Tras una falla en el sistema eléctrico venezolano, achacado por el chavismo a un “sabotaje”, la energía comenzó a regresar a la mayor parte de los hogares en territorio venezolano, después de estar poco más de 24 horas sin suministro. El presidente, Nicolás Maduro, afirmó que las investigaciones correspondientes están en marcha, apuntando a “corrientes fascistas” de ser responsables del presunto ataque.
El servicio de energía eléctrica fue restablecido en la mayor parte de Caracas y estados afectados por el apagón masivo reportado desde la madrugada del 30 de agosto, aunque una parte de la ciudadanía sigue experimentando intermitencias en el suministro eléctrico en la provincia petrolera de Zulia, según información compartida por Reuters.
En la terminal petrolera de Jose, la más grande del país, las actividades volvieron a la normalidad después de que su funcionamiento se viera interrumpido por el apagón, al no contar con un generador eléctrico independiente. Alrededor del 70% de las exportaciones petroleras venezolanas, se refinan allí.
En la mañana del 31 de agosto, Maduro confirmó que su Gobierno estaba trabajando para restablecer la energía eléctrica en las zonas que aún estaban afectadas por lo que describió como un “ataque criminal” a la reserva de Guri, principal central eléctrica en el país ubicada en la región sureña de Bolívar.
“Estamos trabajando y enfrentando el ataque criminal al Sistema Eléctrico Nacional, a lo que los expertos del más alto nivel han llamado el ‘papá y la mamá’ de todos los ataques que se han hecho contra el Guri”, escribió el mandatario venezolano en su canal de Telegram, donde también agradeció un comunicado de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) donde condenaron las “operaciones de sabotaje”.
El ALBA es una iniciativa progresista impulsada en los tiempos del expresidente venezolano Hugo Chávez, integrada por Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Dominica, Granada y San Cristóbal y Nieves.
En la madrugada del 30 de agosto, alrededor de las 4:00 horas, los 24 estados que componen el territorio venezolano comenzaron a experimentar fallos en el servicio eléctrico, terminando en perdidas parciales o totales del servicio durante casi todo el día, según explicó Freedy Ñánez, ministro de Comunicación venezolano, en una alocución televisada.
“Cuando crees que todo va mal, parece que todo va a peor”
Por su parte, el frente opositor se ha deslindado de las acusaciones gubernamentales, señalando “incompetencia” y “corrupción” en las filas oficialistas, que aseguran serían serían las culpables del apagón más reciente en Venezuela. En 2019, algunos expertos apuntaron al bajo mantenimiento de la infraestructura eléctrica como el motivo del fallo histórico en el suministro de energía.
“El descaro de la dictadura. Responsabilizar a la oposición del apagón nacional es lo más fácil para escurrir el bulto”, escribió Andrés Velásquez, opositor venezolano, a través de su perfil de X el 30 de agosto.
Entre señalamientos del oficialismo hacía la oposición por presuntamente comandar un sabotaje en contra de la red eléctrica en el país, la ciudadanía venezolana sufrió de nueva cuenta los estragos de un apagón nacional, parecido al del 2019, cuando diversas regiones en territorio venezolano se quedaron sin energía eléctrica por casi cuatro días, en otro presunto “sabotaje” de la oposición, según la explicación del Gobierno de Maduro.
“Lo primero que pensé fue que la comida se iba a estropear, y que era muy cara de comprar (…) Cuando crees que todo va mal, parece que todo va a peor”, lamentó José Rincón, un profesor que reside en la ciudad venezolana de Valencia, al centro del país.
Fuente: Frances24.com