Este lunes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que Israel debe seguir controlando el corredor Filadelfia, el cruce fronterizo con Egipto, al sur de la Franja de Gaza, por el que, según Israel, hay entrada de armas y municiones al enclave palestino. Por su parte, ante la reticencia de Netanyahu sobre un acuerdo de cese al fuego, un funcionario de Hamás dijo que esta postura hará que los rehenes “vuelvan con sus familias en ataúdes”. Todo esto es antecedido por una jornada masiva de protestas en Israel que pidieron la renuncia de Netanyahu y el regreso de los rehenes, tras el hallazgo en Gaza de los cuerpos de seis personas secuestradas el 7 de octubre.
“El eje del mal necesita el corredor Filadelfia, y por esa razón debemos controlar el corredor Filadelfia”, estas fueron las palabras de Benjamin Netanyahu este martes en respuesta a los llamados de suavizar la presencia de las Fuerzas Israelíes al sur de la Franja de Gaza.
El corredor Filadelfia es un cruce fronterizo entre el enclave palestino y Egipto, que ha sido foco de tensiones entre las partes para alcanzar un cese el fuego de la incursión de Israel en Gaza y la devolución de rehenes israelíes retenidos por Hamás.
Por su parte, el grupo islamista ha rechazado en repetidas ocasiones la presencia israelí en este cruce. En contraste, Netanyahu sostiene que Israel no abandonará el corredor, argumentando que las tropas israelíes han descubierto docenas de túneles que, según afirman, han sido utilizados para la entrada de armas y municiones al enclave. Tanto Egipto como Hamás niegan las acusaciones.
“Si Israel se retirara del corredor, la presión internacional dificultaría su regreso”, agregó Netanyahu.
Estas declaraciones son las primeras del funcionario desde que se desató una serie de protestas masivas el pasado domingo en respuesta al descubrimiento de seis rehenes israelíes muertos; miles de personas salieron a las calles de Israel y se declararon en huelga para pedir la renuncia de Netanyahu de su cargo y la liberación de todos los rehenes capturados por Hamás como parte de un acuerdo de alto al fuego.
La postura de Netanyahu dificulta la más reciente ronda de negociaciones para un cese a los enfrentamientos, que está en marcha desde hace unas semanas, y muestra una señal de poco avance de las mismas.
Las tensiones también se redoblan dentro del Gobierno israelí. El pasado domingo, Yoav Gallant -ministro de Defensa de Israel y quien se ha enfrentado en repetidas ocasiones a Netanyahu y otros ministros- pidió al gabinete que revirtiera una decisión anterior de mantener la presencia de las tropas en el corredor Filadelfia para ablandar el camino a un acuerdo que permitiera la devolución de más rehenes a Israel.
Pese a ello, Netanyahu ha dicho que podrían seguir trabajando junto a Gallant “mientras haya confianza”. El premier agregó que esa confianza “exige una cosa antes que nada: que todos los ministros, sin excepción, respeten las decisiones del gobierno y del gabinete”.
Con todo y eso, el sector más radical del Gobierno israelí celebró la declaración de este lunes de Netanyahu, en cabeza de Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional. “No debemos aceptar un acuerdo imprudente y abandonar el Corredor Filadelfia, y no debemos renunciar a los demás principios que asegurarán nuestra victoria en la guerra”, aseguró Ben Gvir.
Hamás: la postura de Netanyahu hará que los prisioneros “regresen en ataúdes”
En paralelo a las declaraciones de Netanyahu, Abu Obeida, portavoz del brazo armado de Hamás, aseguró que la insistencia del premier israelí en “liberar a los prisioneros bajo presión militar, en lugar de cerrar un acuerdo (de alto al fuego), hará que regresen con sus familias en ataúdes”, dijo, minutos después de la alocución del mandatario de Israel.
Al mismo tiempo, responsabilizó a Netanyahu y al Ejército israelí del “asesinato de los prisioneros, tras haber irrumpido deliberadamente cualquier acuerdo de intercambio”.
