El nombre del grupo es sugestivo: “Cigarros”. Hay varios nombres. Alejandro, Pedro, Germán, Gastón, Lucio. Al menos uno de ellos trabaja en Cigarros Misioneros y en la yerbatera de Ramón Puerta. La fábrica de cigarros que pertenece a Pedro Puerta y dónde trabajaba Germán Kiczka fue allanada el martes en búsqueda de elementos que interesen a la causa por pedofilia y abuso sexual infantil contra el legislador de Activar y su hermano Sebastián. El usuario Alejandro señala: “Tengo ganas de agarrar menores”. No es lo único que se encuentra en la minuciosa investigación que está llevando adelante el juez Miguel Ángel Faría: los expertos informáticos hallaron una conversación de whatsapp en la que una mujer -su nombre se preserva- es clara: “Lo que pasó en la pileta (…) no fue consentido, así que no te vuelvas a acercar a mi”.
“Si me volvés a hablar o acercar, te denuncio”, advierte la mujer. Nunca hubo denuncia. La joven se suicidó dos años después, con un cuadro de depresión, según contaron allegados de la familia. El dato fue puesto a disposición del juez de la causa.
No es el único dato revelador. Otro grupo de Telegram al que pertenecía Kiczka ofrece intercambiar y vender material de abuso sexual infantil. En el historial de las computadoras aparecen términos como “incesto con papá” y referencias a relaciones sexuales con hermanas. Entre los archivos hay varios que evidencian abuso sexual de menores de 13 años.
Las búsquedas coinciden entre las computadoras secuestradas en febrero en la casa del padre de los Kiczka y las secuestradas en agosto al diputado. Hay carpetas coincidentes y nombres de usuario del diputado que será expulsado de la Legislatura. Al menos hasta el 4 de agosto hay visualizaciones registradas en la computadora de Germán Kiczka, varios meses después del primer allanamiento en casa de su padre.
En la línea de investigación se repiten los videos de incesto. Todas las pericias se hicieron con la presencia del abogado defensor Gonzalo De Paula y el perito propuesto por esa parte, Sergio Alberto Faifer, además del consultor técnico Sebastián David López.
En paralelo, se halló una imagen del año pasado de Germán Kiczka con una notebook marca Acer, que fue secuestrada en casa de su padre en febrero de este año con contenido de abuso sexual infantil.
Una de las búsquedas refería a las lesiones genitales que sufre una niña de 12 años en la primera etapa del desarrollo puberal. En el mismo resultado de búsqueda, se visualiza un archivo de video de una menor de 13 años que fue compartido por Kiczka a través de Whatsapp.
Todo indica que Germán Kiczka tenía y compartía material de abuso sexual infantil y que la red de conocedores de sus perversiones sexuales, era amplia. Los nombres, datos y contactos están siendo analizados para incorporarse a la causa y disparar, al mismo tiempo, investigaciones paralelas. La expulsión de Kiczka será apenas un capítulo del escándalo que está lejos de cerrarse.
Fuente: Economis