéreas y los mercados del oro y del petróleo también se han visto afectados.
El primer ministro Israelí, Benjamin Netanyahu, no ha tardado en afirmar que el ataque del pasado sábado en la localidad de Majdal Shams, en los ocupados Altos del Golán, tendrá represalias para Hezbolá: “llegará, y será dura”, dijo el máximo mandatario este 29 de julio.
En una visita al lugar del ataque, Netanyahu instó a sus residentes a no perder “la esperanza ante el acoso del eje de Irán y Hezbolá”, a la vez que fue increpado, según recoge la prensa local, por algunos de sus residentes, quienes le acusan de haber descuidado la seguridad de la zona.
Con el visto bueno de su gabinete para autorizar los ataques que considere oportunos, un ataque israelí con aviones no tripulados mató el lunes 29 de julio a las afueras de la ciudad de Shaqra a dos personas e hirió a tres, entre ellas un niño, según la defensa civil libanesa.
El servicio de rescate no precisó si los adultos fallecidos eran combatientes o civiles, pero fuentes de seguridad afirmaron a la agencia de noticias Reuters que eran combatientes. Ante una más que posible escalada, dos funcionarios israelíes han destacado que Israel no quiere que el conflicto arrastre a la región a una guerra total.
Este sería el primer ataque mortífero israelí contra Líbano después de que Israel y Estados Unidos acusaran a Hezbolá de atacar con cohetes los Altos del Golán, ocupados por Israel, el sábado 27 de julio, causando la muerte de 12 personas en un campo de deportes.
El grupo libanés, respaldado por Irán, ha negado su implicación en ese hecho en particular, que representa el golpe más mortífero para Israel o en territorio anexionado por ese país desde la intervención armada de Hamás el 7 de octubre de 2023, que dejó 1200 muertos y 250 secuestrados en el sur de Israel, de acuerdo con la cifra del Gobierno israelí.
Lo que Hezbolá dijo es que había disparado un misil contra un objetivo militar en los Altos del Golán. Como aliado del grupo Hamás ha afirmado que su campaña de ataques con cohetes y drones contra Israel tiene como objetivo apoyar a los palestinos y sólo cesará cuando se detenga la ofensiva israelí sobre Gaza.
A última hora del domingo, 28 de julio, el gabinete de seguridad israelí autorizó al gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu a decidir la “manera y el momento” de responder al ataque con cohetes en los Altos del Golán, ocupados por Israel.
El mayor periódico del país, Yedioth Ahronoth, citó a funcionarios anónimos que afirmaban que la respuesta sería “limitada pero significativa”. En su informe afirmó que las opciones de represalia van desde un ataque limitado, pero “fotogénico” contra infraestructuras como puentes, centrales eléctricas y puertos, hasta el ataque contra depósitos de armas o altos mandos de Hezbolá.
De acuerdo con las notificaciones de muerte emitidas por Hezbolá, según el recuento de Reuters, los ataques israelíes han matado a unos 350 combatientes de ese grupo en Líbano y a más de 100 civiles, entre ellos médicos, niños y periodistas.
El Departamento de Estado estadounidense dio a conocer que el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en una llamada telefónica con el presidente israelí Isaac Herzog, el lunes 29 de julio, resaltó la importancia de evitar una escalada del conflicto.
En la misma línea, Alemania hizo un llamamiento a todas las partes en el conflicto de Oriente Próximo, en particular a Irán, para evitar una escalada.
Otras afectaciones colaterales
“Por precaución”, debido a la situación actual en Oriente Próximo, el grupo aéreo Lufthansa ha suspendido los vuelos a la capital libanesa, Beirut, hasta el 30 de julio, ha informado en un comunicado.
También a consecuencia del aumento de las tensiones geopolíticas en Oriente Medio los precios del oro subieron, esto sumado a las expectativas de un recorte de los tipos de interés en Estados Unidos en septiembre y la reunión de política monetaria de la Reserva Federal, que está prevista para finales de esta semana.
El oro al contado XAU= subió un 0,2% hasta los 2.390,88 $ la onza, a partir de las 0708 GMT. Los futuros del oro estadounidense GCcv1 subieron un 0,3%, hasta los 2.389,10 dólares.
Kelvin Wong, analista de mercado senior de OANDA para Asia-Pacífico, afirma que si la situación se caldea en Oriente Próximo, los lingotes deberían registrar una mayor demanda de refugio.
Otro afectado es el petróleo, que también subió por el temor a un conflicto más amplio en Oriente Medio.
Los futuros del crudo Brent LCOc1 subieron 40 centavos, o un 0,5%, a 81,53 dólares el barril a las 0650 GMT. Los futuros del crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) CLc1 subieron 34 centavos, o un 0,4%, a 77,50 dólares el barril.
La semana pasada, el Brent perdió un 1,8%, mientras que el WTI cayó un 3,7% por la caída de la demanda china y las esperanzas de un acuerdo de alto el fuego en Gaza.
“La preocupación por la escalada de las tensiones en Oriente Próximo provocó nuevas compras, pero las ganancias se vieron limitadas por la persistente inquietud ante el debilitamiento de la demanda en China“, declaró Toshitaka Tazawa, analista de Fujitomi Securities.
Por France 24 con Reuters