El grupo islamista sigue firme en su postura de que para llegar a un acuerdo que asegure la liberación de rehenes, Israel debe no solo abandonar el corredor de Filadelfia sino todo el enclave palestino ocupado.
La presión sobre el Gobierno de Netanyahu también crece desde fuera de la región. Este lunes, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, uno de los aliados más importantes para Israel desde que iniciaron los combates hace ya casi 11 meses, pareció distanciarse de la postura del jefe de Gobierno de Israel. Biden aseguró que Netanyahu no estaba haciendo lo suficiente para asegurar un acuerdo sobre los rehenes.
Por su parte, David Lammy, ministro de Asuntos Exteriores británico, informó este lunes que Reino Unido suspenderá de manera inmediata 30 de las 350 licencias de exportación de armas con Israel, luego de valorar que existe un riesgo de que estas puedan ser usadas para cometer graves violaciones del derecho internacional humanitario.
Este cruce de declaraciones ocurre mientras en la Franja de Gaza y en los territorios palestinos aumenta el número de muertes por la acción del Ejército israelí. Solo este martes, se registró la muerte de al menos 48 palestinos en el enclave, lo que eleva la cifra total de muertes en Gaza desde el 7 de octubre a por lo menos 40.786 personas, según la más reciente actualización del Ministerio de Salud gazatí.
Así mismo, los ataques israelíes avanzan mientras que los funcionarios sanitarios de Naciones Unidas (ONU) continúan en su campaña de vacunación contra la polio para menores de edad en la Franja de Gaza. Esto, luego de que Hamás y el Ejército de Israel llegaran a un acuerdo de breves pausas en los enfrentamientos para la vacunación de los niños en el enclave, que se estima son al menos unos 640.000.
“Necesitamos tener humanidad para todas las personas, para los judíos y para los árabes”
Los cuerpos de Hersh Goldberg-Polin, Carmel Gat, Eden Yerushalmi, Alexander Lobanov, Almog Sarusi y Ori Danino fueron recuperados e identificados por el Ejército de Israel el domingo, todos ellos eran prisioneros israelíes capturados por Hamás el 7 de octubre.
La recuperación de estos cuerpos desató una serie de manifestaciones en todo Israel incentivadas por el dolor y la rabia de los familiares y allegados de las víctimas y de quienes desaprueban la continuación de los enfrentamientos en el enclave palestino y la gestión de la guerra por parte de Netanyahu y su gabinete.
Se estima que unas 500.000 personas llenaron las calles de Jerusalén y Tel Aviv el domingo por la noche tras la confirmación de la muerte de estos seis rehenes. Adicionalmente, las protestas se extendieron hasta este lunes con una huelga general contra Netanyahu como forma de presión, para que avance en las negociaciones y todos los rehenes vuelvan a sus hogares.
No obstante, las protestas se avivaron aún más por uno de los rehenes fallecidos: Hersh Goldberg-Polin. De 23 años, Goldberg-Polin llegó a Israel desde California a los 7 años y fue capturado en un festival de música en el sur de Israel el pasado 7 de octubre, mientras celebraba su cumpleaños.
“Siento que era como un símbolo de los rehenes”, aseguró en diálogo con la agencia de noticias Reuters Amnon Sadovsky, profesor de 70 años.
Goldberg-Polin fue visto con vida por última vez en un video difundido por Hamás en abril de este año, en el que se dirigió al premier israelí y luego a su familia, fue la primera señal de que había sobrevivido las heridas de su cautiverio.
Para el profesor Sadovsky, es una cuestión de compasión lo que hace falta en la guerra en Gaza: “necesitamos tener humanidad para todas las personas, para los judíos y para los árabes”.
Según el recuento israelí, el 7 de octubre, día del ataque liderado por Hamás al sur de Israel, los militantes de este grupo mataron al menos a 1.200 personas y tomaron a otras 253 personas como rehenes.
Por:Hugo Caro Jiménez-France24 con EFE, AP y Reuters