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Fórmula 1: Alpine se renovaría con Jack Doohan, el hijo de una leyenda australiana de motociclismo

De 21 años, es el apuntado para tomar el asiento vacío en el equipo francés; a los cinco años, tras accidentarse sobre dos ruedas, eligió pasar a las cuatro

“Quiero estar en la parrilla en 2025, así que me quedaré en Alpine”, relató, sereno y seguro, Jack Doohan. El joven australiano terminaba el calendario de 2023 en el tercer puesto de la Fórmula 2, categoría en que se coronó el francés Théo Pourchaire, y tenía en su mochila dos pruebas libres en la temporada de Fórmula 1 y había completado el test de jóvenes pilotos en Abu Dhabi, juntando kilómetros con los que aprobaba la superlicencia para competir en la elite del Gran Circo.

Sin butaca para el actual curso, su presencia como probador en la escudería que tiene sedes en Viry-Chatillon, Francia, y Enstone, Inglaterra, asomó como una jugada de riesgo, en la que el futuro de Doohan podía hundirse. Los rendimientos de los autos, los sucesivos cambios en la dirección del equipo, la feroz interna entre los pilotos Pierre Gasly y Esteban Ocon… El hilo de sucesos debilitó a una estructura que transita un ciclo tambaleante en busca del renacimiento. Los consejos de su padre, Mick, leyenda del motociclismo mundial con cinco coronas en 500 centímetros cúbicos, fueron el sosiego para un veinteañero que no se dejó atrapar por la inmediatez, esperó la oportunidad y es el apuntado para tomar el lugar de Ocon el próximo año.

“Es bueno tener a alguien como mi padre, que estuvo en lo más alto. Tener el apoyo de un Nº 1 es beneficioso, aunque también discutimos, porque no siempre estamos de acuerdo. Es una típica relación padre-hijo, aunque voy madurando, dejé de ser un niño y, al comprender mejor su perspectiva, lo aprecio más que nunca”, dijo en una entrevista Jack sobre cómo fortaleció la unión con Mick, que como muchos progenitores deportistas de alta competencia intentó al inicio quitarle entusiasmo a su hijo. “Nunca planeé las cosas para que fuera piloto. No tenía ningún interés en revivir mi pasado ni en pasar las dos siguientes décadas viajando de circuito en circuito, pero la verdad es que ahora estoy disfrutándolo”, admitió el monarca de la división máxima de las motos entre 1994 y 1998, y que compartió con Jack un momento único en Melbourne el año pasado antes del Gran Premio de Australia de F. 1: el joven manejó un Benetton B200, de motor V10, del año 2000; Mick, una Honda RC213V, en celebración del 30º aniversario del primero de sus cinco títulos de campeón consecutivos.

Jack eligió las cuatro ruedas a los cinco años, después de lastimarse en una moto en el campo. Al ver a sus amigos competir en kart, hizo el intento, y los éxitos se encadenaron. “Si gano otro campeonato, ¿podrás llevarme a correr a Europa?”, desafío a Mick, que, sin pensarlo, asintió y a los pocos meses debió cumplir la promesa. La idea era continuar en el karting, pero se presentó la oportunidad de probar un auto de Fórmula 4 y el quíntuple campeón de motociclismo lo animó a tomar el ensayo.

“Es ardiente y competitivo. La parte ardiente viene de su madre, pero el empuje competitivo es mío. Siempre fue un niño competitivo, ya fuera en rugby, atletismo o kart. No está feliz si acaba segundo, lo que es una buena característica para un corredor. No hay nada más importante que las ganas, la persistencia y la pasión que mantiene trabajando. Si no tuviera eso le habría dicho que dejara y que fuera a la universidad. Hay muchos pilotos jóvenes que tienen talento pero que no pueden permitirse el lujo de ir más allá de la F. 4″, lo analizó su padre.

