Europa es el continente que más rápido se calienta de la Tierra y los registros de mortalidad están mostrando su impacto.
El calor extremo está matando a más de 175.000 personas al año en Europa, según ha declarado este jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A nivel mundial, se han producido alrededor de 489.000 muertes relacionadas con el calor cada año entre 2000 y 2019, y la gente está pagando el “precio final” de la inacción climática. Europa es el continente que más rápido se calienta de la Tierra, y al que corresponde la mayor parte de las muertes mundiales.
La terrible evaluación de la agencia de las Naciones Unidas se produce días después de que el secretario general de la ONU, António Guterres, hiciera un llamamiento a la acción contra el calor extremo.
“Miles de millones de personas se enfrentan a una epidemia de calor extremo: se marchitan bajo olas de calor cada vez más mortíferas, con temperaturas que superan los 50 ºC alrededor del mundo (…) a medio camino de la ebullición”, declaró el 25 de julio, tras tres días de calor récord.
“El calor extremo es lo nuevo anormal”, añadió, señalando al “cambio climático inducido por el hombre y cargado de combustibles fósiles” como la causa. “Pero la buena noticia es que podemos salvar vidas y limitar su impacto“, dijo, dando a continuación soluciones en cuatro áreas críticas.
¿Cómo se está cobrando vidas en Europa el calor extremo?
Las temperaturas en Europa están aumentando aproximadamente al doble de la media mundial. “En toda la región, en sus 53 Estados miembros, la gente está pagando el precio más alto”, afirma el director regional de la OMS para Europa, Dr. Hans Henri P. Kluge.
De las aproximadamente 489.000 personas que mueren al año por calor extremo, Europa alberga al 36% de ellas, unas 176.040 personas. Guterres describió la forma en que las condiciones abrasadoras han “cerrado las atracciones turísticas en las ciudades sudoríficas de Europa” este verano.
Los tres años más calurosos registrados en Europa se han producido desde 2020, y los 10 años más calurosos desde 2007. En los últimos 20 años, se ha producido un repunte del 30% en la mortalidad relacionada con el calor, con un aumento de las muertes en casi todos los países.
Como resultado, el estrés térmico es la principal causa de muerte relacionada con el clima en Europa. Las temperaturas extremas agravan las enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, respiratorias y cerebrovasculares, la salud mental y las afecciones relacionadas con la diabetes, explica el Dr. Kluge.
El calor extremo es un problema sobre todo para las personas mayores, especialmente las que viven solas. También puede suponer una carga adicional para las mujeres embarazadas.
¿Cómo podemos protegernos del calor extremo?
“Lo cierto es que los efectos nocivos para la salud del calor pueden prevenirse en gran medida mediante buenas prácticas de salud pública, de modo que si estamos mejor preparados para una región más calurosa, salvaremos muchas vidas, tanto ahora como en el futuro”, afirma el Dr. Kluge.
A nivel nacional, más de 20 países europeos cuentan con planes de acción contra el calor y la salud para ayudar a sus ciudadanos a adaptarse a esta faceta mortal del cambio climático.
Sin embargo, la OMS advierte de que hay que hacer más para proteger a las comunidades. Desde su Centro Europeo de Medio Ambiente y Salud de Bonn (Alemania), la agencia sanitaria está elaborando una guía actualizada de planes de acción para ayudar a los gobiernos a prepararse.
Pero hay muchas medidas personales que puede tomar para cuidarse a sí mismo y a sus seres queridos. La campaña anual #KeepCool de la OMS describe cuatro maneras clave:
- Manténgase alejado del calor: evite salir y realizar actividades extenuantes durante las horas más calurosas del día. Permanezca a la sombra y no deje niños ni animales en vehículos aparcados. Si es necesario y posible, pase 2-3 horas del día en un lugar fresco, como un supermercado o un cine.
- Mantenga fresco su hogar: utilice el aire nocturno para refrescar su casa. Reduzca la carga térmica dentro de su casa o habitación de hotel durante el día utilizando persianas o contraventanas.
- Mantenga el cuerpo fresco e hidratado: utilice ropa ligera y holgada y ropa de cama ligera, tome duchas o baños frescos y beba agua regularmente, evitando las bebidas azucaradas, alcohólicas o con cafeína por su efecto deshidratante sobre el organismo.
- Cuide de sí mismo y de los demás: vigile a familiares, amigos y vecinos, especialmente a los ancianos, que pasan gran parte del tiempo solos.
¿Cómo puede el mundo salvar a las personas de las muertes relacionadas con el calor?
En su discurso de la semana pasada en Nueva York, el jefe de la ONU esbozó cuatro áreas de acción fundamentales. En primer lugar, la atención a los más vulnerables. Dado que el calor agobiante amplifica la desigualdad, el jefe de la ONU tiene en mente algunas soluciones de nivelación, como un mayor acceso a la refrigeración con bajas emisiones de carbono.
También deben ampliarse los sistemas de alerta temprana. Y los países desarrollados deben cumplir sus promesas de financiación de la adaptación para ayudar a los países en desarrollo a proteger a sus ciudadanos de temperaturas insoportables.
El segundo punto del llamamiento de Guterres es reforzar la protección de los trabajadores. “La región de Europa y Asia Central es la que ha visto aumentar más rápidamente la exposición de su mano de obra al calor excesivo”, señaló.
Dado que el calor excesivo es la causa de casi 23 millones de lesiones en el lugar de trabajo en todo el mundo, es esencial que se actualicen y apliquen leyes y reglamentos basados en los derechos humanos.
En relación con lo anterior, el tercer punto del orden del día del jefe de la ONU era aumentar la resiliencia de las economías y las sociedades. Los “planes de acción contra el calor” a medida son parte de la respuesta, dijo, utilizando la ciencia y los datos para “blindar contra el calor” las economías, los sectores críticos y el entorno construido. Y, por último, a qué se reduce todo: a limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C.
“Para hacer frente a todos estos síntomas (sequías, incendios forestales, aumento del nivel del mar también), tenemos que luchar contra la enfermedad”, declaró. “La enfermedad es la locura de incinerar nuestro único hogar. La enfermedad es la adicción a los combustibles fósiles. La enfermedad es la inacción climática“.
También denunció la expansión de los combustibles fósiles en algunos de los países más ricos del mundo, e instó a todas las naciones a presentar antes del año que viene planes nacionales de acción climática que estén en consonancia con el objetivo de no superar los 1,5 ºC.
Por Lottie Limb-Euronews