De la academia de Red Bull Racing, a la que se incorporó en 2017 yen la que permaneció cuatro años, pasó a Alpine, ambiente en el que encontró el espacio del que no disponía en la gigantesca estructura de Milton Keynes, en la cual las jóvenes promesas aceptan el desafío de una competencia despiadada por un asiento de Fórmula 1. Desde Carlos Sainz hasta Pierre Gasly, pasando por Alexander Albon, Daniil Kvyat, Vitantonio Liuzzi, Christian Klien, Jaime Alguersuari, Sébastien Buemi, Brendon Hartley… La trituradora picó a todos y ninguno se destacó en el equipo top que lidera Christian Horner.

“Si no hubiera pasado por RBR, no creo que estuviera donde estoy, pero en Alpine pude florecer y dar el siguiente paso. La forma en que integra al piloto es muy beneficiosa: muchos jóvenes, cuando tienen la oportunidad de entrar en F. 1, no cuentan con mucha experiencia en la comprensión del equipo, del auto, de la relación con el resto de los integrantes del grupo. Alpine crea esa atmósfera, crea esas relaciones. En mi primer año, a los tres meses estaba en un test en Qatar y en la fábrica en un simulador. Es algo que no se puede comprar, una oportunidad que no se puede desaprovechar”, observó Jack, que nunca fue campeón en el recorrido hacia el Gran Circo, aunque obtuvo la rareza de marcar un Grand Chelem en Fórmula 2: pole position, victoria, vuelta más rápida y liderazgo en todos los giros en una carrera, como lo hizo Oscar Piastri, actual piloto de McLaren.

La decisión de Alpine de no renovar con Ocon, tras el grotesco episodio con Gasly en las calles de Mónaco, abrió la ventana que esperaba Doohan, que tuvo en un amigo a un posible rival, Mick Schumacher. Conocidos a partir de la relación que generaron sus padres, Mick y Michael, Jack ensayó a la par del hijo del séptuple campeón de F. 1 con el modelo A522 en el autódromo de Paul Ricard, Francia. Alpine intentó juntarlos en el Mundial de Resistencia (WEC, según sus siglas en inglés), pero Doohan rechazó la oferta y estableció como prioridad el aprendizaje de los secretos del garaje y la fábrica del equipo de Fórmula 1 a la competencia en el WEC.

La apuesta abarcó pruebas con autos de especificaciones técnicas anteriores en lugares como Losail, Monza, Hungaroring, Zandvoort y Spa-Francorchamps, y sesiones en las prácticas 1 de gran premio en México, Abu Dhabi, Canadá y Silverstone, donde compartió el escenario con el argentino Franco Colapinto (Williams). Un séptimo episodio se dio gracias a Pirelli, que lo seleccionó para un ensayo de neumáticos que el fabricante desarrolló en Bélgica esta semana, luego de la carrera del último domingo allí.

“Trabajar con los encargados de los neumáticos y con el departamento de aerodinámica me permite maximizar el rendimiento. Son detalles que logro conocer al rechazar las ofertas de Súper Fórmula, IndyCar, WEC… y que me ayudan a centrarme en el objetivo de tener un asiento a tiempo completo en 2025 en Fórmula 1″, indicó Jack Doohan, que tendrá en Oliver Oakes a un nuevo jefe de equipo. El británico desplaza a Bruno Famin y es el tercer hombre de mando al que nombra Alpine en los últimos dos años. Ex piloto, Oakes fue también producto de la academia Red Bull Racing, antes de convertirse en director de Hitech Grand Prix, escuadra en la que corrió George Russell en 2016.

En la categoría reina quedan pocas cabinas disponibles para el año próximo. Cuatro: apenas una en Mercedes, una en Sauber, una en Racing Bulls y la de Alpine. Doohan, el hijo de la leyenda del motociclismo y el joven que confió en su instinto para ser parte de la futura y selecta grilla, espera la confirmación oficial de la escuadra francesa para cumplir su sueño de ser protagonista de la Fórmula 1.

Alberto Cantore-LN